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Ambas estábamos fuera del agua, me sentía un poco agotada, desde temprano estábamos aquí, jugamos, reímos y demás, ya pasaba de la medianoche.

La noche era cada vez más oscura, estábamos bajo un árbol, yo recostada sobre el tronco de este y ella a mi lado. Sus ojos brillaban gracias a la luna, también pude apreciar cómo parcialmente su labio se movió lista para decir algo, pero se detuvo.

- ¿Pasa algo? - La miré con atención. -

- ¿Eh, qué? Nono, nada, ¿por qué? - Me miró por unos segundos y desvío la mirada. -

- Pues nada.. sólo pensé que tenías algo que decir. - Terminé la oración y mi teléfono comenzó a sonar, una llamada era. -

- Permíteme. - Mi teléfono estaba al costado de ella por lo que me estiré un poco sobre ella y mi brazo roso su pecho por sobre la ropa; ignoré eso y solo agarré el teléfono, Jack me llamaba. -

Me levanté del suelo y me alejé un poco de la chica, Jack solo quería saber sobre mí y si estaba bien, con eso regresé con Michel.

- ¿Que tal si nos vamos de aquí? - Me puse frente a ella y entendí mi mano. - Vamos a mi departamento.

- ¿Tienes un departamento?

- Mjm, si, lo tengo.. bueno, mamá me lo regaló hace demasiado tiempo y hace poco recordé que existía.

- Pero eres menor.. ¿por qué? - Me miró curiosa. -

- Bueno, creó que ella quería deshacerse  de mí. - Le respondí y ella se apegó a mi. -

- Mi departamento no está tan lejos de aquí, vamos rápido, el frío cada vez es más fuerte. - Agarré su mano y empecé a correr. -

[..]

Ya ambas cambiadas le envié un mensaje a Jane para avisarle que no llegaría a casa y que estaba con la chica del plan, ella apareció atrás de mi y guarde el teléfono.

- Oh, estás lista. Te queda muy bien. - Dije al verla con algunas de mis prendas, mamá pensó en todo. -

- Tengo sueño ya, ¿podemos irnos a dormir?

- Eh, si claro. - Me levanté del sofá y la guíe a la habitación que era mía. -

- Bueno, puedes dormir aquí, la segunda habitación está con algunas cajas que contienen algunas cosas, entonces yo dormiré en el sofá.

- ¿Qué? Nonono, no puedes dormir en el sofá, está es tú casa. - Ella me agarró de la mano y me guío a su cama.- ¿Que tal si dormimos ambas aquí?

- Uh, no me gustaría incomodarte. - La miré un poco tímida.-

- No lo haces, de verdad que no. - Se levantó de la cama y colocó una de sus manos sobre mi mejilla, ese tacto de su mano me hizo sentir demasiado bien.-

- Está bien, me quedaré aquí contigo. - Le sonreí y ambas nos acostamos en la cama, tiempo después pude sentir sus brazos al rededor de mí y su cabeza en mi pecho, ella dormía demasiado cómoda como para quitarla. -

[..]

A la mañana siguiente tenía al menos unos 5 mensajes de Jane, preguntando si ya había comido, como estaba y, a qué hora regresaría.

Respondí los mensajes y luego me volví a acomodar en la cama, hoy era sábado por lo que no tendríamos clases. Michel y yo por alguna razón desde la primera vez que la vi, creamos un vínculo demasiado extraño. Pero ella en realidad no sabía nada sobre mí.. no sabía que me acerque a ella por un plan, mucho menos que mis amigos quieres terminar con la vida de su padre.

Suspiré una vez más y ella despertó, su cabello desordenado y sus ojos mirando la habitación algo desorientada.

- Buenos días, Michel ¿Que tal dormiste? - La miré y ella se sonrojo bastante, eso hizo que me riera bajo. -

- B-buenos días Sarah.. - Ella me miró apenada. - Dormí bien, muy bien.

- Me alegra escucharlo, te quedarás aquí en casa o, ¿quieres que te lleve a la tuya? - La verdad no quería que se fuera sola, pero también podría conocer su ubicación exacta. -

Si bien no quería que ella pensará mal de mí, no podía solo dejar el plan, yo era parte de la misión y ella el objetivo.

Obsesión romántica. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora