Capitulo XVI

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Narrador: Omnisciente

Madeline Dupont no sabía cómo había llegado a este punto. Todo empezó como un plan, algo que había parecido simple en ese momento.Pero ahora… ahora las cosas se sentían diferentes.

No eran novios. Ellos ni siquiera salían en realidad. Apenas llevaban una semana fingiendo algo que se había escapado de las manos, y el beso que había compartido con Matheo cuando Terry estaba cerca había sido solo parte del plan. ¿Cierto? Se suponía que nada de eso significaba nada, y aún así, cada vez que Matheo la miraba de esa manera, como lo había hecho más temprano en la biblioteca, algo en su interior se removía.

Ella estaba en su habitación, después de clase, tratando de concentrarse en el libro de pociones frente a ella. Pero era inútil. Las palabras de Matheo no paraban de rondar en su cabeza: “No somos solo amigos, Madeline.” Y lo peor era que una parte de ella sabía que él tenía razón. Pero, ¿qué sentido tenía eso? No había nada entre ellos, solo una fachada para protegerla de Terry. Nada más.

O eso intentaba convencerse a sí misma.

Un golpe en la puerta la sacó de sus pensamientos. Su cuerpo se tensó al reconocer la familiar presencia del otro lado. Matheo. ¿Qué hacía aquí ahora?

—Madeline, soy yo. —La voz de Matheo atravesó la madera de la puerta, con ese tono que siempre lograba desarmarla.

Madeline dudó un segundo, pero se levantó y abrió la puerta. Matheo estaba ahí, con una expresión seria, pero no la dureza de antes. Parecía… confundido. Ella se cruzó de brazos y lo miró, sin moverse para dejarlo pasar.

—¿Qué quieres? —preguntó con su habitual tono cortante. Sabía que era una forma de protegerse, de evitar que él viera lo que realmente estaba ocurriendo dentro de ella.

—Hablar —dijo simplemente. Su mirada era intensa, como si estuviera tratando de leer sus pensamientos.

—Ya lo hicimos antes. ¿No fue suficiente con el show que armaste en el comedor? —respondió ella, alzando una ceja.

Matheo suspiró y se pasó una mano por el cabello, claramente frustrado.

—Me equivoqué —admitió—. No debería haberte presionado de esa manera, pero… lo que me molesta es que no podemos seguir pretendiendo que no hay nada más aquí.

Madeline sintió cómo su estómago se revolvía. No quería tener esta conversación. No quería enfrentarse a lo que significaba. Porque admitir que algo más estaba ocurriendo entre ellos sería perder el control. Y eso no era algo que estaba dispuesta a hacer.

—No sé de qué hablas —dijo, volviendo a cruzar los brazos frente a su pecho, como si ese gesto pudiera protegerla de lo que estaba a punto de suceder.

Matheo dio un paso hacia ella, manteniendo su mirada fija en la de Madeline.

—Sí lo sabes. Esto ya no es solo por Terry. No puedes negar que cada vez que me besas, no lo haces solo por él.

Madeline sintió un nudo en la garganta, pero se negó a mostrarlo. Quería gritar que estaba equivocado, que todo esto seguía siendo una mentira elaborada para protegerse. Pero las palabras no salían.

—Somos amigos, Matheo. Eso es todo. —Su voz sonó fría, distante. O al menos, eso intentó.

Matheo no parecía convencido. Sus ojos, oscuros y penetrantes, buscaban una respuesta que ella no estaba dispuesta a darle.

—¿De verdad lo crees? —preguntó en un tono bajo, casi desafiante—. ¿Amigos? Porque lo que pasa entre nosotros no es algo que los amigos hacen. Y lo sabes tan bien como yo.

Madeline sintió cómo su corazón latía más rápido de lo que quería admitir. Quiso decir algo, cualquier cosa, pero estaba atrapada entre la verdad que no quería enfrentar y el muro que había levantado para protegerse. Matheo siempre había sido una distracción, alguien a quien utilizar cuando Terry estaba cerca. ¿Cierto? Pero entonces, ¿por qué le importaba tanto lo que él pensaba? ¿Por qué sentía que estaba perdiendo algo si lo alejaba?

Matheo dio otro paso hacia ella, tan cerca que podía sentir el calor de su cuerpo, pero no la tocó. Solo la miraba, esperando una respuesta que ella no tenía.

—Mira, no tienes que decir nada —dijo él, rompiendo el silencio que había crecido entre ellos—. Solo quería que lo supieras. Estoy aquí, cuando decidas enfrentar lo que sea que esté pasando.

Madeline lo miró, su corazón luchando entre sus emociones y su razón.. Pero ella no estaba lista para admitirlo. No podía. No con él.

—Matheo... —empezó, pero él la interrumpió.

—No ahora. No tienes que decir nada ahora —repitió con suavidad

Y con eso, Matheo se dio la vuelta y salió de la habitación, dejándola sola con sus pensamientos y el caos emocional que había desatado.

Ella ahora sí no podía estar más confundida porque al final del día que futuro le esperaba a una Duppont como ella con un Riddle como el,como Matheo

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Nota:Madeline es una estupitaaaa como no va a querer estar con el,Pero bueno, recuerden votaaaar y SIEMPRE ESCUCHEN THE SMITHSSS 🙏🏻

TikTok: Lizzyfictions

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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Do like poles also attract? / Matheo RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora