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El gimnasio resuena con el clamor de metal contra metal, un eco familiar que ha acompañado a Sunghoon durante años.

Se encuentra en su zona, concentrado. Solía odiar el ejercicio de joven, al menos hasta que descubrió que era una buena excusa para pasar un par de horas en silencio y que nadie lo interrumpiera. Desde entonces entrena con frecuencia, misma que incrementa cuando el caos de su mente necesita ser pausado. Como ahora.

Mientras empuja el peso, siente la presión en sus músculos, la forma en que su cuerpo responde al esfuerzo, y por un momento, puede olvidar el torbellino de emociones que lo acechan. Jongseong está a su lado, supuesto a llevar un conteo de sus repeticiones, pero claro que le entretiene más revisar su teléfono y quejarse por el sudor en su frente.

De todos, quizás quien más tiempo pasa en internet es Jongseong. Niki podría ser un digno rival en aquella competencia; sin embargo, el único capaz de leer en voz alta los comentarios de los fanáticos como si leyera el periódico es el americano. Por aquello mismo, Sunghoon no se inmuta cuando el chico pasa tres rondas de ejercicios prácticamente narrándole su algoritmo en línea. Lo que definitivamente lo extraña es la forma abrupta en la que se detiene.

—Eh, Sunghoon... Mira esto.

—Cuando termine.

—No, ahora. Tienes que verlo ahora.

Sunghoon deja reposar las mancuernas en el suelo. Se vuelve hacia su amigo, con la frente perlada de sudor y el corazón aún acelerado por el ejercicio. Algo en la expresión ajena lo inquieta un poco.

—¿Qué pasa?

Jongseong no responde de inmediato; su mirada se ha vuelto seria, casi preocupada. Es absurda aquella expresión en alguien con su personalidad. Finalmente, el chico extiende el teléfono hacia Sunghoon, quien prácticamente se lo arrebata de las manos. El alma del último mencionado escapa por segundos de su cuerpo cuando un logo azul brilla en la pantalla.

Dispatch, el medio de noticias más grande del país, ha publicado un artículo.

"¿Sunghoon de ENHYPEN en una relación? Fotos exclusivas revelan el posible romance."


El titular resuena en su cabeza con tanta fuerza que lo ensordece un poco. Su corazón se detiene, aparentemente solo para cargarse antes de acelerar con violencia. Ni siquiera nota que Jongseong está prácticamente respirando sobre su nuca para leer con la misma atención.

"Dispatch ha obtenido imágenes exclusivas de Sunghoon, integrante de ENHYPEN, y su presunta pareja en un encuentro privado la semana pasada. Las fotos muestran a ambos en el interior de un auto estacionado. La identidad de la joven todavía es desconocida, pero se sospecha que pudo haber estado vinculada a Sunghoon en el pasado."

Las fotos parecen cobrar vida propia. Yebin y él en su auto, con su gorra calada hasta las cejas, compartiendo una intimidad que no fue, un momento que no existió realmente y, de haberlo hecho, debería haber sido privado. Hay una imagen de ella inclinándose hacia él, justo antes de que alcance a detenerla; un destello de algo, a la vista de todos, suena a algo más. Tiene sentido que lo haga.

Cuando tenía quince años, Sunghoon comenzó a saltarse sus entrenamientos de patinaje a escondidas de su madre. Había empezado a tomar clases de baile para audicionar en diferentes compañías a finales del invierno. Al principio fue una falta a la semana, que luego se convirtió en dos, tres... Cumplió al menos cinco meses entrenando de manera irregular y bailando con cada vez más precisión. Cuando salió de su primera audición, su madre estaba de pie en la acera, con los brazos cruzados y cara de pocos amigos. Sunghoon, en ese momento, se siente de la misma forma en que se sintió entonces.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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