Capítulo cuatro: Misión

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Kakashi miraba con una ligera sonrisa a su pareja y alumno al mismo tiempo, Naruto jugaba con el agua del río que habían encontrado en dirección al lugar de su misión

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Kakashi miraba con una ligera sonrisa a su pareja y alumno al mismo tiempo, Naruto jugaba con el agua del río que habían encontrado en dirección al lugar de su misión.

Sólo estaban los dos en su misión. Sakura había tenido una misión en solitario y Sasuke estaba viajando por el mundo para expiar sus pecados y algo oscuro dentro de Kakashi quería que demorará años, porque después de la guerra Sasuke hacía caso a todo lo que le dice el rubio.

Y el lado posesivo de Kakashi sale a relucir, quiere aplastar los labios de su pareja con los suyos en frente de Sasuke, quiere agarrar sus carnosos muslos, quiere dejar en claro que Naruto era suyo.

Él sabía que Naruto nunca le sería infiel, jamás, pero esos celos posesivos seguían ahí y seguirán, Kakashi intenta ocultarlos, aún sabiendo que Naruto ya tiene una idea de ellos, siempre que estaban en un lugar el rubio entrelazaba sus manos y en algunas ocasiones se sentaba en su regazo.

Y eso era lo mejor para Kakashi, porque podía agarrar sus muslos, sus caderas, sentirlo encima de él siempre sería un deleite y sabe que jamás se cansará de eso.

—¡Kash, ven! —lo llamó su pequeño, quien estaba parado en las orillas del rio, estaba sin su chaleco, sólo sus mayas negras y su pantalón negro. Kakashi vio pequeñas porciones de grasa en sus caderas y quería agarrar, quería hundir sus manos ahí.

Siempre había apreciado la belleza de las cosas, pero la que trae Naruto era incomparable, su corazón de oro, su amabilidad, su franqueza, su actitud desconciderada, su figura esbelta, ágil y delicada. Pero era tan fuerte, que con un sólo puño podía hundir la mitad de la aldea y si quiere puede derribarla toda. También estaba su cabello dorado, sus marquitas en las mejillas, sus ojos preciosos y su linda boquita.

Sí, la linda boquita que Kakashi ha probado incontables veces, Naruto había dado uso de ella en muchas maneras. Y eso lo volvía loco. El calor y la rosada lengua hacían que se derritiera como si fuera un pedazo de hielo bajo el sol.

Caminó hacia su chico, más concentrado en él, que en lo que sea que Naruto quiera mostrarle. Ya estando a centímetros envolvió sus brazos por las caderas de Naruto y lo pegó a su cuerpo.

—Siempre tan empalagoso —dijo Naruto divertido dandole un beso en la mejilla.

—Siempre tan atrayente —respondió de vuelta y lo beso de manera cariñosa. Su mascarilla estaba olvidada en algún lugar de sus cosas, sólo cuando su chico estaba con él dejaba al descubierto su cara.

Naruto sonrió complacido y envolvió sus brazos por su cuello y pegó más sus cuerpos si era posible. Kakashi estaba en las nubes, mientras agarraba el trasero de su estudiante y lo alzaba para que sus piernas envolvieran su cintura. Lo beso con ganas, al separarse había un rastro de saliva.

El rubio tenía la boca ligeramente abierta, dejando al descubierto su lengua rosada, Kakashi quería tener su polla atrapada ahí. Suspiró para sus adentros, después de la misión tendrían tiempo. Ahora sólo le queda fantasear y recordar algún momento íntimo de ellos. Porque a pesar de la apariencia inocente de su novio, era lascivo y tan jodidamente erótico que le volaba la cabeza.


••••


Ya estaban descansando después de la misión, se habían quedado en un hotel. Estaban en su habitación y Kakashi había salido de bañarse, con sólo una toalla en su cadera. Naruto que estaba sentado en la cama lo miró de arriba a bajo.

El Hatake se sentía bien bajo la mirada de su novio y sonrió al ver como los ojos azules se oscurecieron. Naruto se acercó hacia él y agarró su mano para tirar de él hacia la cama. Kakashi se dejó hacer.

Lo sentaron a la orilla de la cama y miró confundido a su chico que seguía de pie, pero un escalofrío recorrió su columna al ver la sonrisa de Naruto y como se arrodillaba entre sus piernas. Su cuerpo se estaba calentado porque sabía lo que se venía.

—¿Te la quitas tú o la quito yo, Kash? —preguntó Naruto con voz ronca. El mayor no lo dudo y abrió la toalla, para dejar al descubierto su pene medio erecto.

Naruto sonrió y lamió sus labios. Kakashi en cambio ya estaba nublado por el deseo y aún no lo tocaban, pero suspiró al sentir las suaves manos de Naruto en su pene, dándole ligeros masajes y subiendo y bajando lentamente. Su pene se contrajo y se levantó orgulloso, era grande, sí y largo.

Kakashi estaba orgulloso de su pene, gracias.

Naruto no lo dudo y abrió su linda boquita para llevarlo, el Hatake suspiró de total placer. La húmeda y caliente boca de su alumno siempre será su perdición. El rubio chupaba con fuerza y rudeza, haciendo que gruñera de deleite. Naruto sabía como hacerlo suspirar.

Porque jugaba con su lengua, se lo sacaba para lamer como si fuera una paleta, que Naruto amaba comer. Kakashi agarró la cabeza de su rubio y lo hizo tragar todo, el otro se dejó y subía y bajaba con más velocidad, mientras con una de sus manos jugaba con sus testículos y la otra estaba en la base de su pene.

Kakashi ya estaba viendo blanco por el placer, mientras sentía como una mancha caliente se formaba en su vientre, era claro que iba a terminar.

—Naruto...—susurró ya sin aire, pero era una advertencia. El otro asintió y lo chupo con más fuerza y él se derramó en un gruñido, Naruto trago todo y el que se había regado lo lamió. Kakashi estaba intoxicado ante la vista.

—Rico —murmuro Naruto con los labios hinchados. Kakashi sonrió entre la bruma del deseo.

—Recien acabo de bañarme —susurró sin arrepentimiento. El rubio sonrió coqueto y se levantó. Dejando ver su torso desnudo y su pantalón bajado en sus caderas, Kakashi miró con la boca hecha agua la erección de Naruto.

Él también quería probar.

—Que bueno que yo aún no me baño, ¿no deseas acompañarme? —lo invitó Naruto, mientras jugaba con el elástico de su pantalón. Y daba la vuelta para entrar al baño moviendo sus caderas muy bien.

Los ojos de Kakashi se posaron en su trasero y sonrió, persiguiendolo hacia el baño, como un perro sigue a su amo. Porque Kakashi podía ser el maestro, pero Naruto ya era su dueño y lo seguiría como un perro fiel hasta el final.

••••

Estén, estén.

Les pregunto y quiero que respondan sinceramente:

¿Les gusta este tipo de cosas, o prefieren las cosas dulces o les gusta las dos cosas?

A mí en lo personal las dos cosas, algunas veces cosas dulces y otras un tanto diferentes. Acepto críticas constructivas, de verdad.

Gracias por leer. <33

Vivan y sean felices. 🩵

Las Sombras del Sol Donde viven las historias. Descúbrelo ahora