Capítulo 4: Primo arrivo

43 12 3
                                    




POV Sophia

Desperté con un terrible dolor de cabeza. Traté de recordar la noche anterior.

—Eres Percy, mi Percy. ¿Por qué ya no me quieres?

—Suelta a mi novia ahora mismo, Leclerc.

Dios, me senté en la cama rápidamente, lo que provocó un quejido de dolor. Se suponía que tenía que tratar de llevarme bien con Percy o Charles, pero solo lo había empeorado. No supe cómo había tomado más de tres vasos de limoncello. Empezaba a recordar por qué solo brindaba con uno.

La puerta de mi habitación se abrió y vi pasar a Emilio con una fuente de desayuno. Pensé que estaría molesto, pero se acercó sonriéndome.

—¿Ya estás, principessa? —me sonrió, acercándose y dejando suavemente aquella fuente que contenía un tazón con fresas. Amaba las bayas.

—Emilio, yo...— traté de decir algo.

—¿Ya no soy Emi? —sonrió, y noté que cada vez que lo hacía, pequeños hoyuelos se formaban en su rostro. De repente, comprendí sus palabras recordando la noche anterior..

Emilio, ¿estás molesto? Emi, hazme caso. Lo siento, dijiste que no me acercara mucho a Charles. Emi, hazme caso.—me removí de sus brazos y puse mis manos en su mejilla.

—¿Emi? Jamás habías acortado mi nombre antes —sonrió viéndome, y su mirada me puso nerviosa, lo que me hizo retirar mis manos de su rostro.

—Sophia —acunó ahora mi rostro en sus manos—. No estoy molesto. Jamás me molestaría contigo, princesa, y jamás lo haría. La culpa es de Leclerc.

—No, es mi culpa. Yo...

—Shhh, cariño. Tranquila, no pasa nada. Necesitas dormir, ¿sí? Mañana hablaremos.

Regresé a enfocarme en mi presente y no pude evitar sentirme mal por Emilio.

—Emi, ayer yo...— nuevamente quise disculparme por todo.

—Tranquila, amore. Todo está bien. Vine temprano para verte y porque queria contaré más acerca de tu pedido de trabajar en Ferrari— lo miré preocupada de que hubiese retrocedido en su decisión por mis últimas acciones.—

Centré mi atención en él rogando que no fuera ello.

—No creo que estés lista aún para trabajar, pero sabes que tus deseos son órdenes para mí— suspiré aliviada—. Ya te lo había adelantado en la cena pero te lo confirmo ahora. Creo que estarás cómoda en el departamento de marketing e imagen. Estudiaste negocios y has estado estos últimos años entre el modelaje y la fotografía, así que tienes experiencia en ello. Quizás puedas ayudar en las sesiones.

—¿Era modelo?— pregunté sorprendida. No me consideraba bonita. Mi amiga, Mariana, era mucho más linda.

—La más bella —tocó mi mejilla suavemente. Su tacto ahora no me disgustaba—. Pero lo que más te gustaba era tomar fotografías. Era tu pasión. De hecho, tengo algo para ti que quizás te ayude a recordar.

Ante mí trajo una cámara de fotos. Verla produjo un sentimiento extraño en mí, y más cuando la tuve en mis manos.

—Te gustaba tomar fotos de manera analógica. Te divertía mucho, así que hace cinco años te regalé una. La mejor cámara analógica. La amaste desde el primer momento.

Por un momento, me quedé apreciando aquella cámara. Tenía grabado un mensaje en ella:

"S.Z - From Emilio for the love of all my lives."

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 9 hours ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Lovers from Another Life  [CHARLES LECLERC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora