Capítulo 1

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Lo odiaba, sin duda lo odiaba.

Odiaba el hecho de ser Omega y más aún el hecho de tener que sufrir el celo, estaba sudaba, gimiendo y jadeando, se sentía patética al ponerse tan sensible por su dedos, sus propios dedos.

Era su primer celo en NeverMore y sin duda no lo estaba pasando muy bien, había intentado reprimirlo con supresores, pero era simplemente imposible, sus instintos primarios estaban ganando la batalla y por más que intentó con todas sus fuerzas contener aquel deseo de tocarse, no puedo.

Rogaba porque Enid no llegara a la habitación hasta que mínimo haya limpiado aquel desastre que estaba haciendo, se avergüenza de verse a si misma en aquella situación, degrada su imagen y más aún su propia conciencia.

Su omega tomaba el control de todo, dejando salir sus deseos más oscuros a la luz, como el hecho de que estaba perdidamente enamorada de Enid, su compañera y alfa. No había un celo donde la pelinegra no se tocara pensando en aquella dulce alfa imaginando que era ella quien la sometía y controlaba.

Sin duda Merlina Addams dejaría que Enid haga cualquier cosa con tal de complacer sus propios deseos.

La Omega intentaba hacer el menor ruido posible cuidando qué tan alto gemía, pues tenía miedo de ser escuchada, más cuando de su boca no salían más que simples barbaridades o el nombre de su linda compañera de cuarto.

Dedos la cuidaba dejándole un vaso de agua y una pastilla cada cierto tiempo y vigilaba que las cosas no se salieran de control, pues este conocía muy bien cómo se ponía la Addams mientras estaba en su celo y no quería que algo se saliera de control.

La mano estaba algo triste por su niña, pues este conocía los sentimientos reprimidos de Merlina hacia Enid y no ayudaba en nada que esta ahora mismo este en celo, frotándose a si misma imaginando a la otra, mientras que la rubia aún seguía de novia con el Gorgona. De hecho era algo que realmente detestaba, pues su niña era mejor que ese  inservible Gorgona

Conocía el sufrimiento de Merlina cada vez que veía a Enid con él o cada que la rubia lo mencionaba en cualquiera de sus conversaciones. Merlina lo controlaba, por más enamorada que esté podía ella controlar aquello, pero su omega interior no y esto dejaba a una omega triste, enamorada e ilusionada en celo rogando porque su alfa la follara hasta el olvido, ya que la omega de Merlina era muy sensible y contando todo lo anterior, aquello no era una buena combinación.

Cuando Merlina al fin admitió sus sentimientos por Enid, sus celos comenzaron a ser más fuertes y sin duda al final del día se quedaba sin fuerza alguna, lloraba porque no tenía a su alfa con ella y rogaba porque esta al fin recapacitara y pensara en el mero hecho de que ella podía hacerla incluso más feliz que aquel beta con el que andaba.

- Ahhh... E-Enid - gimió Merlina quedándose sin fuerzas, dejando que su cuerpo descansara un poco.

Después de un tiempo la pelinegra encontró la fuerza necesaria para pararse y arreglar todo el desastre que había hecho en su cama, aún se sentía mojada y con mucho calor, pero tenía que parar no había tiempo para una segunda ronda, no cuando la rubia estaba a minutos de regresar a la habitación.

Mientras arreglaba todo la omega soltó unas cuantas lágrimas, pues aquel dolor sería menos si tuviera a su alfa con ella y la cuidara, así ni siquiera tendría que arreglar lo que ella había hecho en un vano intento de saciar su deseo.

Después de unos 10 minutos Merlina había dejado todo en su lugar y en su cama había hecho un pequeño nido, para ayudarla a calmarse, obviamente Enid no sabía que ella estaba en celo y tampoco pensaba que fuera necesario que la rubia lo supiera, pues ella podía controlarlo.

Se tomó un supresor para calmar su olor de omega en celo y hecho perfume para ocultar el olor de sus feromonas. Se echó a la cama y se quedó profundamente dormida, no quería estar despierta para cuando la rubia llegara, si no su omega volvería a tomar posición en ella y no sabía cómo eso podría llegar a terminar.

Para cuando la rubia llegó, vió a Merlina dormida y sonrió, no era normal ver a la joven Addams dormida tan temprano y mucho menos ver que estaba en una posición diferente a la cuál acostumbra a estar.

«Linda» pensó Enid mientras se iba a su lado de la habitación y empezaba a arreglar todo para dormir.

Dedos veía todo de lejos y solo deseaba que el celo de Merlina terminara lo antes posible.

Un celo dura entre 4 a 7 días.

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