Mi alumna III

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Salí de aquel baño mirando a todos lados, esperando que nadie se haya dado cuenta de lo que estuvo pasando adentro, aunque en realidad no haya pasado nada.
Después de varias horas, recibí un mensaje de Sofía en el cual estaba su dirección. No quedaba lejos de mi casa.
Maldita sea
No podía cambiar de opinión, alargar más está situación sería perjudicial para todos, será una noche, mataremos las ganas y todo habrá terminado.
Ese era el mantra que repetía para convencerme que no me había equivocado de decisión.
Me coloqué un vestido negro combinando mi ropa interior del mismo color, usaría algo sencillo de poner y de quitar también. Sonreí al verme al espejo, no podía negar que me veía espectacular.
Cuando estuve frente a su departamento, me volvieron las dudas pero no pude hacer nada cuando la vi salir solo con un albornoz encima. Me arregle tanto para que ella me recibiera de esa forma.

—Hola profesora, te ves demasiado sexy—habló mirando mi figura lascivamente de arriba a abajo.

—Hola—saludé

—Vamos no te quedes ahí, pasa.
Se colocó a un lado para dejarme entrar a su casa, vi que no tenía muchas cosas en ella, parecía que recién se estaba mudando.

—Perdona el desorden, no llevo mucho tiempo de llegar a la ciudad—contestó.
Simplemente asentí.
La vi ponerse al frente de mi, agarrando mi cintura.

—Ya te dije que te ves sexy—volvió a repetir. Asentí como respuesta.

—Que callada eres. Pero no te preocupes en la cama te haré hablar y gritar por varias horas—respondió dándome un suave beso en los labios.
Tenía mucha confianza y de alguna manera me gustaba su forma de ser.
La agarré del cuello robándole un beso salvaje, ya me estaba cansando de los jueguitos, tenía una misión y hoy la cumpliría. Saboree su lengua, explore su boca y la dejé sin aliento. Nos separamos por un momento.

—Esta es la mujer que llamó mi atención en el bar, Andrea, me encantas—confesó. Volviendo a besarme, sus manos masajeaban mis senos por encima de mi vestido, llevó su boca a mi cuello repartiendo besos y mordidas por el, me arrancaba suspiros con cada mordida. Llegamos a su sofá y me recostó en el, la vi como se retiró el albornoz y no llevaba nada debajo. Completamente desnuda, mis ojos no podían apartarse de su cuerpo.

—Te gusta lo que ves?—Preguntó sonriendo, mientras se posaba encima mío.
Sentir sus senos desnudos pegados a mi pecho me hizo gemir de desesperación pero no quería mostrarme tan ansiosa.
Sofía empezó a repartir besos por mi mandíbula, lentamente llegando a mis labios mordisqueandolos levemente lo cual solo me hacía desearla más, siguió de esa manera hasta que no aguante más, me levanté con ella pegada a mí y la recosté al otro costado del mueble.

—Basta de juegos—Hablé antes de devorarme sus labios, mis manos no sabían donde enfocarse, quería acariciar cada parte de su piel al mismo tiempo, abrí más sus piernas para colocarme en medio y empezar un vaivén con mi cadera haciendo contacto con su parte sensible, gimió en mi boca aprovechando para morder su labio inferior infringiendo un poco de dolor, logrando que gimiera más fuerte.
La haría pagar por todas las veces que me provocó en la Universidad, causando que mis bragas siempre pasaran húmedas.
Cuando me cansé de sus labios descendí hasta sus senos grandes, amasandolos con mis manos dándole cariño a cada uno, besos y mordidas en sus puntas. Podía ver cómo Sofía empezaba a desesperarse, sé lo que quiere pero quiero que sufra más, succionaba sus pezones, mientras mis dedos jugaban con su entrada, de arriba hacia abajo, tocando sus pliegues húmedos pero sin introducir mis falanges en ella.
Su cuerpo se movía buscando más contacto pero no la complacía, dejé sus pechos y regresé a su boca.

—Ya no juegues más, profesora—contestó excitada.

—¿Jugar?—me hice la desentendida.

—Me estás matando, necesito correrme —suplicó. No pude evitar mostrar una pequeña sonrisa, había logrado mi cometido.
No la hice esperar más y bajé hasta donde ella quería.
Coloqué sus piernas en mis hombros para tener mejor acceso, mi lengua fue la primera en explorar su clitoris, saboree lentamente aquella parte, Sofía intento cerrar sus piernas, estaba muy sensible, ese botoncito latía como si tuviese vida propia, debe estar desesperada, volví a succionar y llevé uno de mis dedos a su interior, aquel lugar que se encontraba caliente y húmedo, levantó más su cadera buscando liberarse, saqué mi dedo para asentar su cadera en el mueble.

—Si te sigues moviendo no haré nada—amenace mirando su rostro desesperado. Solo asintió.
Esta vez metí dos dedos haciendola respingar por la sorpresa, pero rápidamente volvió a quedarse quieta.

Buena chica

Los movía en su interior, mientras mi lengua seguía jugando con ese pequeño pedazo de carne hinchado que latía, empecé a aumentar la velocidad, curvando mis dedos sintiendo sus paredes rugosas, ascendí hasta estar a su altura quería hacerla venir pero viéndola a los ojos, con una mano la abracé y la otra seguía haciendo si trabajo.
Besé con fuerza sus labios, llevé mi boca a su cuello mordiendo aquella parte, cuando sentí un líquido tibio en mis dedos, y los espasmos de Sofía debajo de mi cuerpo, seguí moviendo mis dedos, Sofía agarró mi mano tratando de detenerme pero no lo hice, seguí moviéndome.

—Vamos, córrete nuevamente—Exigí antes de besarla.
Abrió su boca en busca de oxígeno, mientras sentía como nuevamente convulsionada y gemía cerca de mis labios.
Que placer verla de esta manera.
Me levanté, dejándola acostada en ese lugar, a duras penas podía respirar.
Me vi los dedos completamente humedecidos y los llevé a mi boca para limpiarlos, sin apartar la mirada de Sofía.

—Bueno, se ha cumplido nuestro trato. Adiós Sofía—Era momento de regresar a la realidad. Estaba por abrir la puerta, cuando su cuerpo me aprisionó contra la puerta de salida.

—En serio crees que te vas a escapar de mi, profesora. La noche aun no termina, y tengo muchas ganas de seguir jugando contigo—Mencionó mientras mordía fuerte mi oreja.

—Vamos a mi habitación—sugirió. A la vez que agarraba mi brazo y me arrastraba con ella.
Al parecer hoy no saldré de esta casa.

Capitulo final en la app de Dreame y si la paciencia es su don, dentro de tres semanas estará disponible aquí 🙃

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