Prólogo

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Año 1974 - Italia

—No entiendo, ¿Quién pudo traicionarnos ahora? —pregunté, angustiada.

—Los únicos que sabían eran Henry y Leonela, de mi parte. Pero ellos son mis amigos; jamás me traicionarían.

—Solo mi madre sabía donde estaba, pero ella jamás me entregaría —habló Percy, sumido en sus pensamientos—. Tal vez solo nos halló por suerte. No es la primera vez que te encuentra.

— Quisiera creerlo, pero la última que me tuvo encerrada el se rio diciéndome que alguien cercano se lo había dicho. Alguien que jamás imaginaria y en quien confiaba— dije mirándolo tratando de descifrar quien había sido el traidor. — ¿No crees que alguno de mis amigos me traicionó verdad?

—Leticia, amor, eso ya no importa ahora. Lo que importa es que no tenemos dónde huir.

Percy detuvo el auto, y un silencio helado se apoderó de nosotros. Sabíamos que era cuestión de minutos para que el carro de Héctor apareciera.

Si hasta mi padre había dejado atrás todo,  no entendía por qué el seguía aferrado a tenerme como un trofeo.

—Cuando llegue, sabes lo que pasará ¿Cierto?  Fuiste su prometida, y juro que me mataría por alejarte de el. No tengo un arma con que defenderme. Lo más seguro es que — hablo y su voz trataba de sonar serena aunque sabía que no era así.

—¡No! ¡Soy tu esposa! Tiene que entenderlo —respondí, luchando por contener las lágrimas que amenazaban con caer.

—Lo sé, amor, pero eso no le bastará —tocó suavemente mi mejilla, tratando de tranquilizarme.

—No quiero vivir si no estás, Percy. No puedes dejarme. Si él te hace algo, moriré contigo antes de quedarme y que me obligue a casarme con él.

El sonido de un auto acercándose se hizo presente haciéndonos callar. No había escapatoria. Percy encendió el motor nuevamente y arrancó.

—Este camino solo nos lleva a una dirección —me miró profundamente, como si quisiera comunicarme algo que no entendía—. el mar— susurro.

—Percy, ¿tú estás pensando...? —intenté procesar lo que él intentaba decirme.

—No tienes que hacerlo si no quieres, amor. Tú puedes salvarte.

—No, lo haremos juntos. "Hasta que la muerte nos separe! ¿Recuerdas?

El ruido del auto cercano se intensificó, y mi corazón latió con más fuerza. Miré sus ojos castaños una vez más mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro.

—No puedo creer que nuestra historia termine aquí, justo cuando éramos tan felices —mis lagrimas volvieron a cubrir mi rostro.

Unos disparos resonaron, y entre los gritos que se acercaban, escuché la voz de Héctor maldiciéndonos.

—No acabará aquí, cariño —tomó mi mano, tratando de distraerme del caos, y se aferró al volante—. ¿Crees en la reencarnación?

—Sí —respondí, dudosa, pues había escuchado poco sobre ello y no estaba segura de su existencia.

—Entonces nos encontraremos en nuestra siguiente vida, ¿sí? Te estaré esperando, Leticia. Búscame, y prometo que seremos felices por siempre, como en los cuentos —me dedicó una última sonrisa, una que siempre me tranquilizaba, y aceleró el auto.

Todo lo que vi después fue el verdoso color del agua inundando el auto. Percy estaba inconsciente. Tomé su mano con más fuerza y dejé que mis ojos se cerraran.

—Nos volveremos a ver en nuestra próxima vida, amor. Prometo que te encontraré.

Fue lo último que pensé antes de dejarme ir.





El primer prólogo de esta bella historia de amor y traiciones. Las estaré leyendo. No olviden votar.

Lovers from Another Life  [CHARLES LECLERC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora