Kouki caminaba por la mansión mientras iba limpiando algunas cosas, estaba lavando algunas prendas de bebé cuando su esposo llegó solo para abrazar su espalda
-¿Que hace el amor de mi vida? -deja un leve beso en el cuello del otro-
-Hahaha... ¡Me haces cosquillas! -ríe tocando su cuello
-Espera... ¿Que tienes puesto? -tocó su espalda sintiendo algo debajo de la holgada camiseta
-Oh, es un sujetador para mantener el extractor -mencionó casualmente-
Los ojos de Seijuro miraban la textura de tela que se asomaba del sujetador y sintió que una terrible idea se acercaba.
"No creo que a Kouki le parezca bien" El emperador trato de razonar con él
-Ah... ¿Kouki, es doloroso?
-Nop, es cómodo y el quitarlo no duele, es muy bueno para... -miro la mirada pícara de su marido- ¡No...!
Seijuro lo sostuvo para quitar el extractor y huir del cuarto de lavado, siendo seguido por su esposo
-¡Akashi Seijuro! ¡Vuelve aquí!
-¡No antes de probar esto! -dijo mientras trataba de abrirlo
-¡Ese es el alimento de tus hijos!
-¡Y ahora será mío! Ellos no deben ser egoístas con su padre.... -murmura cuando por fin logró abrirlo
"Esto es la gloria"
Pensó unos segundos antes de que su esposo le arrebatara el beberon con la leche, estaba totalmente avergonzado
-Dios... Es un manjar lo que ellos comen... No me molestaría probarlo directamente del enva...
-¡Seijuro! Te voy a acusar con Masaomi-papá, le diré que haz estado molestandome
El pelirrojo no lo escuchaba, sentía que su boca estaba siendo bendecida al igual que planeaba un siguiente movimiento para volver a probar aquella maravilla