Capítulo 3: Dudas y Expectativas

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16 de noviembre de 2020

Elisa despertó con el primer rayo de sol que se coló por su ventana. La expectativa de recibir noticias sobre su libro llenaba su estómago de mariposas. Se puso su bata y bajó las escaleras, notando cómo el aroma del café recién hecho llenaba el aire y la envolvía en una sensación de calidez.

- Buenos días, mami. - dijo con una sonrisa algo forzada.

- Buenos días, mi niña. Hoy es un gran día, ¿verdad? - respondió su madre, sirviendo el café caliente.

Elisa asintió, sintiendo que las palabras no eran suficientes para expresar la mezcla de nervios y emoción que tenía dentro. Después del desayuno, se encerró en su pequeño estudio, rodeada de hojas y bolígrafos. Decidió sumergirse en nuevos poemas para mantener su mente ocupada y no pensar demasiado en la llamada que esperaba.

8:00 am

Mientras tanto, en La Habana, Brenda se preparaba para un nuevo día de trabajo. Se había levantado con la energía de siempre, pero algo en su interior estaba más inquieto de lo usual. Pensaba en Elisa y en cómo la conexión entre ambas se había vuelto tan importante para ella en tan solo tres días.

Elisa se sentó en su escritorio, mirando el mar desde la ventana. La brisa salada entraba en la habitación, despejando su mente. Comenzó a escribir, dejando que las palabras fluyeran como las olas en la playa.

"En la quietud del amanecer, tu recuerdo es un faro, una luz que guía mis pensamientos y ahuyenta mis miedos. En el murmullo del viento, escucho tu voz, una melodía suave que me envuelve y calma mi corazón."

A lo largo del día, Elisa revisó compulsivamente su teléfono, esperando un mensaje de la editorial. Cada vez que sonaba una notificación, su corazón se aceleraba, pero era solo su madre recordándole que comiera algo o un mensaje de Brenda preguntando cómo estaba.

10:00 am

- "Buenos días, Elisa. ¿Cómo va todo? Estoy segura de que hoy recibirás buenas noticias."

- "Buenos días, Brenda. Estoy muy nerviosa. No he podido concentrarme en nada más. ¿Tú cómo estás?"

- "Estoy bien, solo pensaba en ti y en cómo deben estar tus nervios. Te mando un abrazo fuerte."

Elisa sonrió al leer el mensaje. Brenda tenía una forma de hacerla sentir mejor con tan solo unas palabras. Siguió escribiendo, intentando mantener su mente ocupada y no dejarse llevar por la ansiedad.

1:00 pm

Elisa pasó la tarde trabajando en su escritorio, escribiendo versos que nacían de lo más profundo de su ser. Se perdió en el ritmo de las palabras, en la cadencia de los versos. El mar seguía siendo su compañero, brindándole la serenidad que necesitaba. Mientras pensaba "Espero que todo salga bien. Este libro significa tanto para mí. Sería un sueño hecho realidad verlo publicado."

3:00 pm

Elisa decidió tomar un breve descanso y se dirigió a la cocina para preparar una taza de té. Mientras el agua hervía, su madre la observaba con preocupación.

- Hija, deberías relajarte un poco. Te ves muy tensa. - comentó su madre, acariciándole el hombro.

- Lo sé, mami. Es solo que esto es muy importante para mí. - respondió, intentando calmarse.

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