Locura de amor

Capítulo 10

🧡🧡🧡

Analizemos la situación actual. Varias personas estas locas por ti y las que no, te están buscando para darte una paliza... No podría ser peor ¿Verdad?

Si no fuera por Silencio, Aquino ya estaría 2 metros bajo tierra así que le debía la vida. Bueno, sobrevivió a una turba enojada, si lograba salir vivo de esta se declararía a Mictia directamente sin hacer ningún plan estúpido.

Una notificación hizo vibrar su teléfono, sacándolo de sus pensamientos. Aquino vio el mensaje. Era de Duxo.

-Mano, no quiero preocuparte pero ya estamos a menos de 15 minutos de las cabañas.

Maldición, esto no podía estar pasando. Aquino quería cerrar los ojos y despertar como si esto fuera un mal sueño.

—Oye, ¿Todo bien? — Preguntó Silencio.

—Ah, sí, sí, solo es que... Ya sabes, no es común que media escuela te quiera matar.

—Lo sé, pero cualquier cosa, estoy aquí para protegerte — Silencio le guiño un ojo y se volvió a alejar.

Aquino ni se digno en reaccionar ante el guiño. Comparado con la actitud de Magma o Star, lo que Silencio era apenas un porcentaje de ellos.

Unos fuertes pasos se escucharon fuera de la cabaña. Los demás habían llegado, pudo escucharlos corretear por todo la zona, probablemente buscándolo a él para golpearlo.

—Estoy muerto, by2002 no saldrá de esta — Aquino se puso en posición fetal.

Lo iban a golpear, atar a un palo y prenderle fuego como si se tratara de Salem en 1692, pero un grito de alguien de afuera lo hizo congelarse.

—Te apuesto a que me elegirá a mi y no a ti — Grito Emikukis.

—No te creas sumisa, obviamente Aquino estará más interesado en mi — Justnova devolvió el grito.

—¿Que mierda hablan? ¡Aquino es mio! — Endertuki les grito y salió corriendo como un loco en busca de Aquino.

Nova y Emikukis se miraron y corrieron en la misma dirección de Endertuki.

¿Que mierda? No se supone que lo querían moler a golpes. Ahora eso sonaba más piadoso, pero espera, si ellos están afectados por el perfume eso significa que... Un montón de gritos se escucharon fuera, habían varias voces conocidas como Natalan, Kendo o Shadoune pero otras eran personas que Aquino jamás había escuchado. Lo peor es que todos tenían el mismo objetivo: Encontrarlo.

Pudo escuchar como tiraban un puerta, probablemente la de su cabaña. Por fortuna estaba en la cabaña de Silencio aunque era cuestión de tiempo a que lo encuentren.

Su teléfono empezó a vibrar otra vez indicando que le habían mandado más mensajes.

-Por si aún no te has dado cuenta, media escuela te quiere violar webon. Pero tranquilo, yo aún no he sido afectado... eso creo pero eso no es lo importante, recuerdas que dijiste que un antídoto para el perfume era ridículo, pues adivina qué, si se puede.

¿Una manera de quitarse el efecto del perfume? Parece que el universo por fin se apiadó de él.

-En serio? Ya la tienes? Donde está?

-Pues  hay pequeno problema, Ansi dice que tardará unos días en hacerlo

-Unos días! Como rayos voy a sobrevivir a media escuela

-Tranquilo, tengo un plan, no soy el único que sigue sin estar bajo el efecto del perfume, hay algunos más que han logrado evitar el aroma y junto a Ansi organizamos un plan casi infalible para protegerte

-enserió?

-si pero hay un problema... Te necesitamos acá con nosotros, así que si puedes venir

-Como mierda quieres que vaya?

-Yo que se, tu te metiste en este problema

Aquino estaba por enviarle más mensajes pero justo unos pasos sonaron afuera de la cabaña. Aquino se quedó en silencio hasta que los pasos por fin se alejaron lo suficiente.

Bien, tiene que ir con Duxo, no sabe como pero debe hacerlo si quiere vivir. Así que reuniendo el suficiente valor, abrió un poco la puerta de la cabaña, lo suficiente para ver el exterior. No había nadie, perfecto.

Con cuidado abrió más la puerta y puso un pie fuera, luego otro y finalmente salió de la cabaña por completo. Dio pequeños pasos mirando a todos lados. Por suerte no había nadie.

Espera, ¿A donde se supone que tiene que ir? Aquino quiso gritar maldiciones a los cuatro vientos. Agarro si celular y empezó a enviarle mensajes a Duxo pero este no respondía.

—Mierda — Aquino volteó a todos lados y se le ocurrió una idea para pasar desapercibido.

Agarro su cabello y se lo sacudió hasta que quedó lo más despeinado posible, luego se quito su sudadera blanca y la dejo por ahí tirada.

—Perdón sudadera pero eres tu o yo.

Aquino se miro en el reflejo de la ventana de la cabaña de Silencio y sonrió al ver su apariencia.

—Que idea más estúpida — Dijo Aquino. Su camuflaje solo serviría si la persona era ciega, pero era mejor que nada.

Aquino empezó a recorrer el lugar los más discreto posible, mayormente pasaba detrás de las cabañas. Para su fortuna, ni había nadie cerca. Tal vez se fueron a buscarlo a otro lado pues hay 3 zonas en el campamento.

—Ey Aquino — Una voz se escucho atrás de Aquino.

Aquino volteó asustado y pudo ver a Juanes sonriendo algo nervioso.

—Por favor no digas que estoy aquí — Aquino dijo mirando a todos lados por si tenia que correr de nuevo.

—Tranquilo, no diré nada, además quería preguntarte si... — Un fuerte golpe con un bate dejo a Juanes tirado en el suelo.

Aquino chilló con una voz de macho e intento huir pero se tropezó y cayó de cara al suelo. Se recompuso rápidamente y empezó a arrastrarse lejos del que golpeó a Juanes.

—Te juro que yo no soy Aquino, solo soy su gemelo — Aquino junto sus manos en un ruego desesperado.

—Tranquilo Aquino, no estoy bajo el efecto de tu perfume — Dijo la voz femenina.

Aquino abrió los ojos y vio a Nia, ella estaba usando una mascarilla y sostenía el bate con el que pego a Juanes.

—Ansi me envio a mi y a Tommy a buscarte — Nia extendió la mano a Aquino para que se levante.

—Yo... gracias, muchas gracias — Aquino abrazo a Nia como un niño pequeño.

—Ya, ya, ahora tenemos que buscar a Tommy y llevarte al lugar seguro.

—¿Lugar seguro?

—Bueno así lo apode, ahí estamos los únicos que seguimos sin estar bajo el efecto de tu perfume, y por cierto, tienes muchas explicaciones que dar a cierta personas que empieza con m.

Aquino trago saliva, era obvio a quien se refería. Tenía miedo de que eso significará perder su amistad con Mictia aunque tal vez se lo merecía.

—Claro... — Es lo único que Aquino pudo decir.

—Bien, hay que irnos antes de que alguien más te encuentre — Nia miro a sus alrededores — Ah y por cierto, toma esto — Nia le entrego una sudadera gris — Te servirá para pasar desapercibido, las cosas con los demás están muy locas.

Aquino miro la sudadera unos segundos y se la puso. Definitivamente era mucho mejor que su intento de disfraz.

Ambos empezaron a caminar. Nia iba delante por seguridad. Caminaron un rato y por suerte aún no se habían encontrado con nadie más... por ahora.

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Fin del capítulo.

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