Cap. 23

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Una semana ha pasado desde su último encuentro.

Ambos aparentaban normalidad, Charles ya iba y venía de Italia, y como regalo de año nuevo, Nick lo había desbloqueado de Whatsapp, claro no respondía sus mensajes pero algo es algo.

Por su lado Nick aparentaba estar bien, cada vez más se abría camino por la pintura, estaba siendo reconocido junto a Jeremy, aún que no dejaban sus andadas de fiesteros y salían con uno y con otro, a su vida laboral le ponían empeño. Detrás de su puerta, en la privacidad de su habitación, lloraba, ¿Por qué lo hacía? Si su vida estaba mejorando, poco a poco su relación con su padre mejoraba, hablaban seguido, Toto estaba compensando los 24 años de ignorancia y desprecio, cada vez tenia más exito en el mundo artístico, su terapia iba de maravilla, últimamente tenía sus sesiones a través de videollamadas.

Si todo estaba bien, ¿Por qué Nick se encerraba a llorar?, pues sano todo, menos el corazón roto, y el sexo lo arruinó, Nick seguía siendo débil.

Y esa noche, era de esas noches donde llegaba a su departamento en Moncao, cenaba junto a Jeremy, se duchaba y se hacía bolita en su cama, y la situación no mejoró cuando decidió sacar esa maldita carta que Charles le envió.

— ¿Nick? - La voz preocupada de Jeremy se escuchó del otro lado de la puerta. - Has tardado más de lo usual, dime qué estás bien. -

La rutina del llanto de Nick se basaba en, cenar, ducharse, llorar y Jeremy dándole su espacio, es el único que sabía lo que ocurría con Nick, normalmente tardaba dos o tres horas, se limpiaba su rostro y salía de su habitación, un poco hinchado solo para dar señales de vida, pero esa noche fue diferente, habían pasado más de tres horas  y Nick no salía. Jeremy se preocupo.

— ¿Tendré que entrar a la fuerza? - Pregunto tras no recibir respuesta de Nick.

Los segundos pasaban y Nick seguía sin dar señales, así que abrió la puerta de la habitación, no necesito fuerza ya que tenía llave.
Al entrar la habitación estaba totalmente oscura, y en la cama, hecho bolita con sus rodillas abrazadas estaba Nick viendo fijamente la carta.

Lágrimas silenciosas salían por sus ojos, no podía ver claramente su rostro Pero apostaba que estaba sonrojado, su cabello estaba por sin ningún lado.
Al prender la luz, Nick por instinto cerró sus ojos, hasta que poco a poco se acostumbro a la claridad.

— Dime qué pasa. - Se sentó junto a el en la cama. - ¿Es la carta de Charles? - Pregunto señalando el sobre frente a Nick, este solo asintió. - ¿Que harás con ella? -

— ¡El me dijo que me quería! - La voz de Nick salía casi en un susurro, aún que podría escucharse claramente lo ronca que estaba.

— ¡Lo mismo te dijo antes de aparecer públicamente con su novia con la que supuestamente había terminado! - A veces Jeremy era más sincero de lo que quisiera.

— ¡Me dijo que la explicación estaba en esta carta! - Dejo de ver la carta para ver a su amigo. - Y no ha dejado de enviarme mensajes repitiendo lo mucho que me quiere y me extraña.-

— ¿Y le crees? - pregunto agarrando la carta, el sobre seguía sellado. - ¿Crees que aquí hay una buena explicación? -

— ¡No lo sé! - Respondió. - Tengo miedo.

— ¿De que? ¿De que lo que este aquí te convenza y decidas volver a intentarlo? - Pregunto poniendo la carta donde estaba. - ¿Oh de que sea una terrible excusa y aún así quieras ir tras el?

— ¡Ambas! -

— Bueno, hay que averiguarlo. - Antes de que Nick pudiera reaccionar Jeremy ya estaba abriendo el sobre y sacando la carta.

Fantasy - Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora