Durante educación física, Monty, Jamie y Claude estuvieron juntos platicando. Algunas veces, el profesor les llamaba la atención para que no se distrajeran.Cooper había estado callada, un poco alejada, mirando a los tres chicos dialogar, aunque también observaba a sus otros compañeros.
Ella seguía las instrucciones de su profesor. Las actividades terminaron y pasaron a la siguiente clase: Literatura. Tenía nuevos horarios; después de Literatura, seguía Química.
Cuando educación física acabó, empezaron a salir del gimnasio para la siguiente clase.
Cooper iba detrás de todos, un poco tímida. Caminaba por los pasillos, sintiéndose nerviosa al no saber dónde estaría el aula o si sería en el mismo lugar. Ella sobrepensaba mucho.
Sin embargo, al ver que estaba sola, Monty se acercó rápidamente a Cooper.
-Hey, no te quedes atrás -dijo, poniéndose a su par.
-Oh... bueno, no quería ser invasiva con ustedes.
-No, para nada. Eres nueva, necesitas ayuda y amigos, posiblemente -su voz era amable; parecía increíble que Cooper dejara de sentir nervios o miedo de hablar con alguien que no fueran sus amigos.
-Eh, bueno... -ella fue interrumpida por Jamie, quien también se puso a la par de Monty, mientras Claude se colocaba al lado de Jamie.
-Descuida -dijo Claude-, no estás haciendo nada malo. Sabemos que es extraño para ti; de todos modos, eres extranjera.
-Eh, sí, soy de Londres.
-¿De Londres? ¿Es decir, con la Reina Isabella II? -habló Jamie, fascinado-. ¿Y sí tiene horarios para el té, como en las películas?
-Jaja, Cooper rió. Sabía cómo era la idealización de Inglaterra-. Sí, sí sucede; hay horarios para tomar el té.
-¡GENIAL! -para Jamie, era un logro saberlo.
-¿Eso es lo que te emociona? -preguntó Monty con algo de confusión.
-Sí, puede parecer absurdo, pero es increíble saber que no solo es ficción.
Los cuatro continuaron hablando, intentando que Cooper no se sintiera como un estorbo. Su conversación terminó cuando llegaron al aula donde tendrían Química.
-Oh, no hemos logrado ver a Pippa y Caled -mencionó Monty.
-Los veremos en el receso. Así les presentamos a Cooper -habló de forma neutra Claude, consciente de que tarde o temprano los verían en receso o después de clases, ya que eran vecinos.
La siguiente clase fue lo habitual: presentación y bienvenida al nuevo año escolar. Cada alumno se presentó y habló un poco de sí mismo. Cooper mencionó que se presentaba con su apellido, aunque ya había dicho su nombre:
-Soy Cooper, me gusta más mi apellido que mi nombre. Así que pueden llamarme así.
-¿No te gusta tu nombre? -preguntó la profesora.
-No es que no me guste, solo me siento más cómoda.
-Oh, está bien. Como no me conoces, soy Dayana Smith; puedes decirme profesora Daya, ¿ok? -ella sonrió y luego prosiguió con el resto de los alumnos. Cooper solo asintió.
La clase fue más relajada que la del profesor Yoder. La docente fue amable y siempre sonreía, hablando con ánimo. No había rastro de mal humor.
Los alumnos estuvieron encantados. Sin embargo, después de tantas clases, aunque fueran cuatro, llegó el momento de ir al receso. Los chicos le mencionaron a Cooper que se juntara con ellos:
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EL origen de la ira: En el Jardín de Amapolas
Fanfiction" el Jardín de Amapolas, secretos aguarda, la belleza de la flores podría ser indicador de algo que estaría por pasar. O que alguien estaría por llegar. De la flor su ira nacerá, y de la ira caos traería. El miedo llegaría junto el castigo, Sin emba...