Capítulo 3: Limoncello

131 15 6
                                    


Sophia POV 's

Mis manos no paraban de sudar y había perdido el control de mis pies, los cuales se removían inquietos sobre el piso de la limusina de Emilio. Parte de lo que él había pedido a cambio del favor que le había solicitado implicaba lo que estábamos haciendo: salir a citas y reuniones como estas. Lo cual no era difícil en comparación con su siguiente petición: tratar de recordarlo. No quería, ni podía hacerlo porque si lo hacía implicaría olvidar a Percy.

Me había comentado que este era un evento de una marca reconocida de joyas al que ya habíamos prometido asistir. Sin embargo, no creía que fuese tan grande y lujoso. Era la primera vez que estaría frente a tanto público como Sophia Zarnier y no como Leticia, y esa idea me aterraba.

—Tranquila, la mia principessa, todo saldrá bien. Confía en mí.

Emilio me sonrió, tomando mi mano, tratando de transmitirme confianza y su toque me produjo paz. No dudaba que mi reencarnación actual hubiese estado profundamente enamorada de él, ya que era el hombre que toda mujer desearía en su vida: atento, amable, guapo, inteligente y caballeroso. Sin embargo, él no era Percy. No era Charles.

—Hemos llegado, señores —anunció el chofer y, de inmediato, Emilio tomó mi mano para salir.

¿Cómo habíamos llegado a esto?


Unos días antes...

—Estás loca, Sophia, ¿en qué pensabas para desaparecer así? Emilio quiso matarme —me reclamó mi amiga, dando vueltas alterada por toda la habitación.

Sentí una pizca de culpa porque ella solo había sido amable conmigo y yo había huido dejándola botada a la primera oportunidad. Aunque no me arrepentía. Gracias a ello había visto a mi Percy, aunque no de la forma que esperaba.

—Lo siento, Mariana, yo no que—

Me hizo una seña con sus manos que me callara.

—Fuiste a buscarlo, ¿no? Al tal Percy, ¿lo encontraste? —me increpó molesta y, aunque quise negarlo, no pude. Supongo que ella realmente me conocía. Simplemente afirmé con mi cabeza.

—¿Quién es? —relajó la mirada—. ¿O más bien, quién crees que es?

—Yo...

—Sophia, soy la única en quien puedes confiar. Si huiste a ese lugar es porque hallaste a ese hombre, ¿cierto? ¿Quién es? Vamos, continúa con esta locura.

Dudé en contestarle, pero al ver su mirada enfocada en mí, supe que no pararía hasta que le dijera algo. Y si no se lo decía a ella, ¿a quién más? Con suerte, me ayudaría.

—Se llama Charles —respondí apenas y vi sus ojos abrirse.

—Carajo, Sophia, debes estar bromeando —negó—. ¿Hablas de Charles Leclerc, el piloto de Ferrari? ¿Cómo estás segura?

—Eso creo. Yo... vi una foto de él y lo reconocí de inmediato, y al sentirlo cerca, pude comprobarlo.

—¿Lo tocaste? —preguntó y afirmé con la cabeza—. No sé quién está más loca: yo por siquiera poner en duda esto, o tú creyendo que el príncipe de Mónaco es tu amado.

—¿Percy es príncipe? —rió al escucharme.

—Es un decir, Sophia —suspiró agotada—. Charles —remarcó la palabra— es muy popular y rico, pero no de la realeza.

Asentí, comprendiendo sus palabras.

—¿Cómo te fue con él? ¿Te reconoció? —preguntó con un toque de ironía.

Lovers from Another Life  [CHARLES LECLERC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora