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Dos pequeños niños de seis años jugaban juntos mientras sus padres los veían.

-Pienso que jungkook tiene un gran potencial como Dhampir.

El señor Park tomó su copa de sangre llevándola a sus labios.

-No lo sé, después de todo tiene la sangre de su padre recorriendo sus venas.

La señora Hye miraba a su hijo.

-Pero también tiene la tuya, eres una de las Moroi más fuerte que conozco.

Jin abrazó a su amiga mientras observa a su hijo y a Jungkook.

-Espero que cuando crezcan sean grandes amigos como nosotros.

Los tres habían crecido juntos en la academia St.Vladimir, la cuál había sido fundada por los padres del señor Park y que ahora manejaba él.

-Lo serán.

Habló Jin muy seguro de ello. Luego de un rato los dos pequeños se acercaron a sus padres.

-Ya se aburrieron de jugar ?

-Es que jungkook se lastimó.

Jimin apuntó la pequeña herida que tenía jungkook en la mano.

-A pero es algo pequeño, jungkook no puedes llorar por eso.

El señor Park se agachó a la altura de los niños.

-Pero me duele.

Jungkook hizo un puchero.

-Dijiste que te gustaría ser un Dhampir para poder estar cerca de jimin, verdad?

El pequeño niño asintió.

-Pues Jimin como futuro rey necesita el Dhampir más fuerte y valiente y si no puedes superar esas expectativas no podrás estar cerca de él.

Esas palabras se quedaron en la mente de jungkook, jurandose que no sería débil y que sería el mejor Dhampir para así poder proteger a jimin.






Ambos se miraron fijamente con los ojos demasiados abiertos.

Qué acababan de hacer ?

-Vamos a llegar tarde.

Jimin se paró rápidamente y corrió al baño mientras jungkook seguía sin procesar lo que acababan de hacer.

No podían, estaba mal, las reglas.

Su cabeza no paraba de repetir las mismas palabras que se había dicho durante años pero que podía hacer cuando los latidos de su corazón no lo dejaban escuchar nada más.

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