𝗧𝗛𝗘 𝟳 𝗧𝗛𝗜𝗡𝗚𝗦 𝗜 𝗛𝗔𝗧𝗘 𝗔𝗕𝗢𝗨𝗧 𝗬𝗢𝗨 ꩜ .ᐟ JULIENZO

OO2

YOU LOVE ME, YOU LIKE HER

Julián miraba el celular con una bronca que no podía disimular. Enzo había subido una historia a Instagram, y ahí estaba, la mina esa, sonriendo al lado de él. Encima con esos malditos emojis: 🥰❤️. Como si no fuera suficiente con verla siempre cerca, ahora también lo tenía que mostrar así, para que lo vea todo el mundo. "La concha de su madre", pensó, sintiendo cómo algo se le atragantaba en la garganta.

—Na bueno que se vaya a la concha de su madre... —soltó, sin levantar la vista del teléfono.

—¿Ahora qué hizo? —preguntó Oriana, viendo la cara de Julián y ya sabiendo por dónde venía el quilombo.

—Mirá. Está con la mina esa, otra vez. ¿Y encima esos emojis? ¡Me estás jodiendo! —dijo, pasándole el celular con las manos temblando de la bronca.

Oriana agarró el teléfono y miró la historia. Ahí estaban Enzo y la piba, como si nada, en plena merienda y con esas caritas que Julián tanto odiaba. Se quedó callada un segundo, intentando encontrar algo para decir que no echara más leña al fuego.

—Juli, es Enzo, boludo. Siempre fue así, sociable. Sabés que no se da cuenta cómo lo que hace afecta a los demás. —Intentaba bajarle un poco la tensión, pero sabía que Julián no se iba a calmar tan fácil.

—¿Pero cómo querés que no me caliente? Me dice que me quiere y después sube estas cosas. ¿Qué mierda se supone que piense? —dijo, pasándose la mano por el pelo, sin poder sacarse la bronca de encima. Sabía que Enzo era de hacerse el sociable, pero esta vez le estaba pegando más fuerte. No era solo una historia, era lo que representaba.

—No sé, capaz te estás haciendo la cabeza de más... —dijo Oriana, aunque en el fondo entendía por qué su amigo estaba así. Esos celos siempre habían estado ahí, rondando cada vez que la piba aparecía.

—Sí, pero ¿cómo hago para no pensar mal, Ori? Me venís a decir que no pasa nada, pero yo lo veo con ella y parece que también le gusta. No sé si soy un pelotudo o si en serio me está boludeando. —Julián suspiró, frustrado, queriendo entender qué carajo pasaba en la cabeza de Enzo.

Oriana se encogió de hombros, sabiendo que no iba a poder convencerlo del todo. Lo conocía demasiado bien como para saber que esos celos no se iban a ir así nomás.

—Juli, mirá... Si en verdad pensás que está jugando con vos, hablalo. Pero no podés seguir haciéndote la cabeza solo por lo que ves en una puta foto. Vos sabés que a Enzo no lo veo haciendo algo así.

Julián, con la cabeza hecha un quilombo, entró a Instagram, y sin pensarlo mucho, dejó de seguir a Enzo. Y también a la mina. Era lo mínimo que podía hacer para sentirse un poco menos impotente.

—Lo dejé de seguir, a los dos. Que se vayan a cagar. —dijo, tirando el celular al sillón como si eso pudiera sacarle un peso de encima. Pero no lo hacía.

—¿Y ahora qué? ¿Vas a dejar que una historia de Instagram te haga pensar que nunca te quiso? Dale, boludo, no es así. —Oriana lo miraba con preocupación, viendo cómo Julián se estaba cerrando cada vez más en su propio mundo.

—No sé, capaz nunca me quiso tanto como yo lo quise a él... —murmuró, sintiendo el pecho apretado, como si cada palabra lo lastimara más.

Oriana lo miró, entendiendo el dolor de su amigo pero sin saber cómo sacarlo de esa tormenta de emociones.

—Mirá, Juli... si te importa, hablá con él. No saqués conclusiones por una foto y un par de emojis. Capaz ni se dio cuenta del quilombo que te hizo en la cabeza.

Julián cerró los ojos, queriendo apagar todo lo que sentía. Sabía que Oriana tenía razón, pero también sabía que con Enzo las cosas nunca eran fáciles.