Mi compañera de trabajo

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Primer día de rodaje y tengo muchas dudas si lo que siento es lo correcto, nuestra diferencia de edad es notable (exagero apenas son 5 años) y ella solo me ve como su compañera de trabajo.
—Siam, me escuchas?—la voz de Beth me sacó de mis pensamientos.
—Sí ¿qué pasa?—traté de mostrarme tranquila.
—Tenemos que ir a practicar nuestra escena de cama.
Grandioso nuestra primer escena y sería teniendo sexo. Tragué saliva. Había llegado el momento que no quería.
He actuado muchas veces y he tenido escenas un poco sugerentes, pero no con mujeres y no como lo que debo grabar hoy y mucho menos con alguien que me atrae.
—Sí, ya voy—contesté.
Habíamos prácticado en los workshop nuestra cercanía, cómo acariciarnos y cada vez que lo hacíamos mi piel se estremecía, aunque debía fingir que todo estaba bien.
Estando en la escena, miré los ojos claros de Beth y mi cuerpo empezó a calentarse, cerré mis ojos para concentrarme, debo ser profesional esto solo es trabajo, ella solo me ve como su coprotagonista.
La escena comenzaría grabándose en un sofá, yo dormida y ella sigilosamente me robaba un suave beso, al sentir sus labios no la dejaba escapar en cambio la tomaba del cuello y nos fundiamos en un beso profundo.
Acción
—Te ves hermosa, mi angel—susurraba Beth, mientras sentía como besaba mis labios. Al sentir que se alejaba la tomé con fuerza y la besé, hundí mi lengua dentro de su boca y escuché como gimió.
Corte
Nos alejamos y me sentí abrumada, meter mi lengua no hacía parte del guión.
Mi compañera me vio con los ojos muy abiertos.

—Lo siento—susurré. Ella no respondió, solo se alejó.
Maldición ahora se puede quejar con el director por mi falta de profesionalismo.
Muy bien chicas, ahora necesito que en la cama se toquen sutilmente, es una escena de amor, su primera vez juntas, necesito que sean delicadas, no les voy a decir como hacerlo, quiero que ustedes se dejen llevar. ¿Entendido?
No tenía guión que seguir, solo dejarme llevar, pero cómo lo haría si de verdad tengo ganas de estar con ella.
Acción
Me acerque a ella y la tomé por la cintura, empecé a besar sus labios suavemente, me dirigí a su cuello para dejar pequeños besos en el, ella acariciaba mi cabello dejándose querer.
Caminé con ella hasta llegar a la cama y acostarla, estaba siendo muy delicada porque entendía que era nuestra primera vez, pero por dentro quería arrancarle la ropa y poseerla de todas las maneras posibles.
Acostadas en la cama, seguí besando sus labios, con mi mano acaricie su muslo, no quería asustarla así que lo hacía lentamente, mi boca fue a su pecho, me moría por arrancar su sujetador y disfrutar de sus pechos, besaba la línea que dividía sus senos, claramente podía escuchar como gemía despacio, se estaba controlando.
—Me encantas—confesé, no tenía guión solo debía improvisar, aunque no era mentira, me gustaba mucho.
Profundice nuestro beso, succionaba su labio inferior, y sus gemidos aumentaban.
Corte
Maldita sea, cómo se le ocurre cortar ahora.
Excelente chicas, van muy bien pero necesito que lleguen al climax de la escena, Siam puedes jugar a que besas sus piernas y te acercas a su zona no tienes que hacer más, nosotros nos encargamos de la edición, y usarás las sábanas para cubrirte. Beth tu debes mostrar que te gusta lo que ella hace, moverte en la cama, unos gemidos que demuestren que lo disfrutas.
Las dos asentimos y nos colocamos en posición para continuar.
Acción
Nuevamente besé sus labios pero está vez con más emoción, fui a su oreja y mordí suavemente estirandola un poco, ganando un gemido que hizo que mi vagina se humedeciera más, pero debía concentrarme.
Besé su cuello, bajando de a poco por sus pechos, tomé la sábana como me había dicho el director para cubrirme, descendí hasta su zona sensible solo debía permanecer ahí, pero mis ganas pudieron más y comencé a besar sus piernas, las abrí un poco para besar el interior de sus muslos, Beth comenzó a moverse, solo besaba esas zonas pero me moría por probarla, mi lengua rozaba sus muslos y sus gemidos iban en aumento, que buena actriz es, estaba esperando que el director grite corte, cuando sentí sus manos en mi cabeza empujandome a su vagina, besé esa parte que se encontraba ¿Húmeda? ¿Está excitada?
Corte
Maldita sea, otra vez en el mejor momento.
Salí de entre sus piernas, sentía mi cuerpo caliente, mire a Beth y estaba roja, trataba de no verla a los ojos, no había entendido que pasó al final, por qué me empujó ahí.
Perfecto chicas, quedaron muy bien las tomas, excelente trabajo, por hoy es todo.
Después de escuchar al director fui por mi ropa al vestuario, debía salir de inmediato de ahí, e ir a mi casa y darme una ducha de agua bien fría. Me sentía demasiado caliente, mis bragas estaban humedecidas, debo liberar todo esto o puedo explotar. No le dirigí la palabra a mi coprotagonista, solo debía salir de ahí.
—¿Ya te vas?—habló Beth, ni siquiera me di cuenta cuando entró al vestuario.
—Sí, excelente trabajo el de hoy— felicité.
—Estuvo muy bueno—respondió mientras se acercaba a mi espalda. Rodeó mi cintura con sus brazos, y colocó su mentón en mi hombro.
—Es la primera vez que grabas escenas de sexo con una mujer—preguntó.
La mire a través del espejo que tenía al frente, una pequeña sonrisa aparecía en sus labios.
—Sí, jamás había he hecho una escena lésbica.
—¿Y te gustó?—por qué preguntaba estás cosas.
—Bueno no fue tan fácil, pero contigo sentí mucha confianza, y todo resultó bien.
Seguía con esa sonrisa en sus labios. En qué estará pensando.
—No resultó todo bien—contestó. Quedé anonadada, a caso la hice sentir mal por tocarla como lo hice.
Me di la vuelta para quedar frente a ella.
—Si te hice sentir incómoda, pido disculpas no fue mi inten...—no pude terminar mi oración porque colocó su dedo en mis labios en signo de que haga silencio.
—No estuvo bien, porque no terminamos. No me iré por las ramas, quiero tener sexo contigo—quedé sorprendida por su confesión, no esperaba algo así.
—Beth somos compañeras de trabajo, no estaría bien sí...—otra vez no pude terminar porque agarró mi cuello para besarme apasionadamente. Tomé su cintura y la acerque a mi cuerpo. Esta vez su lengua fue la que invadió mi boca, jugaba con la mía, succionaba su lengua ganando suaves gemidos, si no paraba la haría mía en el vestuario sin importar quién estuviera cerca, con el casi escaso control que tenía, la alejé de mí.
—Para, para, alguien puede vernos—hablé agitada.
—Vamos a otro lugar—sugirió, acercándose peligrosamente.
—Somos compañeras de trabajo—razoné.
—Vamos a reforzar nuestros lazos, después de tener sexo estaremos más unidas y ese tipo de escenas ya no serán problema—era muy buena envolviendo a las personas, esa carita de inocente era una farsa, es toda una loba.
Me tomó de la cintura y empezó a besar mi cuello, me estaba tentando.
—Vamos a tu casa, te voy a ayudar a que te relajes—susurraba sin dejar de besar, lamer mi cuello. Dios, tengo las bragas inundadas.
No pude resistir más y la tomé de la mano.
—Vamos—contesté, no había vuelta atrás. Vi como sonrió y salimos de aquel lugar.
—Beth ya está el auto esperándonos—avisó su asistente.
—Ve tú sola, hoy me voy con Siam a comer... comida—terminó de hablar.
Su asistente me vio y yo desvíe la mirada, no quiero que me juzgue, sé que tenemos unos cuántos años de diferencia.
Montamos a mi carro para ir al departamento, me encontraba nerviosa, nunca he estado con una mujer, jamás me había gustado una mujer como me gusta Beth. La conozco desde hace algunos años pero siempre la vi como mi compañera de trabajo.
Estando en el departamento fue ella quien se abalanzó hacia mí.
—Me vuelves loca, Siam—susurró mientras mordía mi labio superior haciéndome gemir contra su boca. Me tiró al sofá, creo que ella si ha estado con mujeres se nota la experiencia.
Sacó mi blusa de un tirón, removió mi sujetador era tan rápida con las manos. Su boca empezó a jugar con uno de mis pezones, bendita sea ella y su boca, mordisqueaba mi pezón y lo lamía para amortiguar el dolor, con su otra mano pellizcaba mi otro pezón, lo apretaba, estiraba y yo me estaba derritiendo en sus manos.
Mi cuerpo se movía buscando liberarse, dejó libres a mis pechos y siguió descendiendo hacia el sur dejando suaves besos en mi piel, con una mano desabotono mi pantalón, bajó el zipper alce mis caderas para ayudarle a retirarlos, quedando expuesta ante ella, mis bragas beige totalmente humedecidas fue lo primeros que vio. Pegó su nariz a mi zona, aspirando mi olor.
—Me encanta como hueles—aduló mientras besaba por encima de mi ropa interior, con su mano lo movió a un costado, pasando su lengua por enmedio de mis labios. Solté un gemido audible. Volvió a pasar su lengua por el mismo lugar, cada roce hacia mi cuerpo temblar me encontraba muy sensible.
Abrí más mis piernas, lo que ella agradeció sonriéndome, con sus manos abrió mis labios y hundió su lengua, mis manos se colocaron en su cabeza para que no se alejara de ahí, mi cadera se elevaba buscando más contacto, dejó de meter su lengua y se ocupó de mi clitoris, lo tomó entre sus dientes y grité, me volvía loca. Llevé mis manos a mis pechos estrujandolos con fuerza.
Nunca pensé que me encontraría en esta situación mucho menos con ella, la había visto como una compañera de trabajo por tanto tiempo y ahora estaba comiéndome. Volví a gemir fuerte, su boca, sus manos sabían cómo tocar cada punto, provocando que mi cuerpo se estremeciera, intentaba tomar grandes bocanadas de aire pero era insuficiente quedaba sin aliento cada vez que hundía sus dedos en mi interior, cerré mis muslos atrapando su cabeza pero con una mano volvió a abrirlas.
—Me estás matando—gemí, antes de sentir como me venía en su boca, mi cuerpo temblaba e intentaba a alejarla de mi vagina pero seguía succionando provocando que mis espasmos continuaran. El mejor orgasmo de toda mi maldita vida y proviene de Beth.

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⏰ Última actualización: Nov 07 ⏰

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