-❝I said, do you think you'll
kill 𝙛𝙤𝙧 𝙢𝙚 one day?❞
-❝ Yes, of course I will,𝙢𝙮 𝙙𝙖𝙧𝙡𝙞𝙣𝙜❞
𝙀𝙇𝙔𝙎𝙄𝘼 𝙒𝘼𝙇𝘿𝙊𝙍𝙁 es una Kook de sangre
y de eso no hay ninguna duda, pero las
personas a su alrededor se mantienen
confusas: Elysia...
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BLONDE BOY IN PROBLEMS, CHAPTER FOUR.
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La semana estaba siendo agotadora, un torbellino de responsabilidades que parecía no tener fin. Los parciales en la academia Kook habían comenzado, y la presión de mantener las calificaciones era abrumadora. Como si eso no fuera suficiente, cada día me asignaban a un nuevo centro de ayuda, ya fuera para personas sin hogar o huérfanos. Al principio, me parecía una tarea noble, pero la carga emocional de ver esas realidades, junto con mis estudios, me tenía al borde del colapso.
El resultado de todo esto era que mis momentos con JJ se habían vuelto casi inexistentes. Entre sus trabajos y mis deberes, las horas se nos escapaban sin vernos. Y aunque intentaba mantenerme positiva, el peso de la distancia comenzaba a hacerse sentir. Extrañaba su risa, sus bromas, la forma en que lograba hacerme olvidar el caos de mi vida en Figure Eight, aunque fuera por un rato.
En este momento, mientras intentaba recuperarme del agotador examen de biología, decidí darme un respiro con una bebida energizante. Aún sentía la tensión en mis hombros y el cansancio mental se acumulaba, pero al menos tenía un momento para mí.
—¿Demasiado agotada? —escuché de repente una voz familiar que me hizo levantar la mirada.
Era Sarah Cameron, acercándose con su típica confianza tranquila, una pequeña sonrisa en su rostro. Me tendió una cartera de chicles de menta, como si fuera un gesto casual pero amistoso, típico de ella.
—Bueno, la realidad es que biología no es lo mío... —admití mientras tomaba uno de los chicles.
Sarah se rió suavemente. —Tranquila, nadie sale ileso de esos exámenes —respondió mientras tomaba asiento junto a mí, cruzando las piernas con elegancia—. Además, con todo lo que tienes entre manos, no me extraña que estés agotada.
—¿Cómo sabes?... —pregunté, frunciendo el ceño en confusión. Sarah simplemente sonrió con ese aire despreocupado que siempre la acompañaba.
—Vamos, Ely, todo el mundo lo sabe. Elysia Waldorf es el modelo a seguir para la juventud de la isla, siempre tan altruista, ayudando a los más necesitados —bromeó, dándole un toque sarcástico pero manteniendo su tono amigable. No pude evitar reírme, ella siempre sabía cómo aligerar el ambiente.
