Capítulo 3: Maldita 🩸

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He salido para asegurarme de los movimientos de Ivanov, tengo que ver como se están organizando, que es lo que tanto saben de la desaparición de Seraphine

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He salido para asegurarme de los movimientos de Ivanov, tengo que ver como se están organizando, que es lo que tanto saben de la desaparición de Seraphine.

Bram está mucho mejor luego del balazo que le metió esa cría.

—La amiga que esa chica ha corrido la voz, ya Ivanov debió de haberse puesto manos a la obra para poder recuperarla, la chica es disléxica, soltera, su familia la mandó de intercambio a una escuela rusa y es por eso por lo que vive aquí —me informa—. Conoció a Sera por vivir en un pueblo lujoso donde mayormente todo mundo se conoce.

—Lo más seguro es que dé problemas o que a través de ella Ivanov llegue al club con más de su gente y sus armas.

—¿Quieres que me haga cargo?

—Sí, comienza a limitar el paso de Ivanov, necesito organizar mis pensamientos.

Sigo manejando dándome cuenta de que todo esté en su lugar, si puedo notar un par de gentes escasas y nuevas rondando en mi club.

—Son de Ivanov, busca información de su base y si es que está moviéndose en el exterior para poder charlar con él, aunque recupere a su hija debe de saber que ella no es la misma y necesita tiempo.

—De acuerdo.

Mi hermano se va para poder cumplir con esa parte.

Cruzo mis brazos viendo a esos tipos que miran directamente hacia la puerta del club, tomo otro rumbo para ir hacia mi hogar, dejo que Bram se encargue de sus nuevas responsabilidades mientras yo llamo a Tatiana a mi oficina que ya me han acomodado y repuesto lo que esa insolente me rompió.

Es peleadora y eso me agrada.

Ya lidio bastante con las crías berrinchudas que no saben controlar sus emociones y solo necesitan mi atención todo el tiempo. Eso nunca los ayuda a hacer independientes.

—Mi creador, me mandó a llamar.

—Toma asiento.

Señalo el pequeño sillón individual delante de mi escritorio, tomo la jara para poder servirme una copa. Doy un sorbo antes de sentarme, la sangre la verdad es que no me sabe tan exquisita como la sangre de Seraphine cuando explotó en mi boca.

—¿Cómo lo lleva la nueva cría?

—No muy bien, se niega a hablar, sé que pone atención a lo que yo le digo o lo que se habla en el comedor de la Casa cuando es hora de alimentarnos —confiesa—. Es una ventaja que ella no se haya negado a comer, en esos periodos es cuando escucha con determinación.

—Ayer que la dejé, ¿qué fue lo que pasó?

—Estuvo llorando, supongo que si le comentó sobre el desapegó que tenemos que hacer de nuestro pasado ella se dio cuenta de que era verdad y por eso se desmoronó.

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⏰ Última actualización: Oct 11 ⏰

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