Dónde todo comenzó de nuevo 🌸 Colombia x Paraguay 🌸

Capítulo 7: Siempre serás mi Heather

3 de diciembre de 2019. Ya ha pasado casi un año y Paraguay no ha dado respuesta alguna desde que dijo:

"Necesito tiempo, por favor, denme tiempo." Aunque en mi corazón quiero pensar que me escogerá a mí, sé que no es verdad, y eso me hace llorar. ¿Qué haré? ¿Cómo continuaré mi vida? Ya sabia que escogió a Uruguay y que volvería retomar todo... pero me dolió que no me lo dijera en la cara si con una carta de ameniza de argentina pero qué más da.

Hoy vi una publicación de ella con un ramo de flores, al menos es feliz, y espero que siga así. Sentía cómo mis lágrimas caían cada vez que encendía las velas; no podía evitarlo. La quería tanto que me daba todo igual.

La lluvia seguía cayendo, cada gota resonando como un eco de mi tristeza. El sonido del agua me envolvía, y por un instante, me sentí perdida en mi propio mundo, un mundo donde Paraguay nunca se había alejado. Las memorias me golpeaban con fuerza: su risa, su forma de mirarme. Todo era un susurro en el viento que solo yo podía escuchar.

Recordaba los días que compartimos, los secretos que intercambiamos bajo las estrellas. ¿Por qué había dejado que se desvanecieran? Cada recuerdo era una punzada en mi corazón. Había días en que el deseo de acercarme a ella era abrumador, pero la distancia que se había creado era un abismo que no sabía cómo cruzar.

En mi mente, la imagen de Uruguay Sur se mezclaba con la de Paraguay. ¿Por qué había dejado que eso sucediera? La culpa me consumía, y cada vez que pensaba en lo que había pasado entre nosotras, el dolor se hacía más intenso. Me sentía como un espectador de mi propia vida, observando cómo las cosas se desmoronaban sin poder hacer nada.

"¿Cuánto tiempo más esperaré?", me pregunté en voz alta, mientras la lluvia seguía su incesante caída. Mis palabras se perdieron en el aire, pero mi corazón seguía gritando por respuestas. Solo quería que Paraguay estuviera aquí, que volviera a mí. Pero sabía que, en el fondo, había tomado su decisión.

Con cada publicación que veía de ella, mi corazón se rompía un poco más. Sonrisas, abrazos, momentos felices con otra persona. La veía florecer mientras yo me marchitaba, atrapada en un ciclo de dolor y añoranza. "¿Por qué no soy suficiente?", me cuestionaba, sintiéndome como la sombra de lo que una vez fui.

La luz del día se desvanecía, y el frío me envolvía. Estaba sola en medio de la tormenta, con la tristeza apretando mi pecho. La imagen de Paraguay, riendo y disfrutando de la vida, se convertía en un recuerdo doloroso. Y ahí estaba yo, deseando ser la que la eligiera, la que tuviera la oportunidad de hacerla feliz.

"Siempre serás mi Heather... Uruguay sur", susurré, sintiendo las lágrimas correr por mis mejillas. El eco de mis palabras se desvaneció, y con él, la esperanza de un futuro en el que ella eligiera regresar.