Prologo.

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La sociedad está dividida en cuatro jerarquías y aunque los rangos no son tan marcados en este siglo, el rango con liderazgo y poder en fuerza, como también en sangre no es el presidente; aunque en la década vivida, dos mil treinta para ser exactos, lo que se conocía con anterioridad y que se contaban como simples leyendas son reales, pero ahora los "cambia forma"; "Canis Lupis", "lobos" o "licántropos" como se conocen normalmente han quedado en el olvido.

I. Alfa

II. Beta

III. Omega

IV. Humano

Ellos viven entre los humanos como si fueran simples personas, conviven con ellos, pero aún quedan manadas que viven alejadas del ojo de los individuos. Aquellas manadas en las que sus líderes no quisieron arriesgarse para no ser corrompidos por los humanos.

Las manadas más vulnerables y con decretos distintos que no pueden ser dominados por nadie ni nada, tan solo el líder de la manada, un fuerte y audaz alfa dominante es capaz de ordenar sobre las familias que radican en lo recóndito del bosque para su bienestar de cuidar y mantenerse unidos.

La organización bajo el ala de una estricta ley jerárquica es la base para todos los individuos cambia forma en la manada.





《~♡~》




Una noche helada y más la presencia de un fuerte chubasco, inundaba las enormes calles de la ciudad, provocando una difícil visión.
Aquel hombre alto y de semblante frío salió despavorido de aquella casa entre los suburbios, vestido de traje y cubierto por una gabardina mostrando los millones que tenía, portaba joyería fina, sombrero acorde a la oscuridad que emanaba, dejando saber que fue una de las causas de tanto poder y deshacer lo que quisiera a su paso...
Un error que nunca debió haber cometido lo alineó a mentiras tras mentiras...
Un sucio secreto que lo carcomía día con día, hasta que su deber lo hizo subir al puesto que nadie más podría derrocarlo, donde el sería el líder de una manada sin saber lo corrompido que estaba su ser.

Tiempo después...

—Hola,buen día — aquella suave voz de la mujer de cabello dorado como el oro, era gratificante y tan pacífica, como si un ángel asustado escuchara.
—Buen día, disculpe ¿A quién busca? — un castaño de mediana estatura la había recibido, quien se alistaba para salir de su morada, abrochaba su corbata tal vez para irse atrabajar.
—Soy Bianca ¿Podría hablar con la señora de la casa, por favor?
A la joven y elegante mujer se le había permitido conocer a la desconocida pero tan buscada propietaria de discordias.
Bianca la conocía, ella ya sabía todo sobre ella y quien era, por ello, en cuanto se enteró de ella corrió por su paradero en busca de ayuda.
Aquella dama que se volvió tan aclamada y que por arduas horas, incluso días,  al fin la había podido localizar, aunque esta se encontraba en cama, pálida y con fuertes signos de temperatura alta.
—¿Quién es usted?
La voz de aquella mujer sonaba entrecortada y sin fuerza, que hacía recostada sobre la cama de una pobre y sucia habitación, sudaba notablemente por escalofríos, el temblor que emanaba la hacia sentir tan insegura; pero la mujer enferma se mostraba absorta ante la presencia de aquella bonita y  fina mujer que desconocía en totalidad.
—Vengo a pedirle un favor... — La rubia sonó desesperada —, Yo pagare lo que seanecesario...
—No sé quién es usted... ¡Largo de mi casa! — grito la mujer enferma, dueña de lacasa —, Señora Bianca, le pediré que por favor se retire y le suplico que nos deje en paz a mi y a mi familia.
Después de aquello, la mujer se marchó, siendo víctima de la desgracia y absorbida por la depresión.
Esperando que solo un milagro le salvara la vida, que su ser no fuera desgarrado por la ira para pedir clemencia, llevándose la gran tormenta, su esperanza.

Duplicidad Lunar ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora