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Mis piernas no se sostenían por si solas cuando Lucy me dijo aquello porque no supe ni reaccionar ante eso. Suspiré rezando porque no le hubiera pasado nada, y menos cuando habíamos peleado antes.

-Lucy... Suelta ya, de qué se trata.

- Natasha... La hemos tenido que desnudar entera para lavarla y que no tuviera más infección su cuerpo y...

-¡Sueltalo ya, maldita sea!- Grité.

- Natasha tiene signos de violación. Tiene marcas por su cuerpo, tiene magulladuras en sus caderas, en sus nalgas, en las piernas...- Negué para mis adentros porque no podía ser, ¿quién iba a hacerle eso en el cuartel? Rapidamente mi cabeza recordó la mirada que aquel maldito soldado le echó a Natasha en la camioneta cuando estaban de vuelta de ir a por el pelotón médico.

Sin pensar, caminé con pasos rápidos, queriendo llegar cuanto antes a donde ese hijo de puta y reventarle la cara, quería venganza, quería hacerle sentir como podría sentirse una mujer violada.

-¡Steve, espera!

Yo no paré, porque estaba más que seguro de que había sido él. ¿Quién más sino?

-Fue su padre.- Escuché la voz de Lucy a mis espaldas y creí que me fallaban más las piernas que al principio. No podía ser.

-No. Sé quién ha podido ser.- Dije dándome la vuelta para mirar directamente a Lucy a los ojos.

-Ella misma me lo ha confesado en secreto. No quiere decírtelo, porque...

-Aquí Sargento Rogers. Mi pelotón y yo abandonamos la misión con lo que supone no tener reconocimiento por ello. Somos insuficientes para poder seguir nuestro plan. Cambio y corto.- Dije con el dedo apretado en el walkie, al terminar de hablar, lo solté y dejé a una Lucy que no daba crédito a mis palabras.

Con cada paso que daba, estaba más seguro de que aquello era lo correcto, y ahora mismo no me importaba tener que enfrentarme a un superior

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Natasha POV

Nada más dejar mi reposo y vestirme, me decidí a contarle a Steve por mí misma lo de mi padre, porque ahora lo sabía Lucy, y no sería bueno que el ojiazul lo supiera sin una explicación mía, del por qué yo dejaba que hiciera esas cosas.

En cuanto me vestí, salí al exterior, y uno de los soldados vino a mí con una sonrisa.

-¡Natasha! Nos vamos, ¡nos vamos de vuelta al cuartel!- Dijo emocionado mientras ponía una mano en mi hombro sano, yo fruncí el ceño sin entender. ¿Cómo que nos íbamos?

-¿Lo ha dicho Rogers?

-Bueno, el directamente no lo ha dicho porque no está, per-...

-¡¿Cómo que no está?!- Grité sin darme cuenta, e inmediatamente, dejé al chico con la palabra en la boca y me dispuse a buscarlo.

La respiración me faltaba al no encontrarlo por ninguna parte, y sucesivamente me di cuenta de algo. Lucy se lo había dicho, Lucy le había contado mi problema, porque ahora ella estaba llevando la carpeta que solía llevar Steve en la mochila con nuestras estrategias de combate. Me acerqué a ella y la empujé directamente, la sangre me hervía.

-¡TÚ! ¡¿Dónde está?!

-natasha, tranquilízat-...- Le di otro empujón más

-¡¿DÓNDE ESTÁ?!- Grité esperando una respuesta coherente mientras ella había bajado la cabeza.

-Está... Camino al cuartel. Tomo un vuelo extraordinario al nuestro y...- Mi mano fue directa a parar a su mejilla, con una fuerza inmensa, dejando que el sonido del choque resonara en el ambiente.

Capitan Rogers- RomanogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora