• Capítulo 2

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Beomgyu relamió sus labios bajando su mirada sintiéndose ansioso por estar en aquella situación aunque era mucho mejor que estar en aquel salón con desconocidos escuchando solo las manecillas del reloj andando.

—¿Estás cómodo? —. Preguntó YeonJun removiendose un poco logrando que Beom se sobresaltara pues una de sus piernas presionó su entrepierna.

—Tu pierna...— Indicó el castaño sintiendo como sus mejillas se teñían de rojo mirando con pena al mayor.

YeonJun enarcó una de sus cejas y volvió a mover su pierna notando lo que estaba ocasionando, sus mejillas también se sonrojaron y rió apenado tratando de moverse para no seguir incomodando al menor pero solo ocasionaba más fricción entre ambos.

—Déjalo así—. Murmuró Beomgyu riendo por lo bajo, aún más tímido por la situación en la que estaban.

Se quedaron en un incomodo silencio, ¿Así pasarían más de medio día ahí?, el pelirojo miró por la rendija del casillero pensando en lo tonto que había sido al haber querido ayudar a su amigo y haberlos metido a ambos en un problema más grande, suspiró llamando la atención de Beomgyu.

—¿En qué piensas?

YeonJun miró los hermosos y curiosos ojos de Beomgyu mirándole logrando que su corazón latiera frenéticamente, era débil a él... ¿Porqué era tan bonito?

—Pienso en que eres muy lindo—. Confesó apretando con suavidad la mejilla del menor quien arrugó levemente su nariz— Y en que fui un tonto al habernos metido aquí.

—Bueno... sólo tratabas de ayudarme—. Rió por lo bajo el castaño recargandose en el pecho del mayor cerrando sus ojos.—Es mejor estar aquí que ahí.

Beomgyu pudo escuchar el rápido latir del corazón del mayor y sonrió más, bueno, al parecer no era el único.

— ☆ —

Un rato después Beomgyu se mantenía dormido contra el pecho de YeonJun quien miraba su reloj de mano, pronto anochecería y se le haría imposible ver la hora, suspiró dejando suaves caricias en el cabello del menor quien se había acomodado perfectamente en el pequeño lugar para dormir cómodamente contra él.

Se le hacía tierno como por momentos murmuraba cosas inentendibles.

YeonJun también trató de dormir pero no lograba conciliar el sueño, se sentía ansioso y curioso por lo que pasaría, tener tan cerca a Beomgyu por tanto tiempo era una prueba que nunca creyó tener, y es que vamos, no podía mentirse así mismo.

Le gustaba Beomgyu.
¿Cuando comenzó a gustarle?
No lo sabía, pero él tenía muy seguro y era consciente de que su mejor amigo le gustaba.

Muy cliché, ¿No? Si, eso mismo pensó YeonJun y por eso mismo trataba de deshacerse de esos sentimientos, no quería perder su amistad con aquel lindo y pequeño chico. Amaba cuidarle y ser el confidente de Beomgyu, no quería perderlo por nada en el mundo.

Aunque había muchas veces en las que quería mandar todo al infierno y lanzarse a él, abrazarlo, besarlo y decirle lo mucho que le gustaba, pero siempre lograba ser fuerte, no sucumbia a sus pensamientos intrusivos, pero ahora Dios... o Satán, no sabía quien fue, pero lo pusieron en una dura prueba.

Bueno, había sido él, pero no lo había pensado, solo deseaba librar a su amigo de su infernal castigo, y por ello ahora él estaba siendo castigado.

Pasaría muchas horas en aquel casillero con Beomgyu ahí, podía sentir su respirar, su calor corporal, su delgado cuerpo contra el suyo, y cuando lo miraba le hacía sentirse ansioso, deseaba besarlo, al tenerlo tan cerca sería más fácil hacerlo, solo era un pequeño empujón y sus labios se podían unir, pero trataba de mantenerse cuerdo y no caer, no quería arruinarlo.

Suspiró cerrando sus ojos, pero sintió como Beomgyu se removía en su lugar ocasionando que sus cuerpo se frotaran un poco entre sí, YeonJun apretó sus labios mirando atento al castaño quien abría con pereza sus ojos.

—Aún seguimos aquí...—Dijo adormilado logrando que el pelirojo sonriera enternecido.

—Beom, no han pasado ni cuatro horas, sigue durmiendo, se te pasará más rápido el tiempo—. Aconsejó acariciando con calma el castaño cabello del menor quien lo miró con un pequeño puchero.

No me mires así, no me mires así. Pensaba YeonJun sintiendo como su ser se derretía por el adorable ser que tenía en frente.

—Si duermo no podré dormir más tarde mejor hagamos algo pata distraernos, uhm... piensa, piensa, ¿Qué hacemos?

—Cuéntame como te estaba yendo, solo me dijiste que había sido aburrido—. YeonJun sonrió atrayendo aun más a Beomgyu sin darse cuenta, atento a él, pues quería saber su experiencia y de alguna manera quería desviar sus pensamientos.

Pues sabía que si seguía pensando en lo mucho que le gustaba Beomgyu caería ante sus deseos y terminaría besándolo.











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Muy Cliché si, ¿Y QUÉ?! me gusta escribir cositas clichés embeces. Ajgdjsjs

Gracias por leer, AHHHH, en el próximo de viene lo bueno je, no se van arrepentir... creo ajdgksa espero que no.

—Bibi_SADNESS (Mokka)

Casillero || Yeongyu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora