¿Quieres que me preocupe por ti?
Colin le dio unas palmaditas a Sofía en la espalda. —Ríe como quieras.
¡Nunca pensé que me encontraría con una mujer tan tonta que terminaría
tosiendo por aguantarse la risa!
—No me hables. Todavía estoy enojada contigo. —Dijo Sofía mientras
cerraba los ojos. Ella ya no quería mirarlo.
Las comisuras de los labios de Colin se levantaron. —Sofía, quiero...
—¿Sí? —La curiosidad se apoderó de ella, y abrió los ojos para mirarlo.
Colin estaba repentinamente a centímetros de su cara. —Quiero besarte.
Tras pronunciar estas palabras, los labios de Sofía se sellaron.
Ella gimió involuntariamente. ¡No! ¡Podría contagiarlo con su enfermedad!
Aunque ella lo empujó con toda su fuerza, Colin no se movió de su lugar y
continuó besándola.
Pronto, Sofía se acurrucó cómodamente en los fuertes brazos de Colin. Al
mismo tiempo, Colin comenzó a juguetear. —Sofía, no trates de alejarme. ¡No
puedes hacerlo!
Ya fuera que lo amara o no, él haría todo lo posible para que ella se quedara
con él.
Si ella se enamoraba de otro hombre, él se libraría de esa persona usando los
medios necesarios.
—Colin Li. —Sofía suspiró.
—Estoy aquí. —Colin tomó sus manos.
El corazón de Sofía se suavizó con sus simples palabras. Él estaba ahí con
ella en ese momento. La hacía sentir bien.
—Colin, quiero un hijo... Un hijo propio. —Dijo Sofía en voz baja. Su mano
derecha estaba conectada al goteo intravenoso. Ella usó su mano izquierda para
acariciar su hermoso rostro mientras lo miraba con cariño. —¿Tienes una manera
de evitar que nuestro hijo se convierta en un bastardo? —ella preguntó.
Ella casi le rogó que no se casara con Dolores. Pero ella no podía decirle eso.
Si él pudiera echar abajo los planes de matrimonio con Dolores de Colin por
su cuenta, ella no tendría que impedir la boda. Pero ella realmente no quería queColin viera qué clase de mujer horrible podía llegar a ser.
La única respuesta que recibió Sofía fue un beso apasionado.
Después de mucho tiempo, Colin finalmente liberó a Sofía. Jadeando un
poco, él le dijo: —No dejaré que nuestro hijo sea ilegítimo. Por favor créeme.
¿Puedes hacer eso?
Sofía vaciló. Se iba a casar con Dolores. ¿Cómo podría él cumplir con su
promesa?
¿Qué quiso decir él? Sofía no podía entender a Colin en absoluto. Así que le
preguntó directamente: —Si quedo embarazada, ¿te divorciarías de Dolores?
Colin sonrió y besó la frente de Sofía. —No —él respondió.
No dijo más.
El comportamiento de Colin deprimió a Sofía de nuevo. Ella no sólo estaba
deprimida. Ella estaba enojada.
No quiso prestarle más atención, así que ella cerró los ojos.
Colin volvió a besarle la frente. Dijo en voz baja: —Recuperate pronto y
haré tu deseo realidad.
Sofía no abrió los ojos. Pero sus mejillas ruborizadas color carmesí
mostraban que había escuchado claramente las palabras de Colin.
No recordó en qué momento se quedó dormida, pero no despertó hasta que
salió el sol.
Por la mañana, Sofía se sintió mucho mejor cuando abrió los ojos. Entonces
oyó una voz preocupada a su lado. —¿Estás despierta? ¿Te sientes incómoda?
Colin le puso la mano en la frente para comprobar su temperatura.
Sofía negó con la cabeza. —Estoy bien... No, no lo estoy. —Llegó su
respuesta contradictoria.
—¿Te sientes bien o no? —Colin arqueó las cejas.
Tal vez era porque ella estaba enferma, pero Sofía quería actuar como una
niña mimada. —Mal. Me duele el estómago.
—¿Qué? Llamaré al médico. —Dijo Colin sin vacilar. Cuando se dio la
vuelta, Sofía rápidamente agarró su mano y lo jaló.
Colin se volvió hacia ella confundido. Sofía se rió. —¡Porque tengo hambre!
Colin dejó escapar un largo suspiro. Pero sus ojos no mostraban nada más
que amor. —Sólo dime que tienes hambre. No digas que tienes dolor de
estómago. ¿Quieres que me preocupe por ti?
Sofía miró a Colin con atención. —Si estuviera enferma, ¿te preocuparías
por mí?
Colin no respondió con palabras, sino que se expresó en acción. Besó a
Sofía.
Sofía lo empujó de inmediato. —¡No! ¡No me he cepillado los dientes!Colin dijo: —No me importa.
Bueno, ¡ella lo hizo! Ella todavía tenía su aliento de la mañana. ¡Fue
asqueroso! Sofía hizo una pausa. —¡Tengo que cepillarme los dientes y lavarme
la cara antes de desayunar! —dijo ella.
—Bueno. Deja que te ayude. —Colin se inclinó para cargarla.
—No hay necesidad de eso, ya me siento mejor ahora. Puedo hacerlo yo
sola. —Sofía se apartó de él y se sentó en la cama para ponerse los zapatos.
Luego se fue al baño.
En el baño, había un nuevo cepillo de dientes. No parecía el tipo que
proveían los hospitales. 'Debe haber sido Colin'. Pensó Sofía.
Sofía se perdió en sus pensamientos mientras apretaba la pasta de dientes.
Colin la había tratado con ternura desde la noche anterior hasta ese momento
Era como si hubieran regresado a los días de antes, cuando él todavía la amaba...
Pensando que Sofía ya había terminado, Colin abrió la puerta del baño. La
encontró mirándose pensativa en el espejo con el cepillo de dientes en la boca.
—Sofía —dijo—. ¿Estás esperando a que te ayude a lavarte los dientes? —
Su voz hizo que Sofía volviera a la realidad.
—¡Ah! ¡Espera, aún no estoy lista! —Ella rápidamente se cepilló los dientes
y se lavó la cara.
Sin moverse de su lugar, Colin se apoyó en la puerta y la observó hasta que
terminó.
Después del desayuno, Colin llevó a Sofía al hotel. Cuando Mario salió de la
puerta de su habitación, se sorprendió al ver que Colin y Sofía volvían a estar
juntos.
—¡Buenos días, Mario! ¿Irás a la otra compañía más tarde? —Sofía saludó a
Mario un poco avergonzada. No creía que Mario supiera que Colin estaba ahí.
Ella tenía razón.
—Sí, voy a ir más tarde. —Respondió Mario. Luego se volvió hacia Colin.
—¿Cuándo llegaste?
—Ayer.
—Bueno... —Se volvió hacia Sofía—. Sofía, puedes prepararte. Te espero —
Mario le iba a preguntar a Sofía si ya había desayunado. Pero al ver que ella
había regresado con Colin, él sabía que no tenía que hacerlo.
En ese momento, Colin interrumpió su conversación y le entregó a Sofía una
caja de medicina. —Recuerda tomarla a tiempo.
Sofía no la aceptó. —Ya me siento mejor. No necesito tomarla. —A ella no
le gustaba tomar medicamentos innecesariamente.
Después de decir eso, Sofía tenía la intención de volver a su habitación.
Luego recordó que había salido de la habitación la noche anterior sin llevarse sutarjeta de identificación. Necesitaba ir a la recepción para conseguir otra llave.
Colin le daba de vueltas a la caja de la medicina en su mano y le preguntó a
Mario: —¿A qué hora sales del trabajo para almorzar?
—Alrededor de las doce en punto. ¿Qué le pasa a Sofía? —Preguntó Mario.
—¿Está enferma? —Mario no sabía que Sofía estaba enferma hasta ese
momento. Mario había regresado al hotel cerca de las dos de la madrugada.
Pensó que era demasiado tarde para molestar a Sofía y prefirió dejarla descansar.
—Ella tuvo fiebre alta anoche. —Le respondió Colin. Luego llamó a un
camarero que pasaba para que abriera la habitación de Sofía.
Mario no pudo evitar acercarse a Sofía y mirarla con preocupación. —Sofía,
¿te sientes mejor? ¿Sientes alguna molestia? Puedes quedarte hoy en el hotel a
descansar.
Era obvio por la expresión de Mario que él estaba preocupado por ella.
Aunque Sofía se sintió conmovida, estaba un poco avergonzada. —Estoy bien.
Ya me siento mejor.
Al observar su interacción, Colin se sintió disgustado. Dijo fríamente: —
Sofía, vendré al mediodía para ver que tomes la medicina. Entra y alístate.
Necesitaba encontrar la forma para contratar a Sofía y alejarla del Grupo Pei.
Así ella podría hacerle compañía todo el tiempo... Sí, tenía que considerarlo
minuciosamente.
El ver a Sofía seguir a Mario todos los días y saber que iban juntos a viajes
de negocios lo mortificaba.
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ENAMORADA DE COLIN (SEGUNDA PARTE )
Любовные романыaquí seguimos con una historia más que de venganza de justicia se le hará justicia a sofia lo y su familia siga viendo