Afecto Privado [KiriBakuShima]

05

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Kaminari se considera a sí mismo un buen amigo.

Tal vez no es siempre es el más listo, ni el más cuidadoso, pero nadie puede negar que es muy dedicado y fiel a sus amigos.

Su fuerte personal es hacer de los momentos tensos algo más divertido.

Y sí, lo admite, el humor es su mecanismo de defensa.

¡Pero el profesor Mic le dijo que ese es un rasgo de líder! Por lo que Kaminari está satisfecho al respecto.

Ahora, si hay algo que Denki reconoce que hace mal, son las delicadezas románticas.

Ha vivido siendo espectador toda su adolescente vida, por lo que jamás ha experimentado de primera mano lo que conlleva una relación romántica.

... A Bakugō no le hacen mucha gracia sus indiscreciones, cabe recalcar.

Pero, por suerte para Denki, Kirishima siempre está ahí cuando él mete la pata.

- Tranquilo, hombre -rió Kirishima, sosteniendo a Bakugō por los hombros, mismo quien mira a Kaminari como si quiera atravesarlo con una especie de visión láser

La cual, por suerte, no posee.

Y Denki se ríe un poco de vez en cuando, pero él también sabe que su mala costumbre de hablar sin pensar las consecuencias le traerá, tarde o temprano, una paliza de parte de Bakugō.

- Hey, sabes que te ves guapo cuando estás así de molesto, no me lo hagas difícil... -murmuró Eijirō en voz baja, haciendo al cenizo retroceder de la pura impresión

Su cara roja ya no solo por la rabia, alejándose de Kirishima para evitar ser visto por Kaminari.

Pero, por desgracia, el susurro de Kirishima no fue lo suficientemente bajo como para que Denki no lo escuchara.

Y la boca de Kaminari actuó más rápido que su cerebro... Una vez más.

- Ugh, ustedes son tan cursis -se quejó Denki, haciendo muecas y sonidos de regurgitación con exageración

Para él es divertido. Más aún después de enterarse de lo realmente tímido que era Bakugō.
Y a veces, Kirishima también se rie con él.

- ...

Pero en esta ocasión, Kirishima miró a Denki con sus ojos bien abiertos, inhalando el sutil aroma ahumado saliendo de las palmas de Bakugō.

- ... Kaminari, no nos ataques con tus celos -respondió finalmente Eijirō, sonriendo de costado por su propio comentario

Katsuki soltó una risita entre dientes ante lo dicho por el teñido, relajando sus manos y metiendolas en los bolsillos de su pantalón.

El jadeo indignado de Kaminari persiguió las risas de Kirishima por el sonrojo avergonzado que adornó la cara del de quirk eléctrico.

A pesar de todo. Kaminari con sus comentarios descuidados (y mayormente burlones), Mina con su entusiasmo y Sero con su indiferencia tranquila, ayudaban día a día a que Bakugō se relajara cada vez más con las muestras de afecto de parte de Kirishima hacia él en un ambiente más "público".

Aún prefería que Eijirō coqueteara con él en privado, y no podría ni soñar con la idea de devolver un halago en público, pero sus amigos podían presenciar algunas muestras de afecto... Las menos vergonzosas, por lo menos.

... Excepto Kaminari. El idiota no puede mantener la boca cerrada.

Pero Kirishima le dijo el día anterior algo que realmente le interesó.

Según él, leyó en internet que la capacidad de expresar sentimientos en público es una habilidad social que se puede trabajar, de modo que, con el tiempo, se puede ir mejorando poco a poco.

Y que, incluso si nunca deja de ser vergonzoso para él, puede evolucionar hasta sentirse cómodo con lo que sea que produzca la incomodidad.

Katsuki sonrió con desafío ante lo dicho por el otro.

Para él, la maldita habilidad social de la que habló Kirishima se escuchaba como un desafío.

Uno que estaba dispuesto a asumir y, por supuesto, superar.

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