Sabían que ser padres sería duro, pero en este punto no estaban seguros de que hacer, ambos bebés tenían cólicos, al llevarlos l hospital su amigo Midorima, les dijo que es un fenómeno natural que se les presenta a los bebés pequeños
-Shhh... Ya mi bebita -el pequeño Seiji había recibido un suero que pudo tranquilizarlo sin embargo no parecía ayudar aún a la pequeña niña
-Creo que veríamos llamar nuevamente a Shin...
-¡Oh, creo que esta calmandose! -Kouki miro aún más de cerca a la niña a la cual le daba pequeñas caricias en su vientre, la nena lo miro y estiró su manita para sostener su dedo índice
-Mi princesa... Mira a tu mami, lo tienes asustado -dijo Seijuro con suavidad-
Ambos padres suspiraron al ver que sus pequeños se sentían bien, habían estado llorando y quejándose por mucho tiempo, su hijo Seiji solía ser más mimoso, y claro que buscaba a Seijuro cuando quería abrazos, pero ver a Shio-chan llorar definitivamente no era cualquier cosa
-Mmm... Un nene se despertó ¿Sera buena idea alimentarlo?
-Creo que será mejor esperar a que el suero lo mantenga tranquilo un poco más, quizás ambos... -miro el pecho de su marido- comieron de más -levanto una ceja sugerente
-¡C-cariño! No digas esas cosas... -hizo un puchero mientras se sonrojaba miro por reojo como su esposo se reía de su expresión
Más tarde los niños fueron dados de alta, y recetaron un suero para que les ayude ante los posibles dolores de pancita
-Mira eso, y pensar que hace nada estaban quejándose por comer demasiado, supongo que eran gases -se les había recomendado dar masajes para ayudar a sus sistema gastro-digestivo
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Seiji////Shiori
