Mí Estrella | First x Khaotung

Capítulo 6

El auto avanzaba por las calles iluminadas de la ciudad, y Khaotung miraba por la ventana, observando las luces que se deslizaban como estrellas fugaces en la noche. A pesar de que el evento había terminado y no había ganado el premio, una sonrisa no se podía borrar de su rostro. Se sentía emocionado, ansioso por volver al hotel y ver a First. Su corazón latía con fuerza al pensar en las mil y una cosas que quería decirle, en cada "te amo" que necesitaba pronunciarle para que supiera cuánto significaba para él.

Era extraño, pero a pesar de la derrota, no se sentía triste. Tal vez era porque había logrado desconectarse por un momento de su apretada agenda, que entre grabaciones de su nueva serie y eventos públicos no le dejaban tiempo para disfrutar de una aventura. Esta había sido una grata experiencia, y lo más hermoso era compartirla con First. El amor estaba en el aire, llenando cada rincón de Busan.

—No puedo esperar para verte, First —murmuró Khaotung, casi para sí mismo, mientras una burbuja de felicidad se formaba en su pecho.

El viaje fue más corto de lo que había anticipado. Cada segundo parecía un suspiro, una mezcla de expectativa y euforia. Mientras el auto giraba por la esquina hacia el hotel, su mente viajaba a momentos más simples, pero igualmente significativos, como cuando habían compartido risas en la playa o esos instantes robados entre besos mientras se preparaba. Khaotung se dio cuenta de que ese viaje, aunque diseñado como una excusa para asistir a la premiación, había resultado en algo más significativo: una oportunidad para disfrutar de la compañía de First, para conectarse aún más.

Khaotung recordó el brillo en los ojos de First cuando lo miraba, cómo podía hacer que todo se sintiera ligero incluso en los momentos de tensión. La idea de estar nuevamente en sus brazos, de compartir palabras susurradas y sonrisas cómplices, lo llenó de energía.

Cuando finalmente llegaron al hotel, el corazón de Khaotung latía a mil por hora. No pudo evitar abrir la puerta del auto antes de que se detuviera por completo, casi corriendo hacia la entrada. Se detuvo un momento, respirando hondo, sintiendo cómo la emoción lo envolvía. ¿Y si First no estaba allí? No, tenía que estarlo. Era lo que ambos necesitaban después de una noche tan intensa.

Justo cuando estaba a punto de entrar, P'Som se acercó con una sonrisa.

—Espera, Khaotung. Alguien tiene una sorpresa para ti —dijo, señalando hacia la playa.

Siguiendo la dirección de su mirada, Khaotung se dio cuenta de que en la arena comenzaba un camino de pétalos de rosa, rodeado por una tira de pequeñas luces que creaban un sendero mágico. Curioso y emocionado, comenzó a seguir el camino, sintiendo cómo su corazón latía con más fuerza a cada paso. Los pétalos lo guiaron hacia un lugar apartado, donde se alzaba una elegante carpa con vista al océano. La suave brisa del mar acariciaba su piel mientras se acercaba, y cada vez que miraba hacia abajo, los pétalos brillaban bajo la luz de la luna, iluminando su trayecto hacia algo verdaderamente especial.

Cuando finalmente entró en la carpa, la escena que encontró lo dejó sin aliento. Una suave melodía sonaba de fondo, y cada palabra en la canción parecía describir a la perfección cómo Khaotung se sentía en cada segundo que compartía con el hombre maravilloso que lo miraba con una sonrisa deslumbrante y esos ojos que brillaban solo para él. First, de pie frente a él, vestía un elegante traje negro que realzaba su figura alta, mientras sostenía un enorme ramo de flores frescas. Parecía un príncipe salido de un cuento de hadas, hecho realidad frente a sus ojos.

—Mi amor... —dijo Khaotung, sintiendo que una ola de alegría lo envolvía. Se acercó rápidamente, incapaz de contener la emoción que burbujeaba dentro de él—. ¿Estuviste robando corazones por ahí mientras yo trabajaba?