A PLACE TO FALL | 𝙨𝙪𝙣𝙨𝙪𝙣

✶ 03 ✶

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Sunoo solía pensar que el escenario era un monstruo. Ahora, frente a las luces y a punto de cantar su parte de la canción, descubre que es peor.

Parpadea, sus labios se entreabren, pero el sonido se esconde en algún rincón inaccesible de su garganta.

Las letras que alguna vez fueron un eco constante en su mente se han esfumado sin consultarle antes. Su cuerpo, una máquina generalmente precisa, se convierte en plomo y el ritmo que caracteriza su danza parece un chiste.

«¿Qué seguía?»

Registra poco de lo que ocurre a su alrededor; lo primero es la mirada de genuina confusión que Niki le dirige, tan desconcertado como Sunoo se siente. Luego, percibe cómo algunos fanáticos detienen sus eufóricos gritos a mitad de palabra, desorientados por la repentina pausa.

Su mente no corre a la velocidad que la canción lo hace.

Antes de poder recuperar una porción de memoria muscular choca torpemente contra Jake, cuya voz corta el aire con la seguridad que a él le falta.

Tropezando, Sunoo retrocede a la que cree que es su posición. No puede hacer más que moverse de la manera que lo hace una sombra, una que sigue el rastro del cuerpo de Niki para continuar con el baile. Los pasos, antes suyos, ahora le saben lejanos, como si su trabajo no se resumiera en ensayarlos diariamente.

Su mente le demuestra que no existe tal cosa como un momento ideal para quedarse en blanco.

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Sunghoon pasa el dedo por la pantalla de su teléfono, deteniéndose en un artículo reciente que desearía que no hubiera captado su atención, pero lo hace. El título, en letras oscuras, grita:

"Sunoo de ENHYPEN se congela en el escenario. ¿Falta de preparación? ¿Puede seguir el ritmo?"

A su lado, los comentarios no son menos crueles. Palabras afiladas se cuelan entre el entusiasmo habitual de los elogios que rodean al grupo.

"Sunoo se ha descuidado, su energía no es la misma que antes... ¿Soy la única que se dio cuenta?"

"¿Alguien más ha notado que Sunoo está perdiendo el toque?"

"¿No sé supone que recordar la letra es su trabajo?"

"Lo que no entiendo es por qué sube al escenario si se ve tan cansado. ¿Acaso no sabe que el público tiene ojos?"

Sunghoon suspira al mismo tiempo que cierra la página, deliberando en que ha leído más que suficiente. El pequeño nudo en su estómago no termina de deshacerse de ninguna manera, ni siquiera cuando esconde el aparato debajo de su almohada y se obliga a conciliar el sueño.

Esperar que su compañero no se haya topado con aquellas opiniones y muchas otras es un acto de pura ingenuidad, considerando lo crónicamente en línea que el chico suele estar.

Recientemente, en un festival, Sunoo perdió el hilo. Fueron dos segundos de mente en blanco justo cuando llegaron sus líneas; el rubio sorprendió a todos quedándose paralizado, inmóvil por completo y con todas las letras, casi como si estuviera presentando una canción que no le pertenecía. Fue un instante; sin embargo, tal concepto de tiempo no existe en la vida de un ídolo.