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POV OLIVIA JONES

El día en "Kineros Robotics" había transcurrido como cualquier otro, con la excepción de los nervios que siempre me acompañaban cuando tenía que interactuar con la señora Venable. Me había estado concentrando en organizar las reuniones con los inversionistas cuando ella salió de su oficina con esa presencia imponente que hacía que todo el mundo a su alrededor se tensara. Sabía que venía hacia mí antes de que siquiera hablara.

—Señorita Jones, necesito que me acompañe mañana por la noche —dijo en su tono habitual, directo y sin concesiones.

La miré con los ojos abiertos, sin estar segura de haber entendido bien.

—¿Acompañarla, señorita Venable?

—Sí —respondió, sin hacer una pausa—. La empresa ha sido invitada a una gala importante, y dado que Cate irá con Rooney, no puedo presentarme sola. Considero que sería adecuado que me acompañe usted. Tendrá que estar a la altura del evento, así que esta tarde vendrán unos diseñadores a su departamento para encargarse del vestido, los zapatos y todo lo que necesitará.

El nudo en mi estómago que siempre aparecía en su presencia se apretó aún más. ¿Una gala? ¿Yo acompañándola? Era demasiado para procesar de golpe. Apenas podía mantener la compostura.

—Por supuesto, señorita Venable, lo haré —contesté, intentando sonar más segura de lo que realmente estaba.

—Perfecto. A las seis estarán en su departamento para comenzar los preparativos. Asegúrese de estar disponible —dijo con un tono finalizador antes de dar media vuelta y regresar a su oficina.

Me quedé ahí, atónita, durante unos segundos antes de que mi cerebro empezara a funcionar de nuevo. Iba a acompañar a Wilhemina Venable a una gala. La idea me aterraba y emocionaba a partes iguales.

Las horas pasaron rápidamente, y cuando el reloj marcaba las seis, apenas había llegado a mi departamento cuando los diseñadores comenzaron a llegar. Eran un equipo de personas elegantes, todos con miradas críticas, midiendo cada detalle de mi cuerpo, eligiendo telas, zapatos, y hablándome de maquillaje como si fuera una experta, cosa que claramente no era. Todo esto se sentía surrealista. No estaba acostumbrada a tanto lujo ni atención.

Mientras una de las diseñadoras tomaba mis medidas, mi teléfono vibró. Eché un vistazo rápido y sentí un pequeño escalofrío cuando vi el nombre de Wilhemina en la pantalla.

Wilhemina Venable: "Estaré en tu departamento en una hora para revisar los preparativos. Asegúrate de que todo esté listo."

Respiré profundamente antes de contestar.

Olivia Jones: "Sí, señorita Venable. Estaré lista."

No sabía por qué me ponía tan nerviosa ante la idea de que Venable viniera a mi espacio personal. Hasta ese momento, nuestra relación había sido estrictamente profesional. ¿Qué implicaba esta gala? ¿Por qué me había elegido a mí? Las preguntas seguían invadiendo mi mente, pero no había tiempo para reflexionar. La atención del equipo de diseño era abrumadora, aunque hacían su trabajo con precisión.

El vestido que eligieron era un hermoso tono burdeos, ajustado en la cintura, con un escote en V sutil pero elegante. Me hicieron probarme varios pares de zapatos antes de decidirse por unos tacones altos que me daban vértigo solo de verlos. El maquillaje sería natural, pero resaltaría mis rasgos de una manera que jamás habría imaginado.

POV WILHEMINA VENABLE

La hora pasó volando mientras terminaba algunos asuntos en la oficina, pero mi mente no dejaba de pensar en la señorita Jones. Había algo en ella que me intrigaba, aunque no sabía bien qué. Quizás era su capacidad para mantener la compostura bajo presión, o tal vez su nerviosismo visible que nunca llegaba a ser torpe.

Cuando llegué a su departamento, fui recibida por un equipo de diseño que estaba terminando los últimos detalles. Olivia estaba de pie en medio de la sala, con el vestido burdeos que le habían elegido, y debo admitir que el resultado era impactante. Se veía... radiante, por decir lo menos.

—Señorita Jones, veo que los diseñadores han hecho un buen trabajo —dije, evaluando su aspecto con la misma precisión con la que solía revisar los informes.

Olivia se sonrojó levemente, pero mantuvo la compostura.

—Gracias, señorita Venable. Ellos han hecho todo —respondió, bajando la mirada por un segundo antes de volver a sostener mi mirada.

Hice un gesto para que los diseñadores nos dejaran a solas. Una vez que se fueron, me acerqué a ella, observando los detalles del vestido y cómo se ajustaba perfectamente a su figura. Sin poder evitarlo, mis pensamientos vagaron por un momento hacia algo que nunca había permitido: admirarla.

—Este evento es importante para la compañía, señorita Jones. Espero que esté preparada para comportarse acorde a la ocasión. No solo representará a "Kineros Robotics", sino también a mí —le advertí, aunque no pude evitar que mi tono fuera más suave de lo habitual.

Olivia asintió rápidamente, su nerviosismo evidente en el brillo de sus ojos.

—Haré mi mejor esfuerzo, señorita Venable —dijo con voz firme, aunque podía sentir la duda en el fondo.

Asentí, satisfecha con su respuesta, pero antes de dar por terminada la conversación, sentí la necesidad de aclarar algo.

—Por cierto, Cate irá con Rooney. Sé que te has preguntado si hay algo más entre nosotras, pero no lo hay. Ella es solo una amiga de hace años —dije, con una media sonrisa al ver cómo se tensaba levemente.

Olivia me miró, sorprendida de que hubiera tocado el tema.

—Yo... no... no estaba segura —dijo titubeando, intentando encontrar las palabras correctas.

—No me importa lo que piensen los demás, pero es bueno aclarar cualquier malentendido —dije, sin apartar los ojos de ella.

Olivia asintió lentamente, y por un momento, una pequeña sonrisa cruzó su rostro. Era interesante ver cómo se relajaba, aunque fuera solo un poco.

—Ahora, asegúrate de estar lista a las siete en punto. Pasaré a buscarte para ir juntas al evento —le dije, retomando mi habitual tono autoritario.

—Sí, señorita Venable —respondió de inmediato, con ese leve rubor que parecía inevitable cada vez que hablábamos.

Salí de su departamento poco después, satisfecha con cómo estaban avanzando los preparativos, aunque algo en mí seguía sintiendo esa extraña fascinación por Olivia. Algo me decía que esa gala no sería como cualquier otro evento.

POV OLIVIA JONES

Cuando Wilhemina se fue, me dejé caer en el sofá, sintiéndome agotada, pero también emocionada. Su presencia había llenado la habitación de una manera abrumadora, como siempre lo hacía, pero había algo más en esta ocasión. Quizás fue el hecho de que me había aclarado lo de Cate y Rooney, o tal vez fue la forma en que sus ojos parecían haberme estudiado más de lo habitual.

Aquella noche sería un reto, pero por primera vez en mucho tiempo, sentí que algo importante estaba a punto de suceder.

Deseos morados - Wilhemina Venable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora