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Era temprano en la tarde, Tzuyu no habia ido al trabajo puesto que Momo no la dejo, lo hizo por la salud mental de ella, ya que Dahyun le conto todo y ella opino lo mismo, ¿como podria aver alguien que la dejara ir? Pero Dahyun salto la parte del nombre porque Tzuyu se lo pidió, no queria una pelea...no ahora.

Se habia quedado con la coreana y japonesa porque no tenia a donde ir, tendría que hospedarse en alguna parte mientras encontraba un nuevo hogar, y quien sabe, hasta trabajo. Nunca penso en que eso llegaría, antes tendria mucho miedo y no sabría que hacer si pasara, pero ahora todo es diferente, solo estaba teniendo una vida, normal por así decirlo.

Sana no le marcaba, y Tzuyu estaba entrando en un estado negativo, quería marcarle a Sana y escuchar su historia, que le dijera que todo fue un malentendido y nunca paso nada entre ellas, o al menos que le dejara de hablar y volverían, pero Tzuyu sabia que posiblemente era verdad, las dos japonesas estaban juntas y ahora no podria impedir nada, solo las observaria desde lejos en su burbuja, burbuja que antes ella y Sana tenian. Dolía ver como alguien mas ocupaba su lugar, sus caricias, sus besos, sus abrazos y probablemente su cama, dolia pensar que Sana sabía el amor que la Taiwanesa le tenía y sólo la utilizo.

Bajo del cuarto en el cual le dejaron quedarse, vio como una coreana regresaba de la escuela y dejaba sus cosas, ella no era muy pequeña en edad, apenas iba terminando su carrera y faltaban unos meses más, la saludó y Dahyun salto de asombro, Tzuyu no salió en todo el día de ayer y la mañana de hoy, así que le sorprendía el estado en el cual estaba, Tzuyu tenia el pelo suelto y enredado, tenia puesto un sueter azul marino y un pantalon buzo, bajando más se dio cuenta que tenia el calzado de diferente color y subiendo a su cara se encontro con otra persona la cual no era de ayer, tenia los ojos hinchados de tanto llorar en silencio y la garganta raspada por ahogar esos gritos de frustración al no poder decir lo que en realidad sentía.

-Tzuyu, ¿cómo te sientes?¿Estas bien?.- pregunto Dahyun sentando a Tzuyu en el sofa para luego sentarse ella y reposar tranquila y calidamente su mano en la espalda de la alta.

-No... Sinceramente Dahyun, no puedo pensar más que en ella y como me di cuenta de todo esa noche, tengo miedo, miedo a sentirme mal, miedo a que vuelva a pasar, miedo a estar sola...

Sin mas, Tzuyu comenzó a llorar. Dahyun la agarro y la empujo para que quedara de cabeza a su regazo y dejar que este en paz, acaricio la nuca de Tzuyu, masajeandolo y brindandole comodidad y confianza.

-No estás sola, nos tienes a mi y a Momo, aunque nos conocimos en tan poco tiempo, puedes confiar en nosotras como si fueramos amigas de muchos años.

Tenia la confianza con Dahyun, pero no con Momo, no la odiaba ni la maldecia, solo que le recordaba a la que algun dia fue llamada novia. La actitud de Momo era increíble, alguien que era muy cariñosa y alegre, podía hacer amigos donde ella quisiera y no caerle mal a nadie, era alguien, totalmente linda como para estar en algun problema.

-Que tal si vamos al parque, es un muy buen día, no hay ninguna nube ni algo por el estilo ¿Que dices?- dijo Dahyun para levantar la cabeza de la menor y pararse enfrente de ella.

Por que no, sería muy bien para ella divertirse y olvidar todo por un rato.

-Claro, solo dejame arreglarme un poco y ya estamos? - Dice adentrandose en el cuarto en el cual estaba ahí durante horas.

Despues de un rato salen y buscan por donde ir, llendo hacia un estacionamiento en el cual al tocar las llames sono un ruido proveniente del carro que compartian la coreana y la japonesa, ya se, ¿En donde se iba la japonesa? Pues simple, la coreana y japonesa se iban juntas, una al trabajo y otra a la escuela, Momo iba primero para dejarle el carro a Dahyun, para que ella pase por ella y vayan juntas a la casa. Caminando hacía el carro lo montaron y comenzaron el camino hacia el parque, llegando en tan solo unos minutos, bajando de este y sintiendo el aire, solo estaban caminando y sintiendo la brisa que el aire les otorgaba, no necesitaban de ningun movimiento para sentirlo, solo caminar tranquilamente.

Caminaron en cuanto vieron a un arbusto moverse, sin duda no estaba paranoica, ya que ella y Dahyun vieron lo mismo, se acercaron y encerraron los ojos por el miedo a que salga algun animal rabioso, escucharon muchos mas movimientos y agarraron el arbusto, apunto de hacerlo se movio, y de ahi salieron dos perros de raza mediana, ni tan altos ni tan bajos, eran tan lindos.

-Awwwwww!!!!! Miraaaaaa Dubuuuu, ¿No crees que son la cosa mas tierna en el mundo? Ademas no tienen dueño.

Dahyun miro encantada a los dos perritos, pero tambien no solo se alegro con eso, si no se alegro tambien de que su amiga olvidara por un momento su relacion y viera por fin otra cosa cosa que no sea eso.

-¿Por que no te los llevas? A Momo no le molestara tener a dos integrantes nuevos, además escuche que son muy buena compañía.

Tzuyu lo penso por un momento, en verdad queria llevarse a esos perritos tan bonitos y tiernos, pero tenia un problema.

-Pero no se si podre Dahyun, soy alergica a ellos, me causan una leve reaccion de hinchazón.

-Pero solo es una leve hinchazón, te puedes recuperar con muchas cosas, no daña tu cuerpo, al contrario te llenan de felicidad.

-Mmmmh.- reaccionó poniendo su mano en su barbilla, para despues agacharse y mirar a los perros.- ¿Que dicen ustedes?¿Me los llevo?.

Los perros empezaron a brincar y ladrar, haciendo signo de que estaban felices con aquella idea de la taiwanesa.

-Esta bien!!.- dijo Dahyun para luego agarrar a los perritos y salir corriendo, sin duda estaba loca.

-Dahyun, esperame por favor, y ten cuidado!!!!

Las dos chicas estaban corriendo, una con un perro en cada brazo y la otra corriendo tras de ella preocupada por sentir que los perros se caían, corrieron hasta llegar al carro, donde abrieron la puerta y pusieron a los perros, siguiendolos para sentarse en el volante y en el copiloto.

-Bien, vamos a casa, su otra inquilina los espera.

...

Despues de un rato conduciendo por fin llegaron a casa, en la cual sintieron las dos, dos aromas diferentes, uno de ellos ya lo conocían pero el otro, solo Dahyun no lo conocia, por otro lado Tzuyu estaba parada en la puerta con los dos perros en mano, los cuales ladraban sin cesar, la puerta fue abierta, Tzuyu y Dahyun entraron dejando pasar a los perritos, abriendose camino entre sus piernas y empezando a investigar la casa.

-Llegamos!!!!.- grito Dahyun desde la entrada, la cual se interrumpía por una pared la cual tenia una cajonera de zapatos para dejarlos y ponersr las chanclas.

Tzuyy no quería hablar, estaba apunto de estar en el suelo desmayada, reconocía ese olor, nunca lo pudo olvidar y borrar de su mente, era algo que dejaria huella.

Se asomaba levenmente del otro lado de la pared, cuando tomo por fin un suspiro grande y pesado y lo soltó, saliendo así de su escondite, encontrándose cara a cara con la que no queria volver a ver.

Minatozaki Sana.

Engaño//𝐒𝐚𝐭𝐳𝐮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora