EL REY PT. 02

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MAGGIE

Con cuidado saco las galletas del horno, sonrío al darme cuenta de que por fin no se me quemaron, festejo con un baile y tarareando una canción, apuesto a que a mi rey le encantarán.

—¿Qué festejamos?— alzo la vista para ver a uno de los caballeros de la corte.

Dominick, la mano derecha de Henry, bueno, así se considera el y todos lo creen, aunque se de muy buena fuente que a Henry no le agrada tanto, no se porque, hasta yo pensaba que si.

—Galletas perfectas— sonríe y se acerca para comprobarlo.

—Huelen bien.

—Lo sé, la onceava es la vencida— suelto egocéntrica.

—Pensé que la tercera— me encojo en hombros.

—En mi mundo, es a la vez que te salga bien...entonces, ¿qué se le ofrece señor caballero?

—Una galleta y agua por favor.

—Estás galletas son para el rey, pero...tengo de ayer, un poco quemadas, bueno, deben de tener algo rescatable— abro el bote de las galletas.

No quise tirarlas, aunque debí de hacerlo.

—Creo que solo quiero el agua— ruedo los ojos.

Intento poner el bote en su lugar, el estante está alto así que a la hora de saltar voy a caerme, pero unos brazos fuertes lo evitan.

—¿Acaso siempre estás cayéndote?— me habla Dominick al oído.

—El suelo y yo tenemos una estrecha relación— reímos.

Lo sostengo de los brazos al ponerme bien de pie, estamos muy cerca, Dominick es un hombre muy atractivo, ya se porque casi toda la servidumbre está detrás de él.

Aunque no se le compara para nada a Henry.

—Dominick— nos separamos al escuchar la voz firme del rey.

—Majestad— los ojos azules de Henry se alternan entre ambos.

—Majestad— murmuro.

—Si no mal recuerdo te ordené que estuvieras al pendiente del reino, no de mi servidumbre— parece molesto.

—Ya iba a salir...

—Pues se te hace tarde.

—Tiene razón su majestad, con permiso— el rubio le da una última mirada antes de salir de la cocina.

—Sube mi te y mis galletas— me ordena Henry.

Por lo que sea que esté de malas, yo no tengo la culpa.

Suelto un gran suspiro, hablo entre dientes mientras acomodo todo en la charola para llevárselo.

Como siempre, me como una galleta en el camino, ¿por qué los pasillos tienen que ser tan largos?, ¿por qué tengo que perderme si ya llevo casi dos años trabajando aquí?

Soy tan de confianza que quedé de encargada en estos días que Sussy está enferma, la pobre se preocupó mucho cuando escucho decir al rey que me dejara a mí a cargo.

Yo me alegré y luego del primer día sola, quería correr y darle toda mi buena salud a Sussy para que ella volviera.

Estar a cargo es tan demandante y pesado.

Entro a la habitación del rey sin tocar, la reina está de visita con sus padres, así que no me preocupo, cierro dándole un golpe a la puerta con el pie y me acerco al escritorio para dejar la charola.

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⏰ Última actualización: 4 hours ago ⏰

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