04. 𝑬𝒏𝒐𝒓𝒎𝒆 𝒄𝒂𝒔𝒕𝒊𝒈𝒐.

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Los meses pasaban con rapidez, en un abrir y cerrar de ojos Ivette llevaba casi siete meses en aquel tiempo al cual ella misma, accidentalmente, se condenó

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Los meses pasaban con rapidez, en un abrir y cerrar de ojos Ivette llevaba casi siete meses en aquel tiempo al cual ella misma, accidentalmente, se condenó. Había muchas preocupaciones en su mente y una de ellas era del como haría posible que Harry naciera, no pasaba por desapercibido el ligero interés que cierta pelirroja de apellido Evans, la perseguía bastante.

Quiso evadirla, lo intentaba e incluso huía pero de alguna manera esa joven siempre lograba encontrarla. Y claro sin olvidar que al menos cada dos semanas le regalaba algo a Ivette. Por supuesto nuestra ex Sultana era amable y le daba bastante pena rechazar los obsequios que con tanto esfuerzo la ojiazul los hacia.

Justamente en aquel momento la castaña veía pensativa su cuaderno de notas donde hacía lo posible por recapitular todo lo que sabía del futuro. Sin embargo incluso para si misma había cosas que desconocía ya que por obvias razones ella no estaba involucrada en todo eso sobre la profecía.

¿Cómo iba a ayudar en el pasado cuando incluso ella misma conocía tan poco sobre el futuro? Tal vez debía dejar que varias cosas pasarán, a veces por mucho que uno se esfuerce no podía cambiar tantas cosas como quisiera. Pero si había algo de lo que Ivette se aseguraría por completo es que no dejaría que los Potter murieran y dejarán huérfano al que sería en el futuro él famoso Harry Potter.

En ese momento la profesora de D.C.A.O de verdad creyó que sería un día tranquilo como cualquier otro en la semana, incluso ya tenía planes para relajarse lo que restaba de la tarde. Fue hasta que vió a cierta adolescente entrar con rostro de desesperación al salón que entendió que las cosas no serían tranquilas.

— ¡Maestra! — Andrómeda entra corriendo dirigiéndose al escritorio de la castaña.

— Señorita Black con más calma, ¿Qué ocurre? — Pregunta con el ceño fruncido mientras guardaba su libro de notas.

— ¡Son Potter, Pettigrew, Lupin y el tonto de mi primo Sirius! — Responde con rapidez y sonando agitada.

— Sigo sin entender. — Entrelazando sus manos sobre el escritorio sin apartar su mirada de la joven.

— ¡Están molestando a Severus!

Fueron suficientes esas palabras para que la castaña se levantará rápidamente de su asiento y le pidiera a la adolescente que la guiará a dónde estaba el problema.

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Ambas castañas fueron corriendo entre pasillos, ignorando las miradas de confusión que todos le daban, dirigiéndose hacia los jardines donde al parecer la pelea se estaba dando. No fue necesario buscar al cuarteto de amigos, pues las risas burlonas fueron más que suficientes para encontrarlos.

Se sorprendió al ver cómo tenían levitando de cabeza al pelinegro mientras que los tres de los cuatro amigos se reían con tanta gracia, vaya que fue mayor su sorpresa al ver a Lily observando todo sin intervenir.

𝑻𝒆𝒂𝒄𝒉𝒆𝒓'𝒔 𝑷𝒆𝒕 - 𝑺𝒆𝒗𝒆𝒓𝒖𝒔 𝑺𝒏𝒂𝒑𝒆 || ᴹᵃʳᵃᵘᵈᵉʳˢ ᵉʳᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora