La discusión seguía, aún poco a poco iba entendiendo lo que decían, todavía no era del todo claro.
No estoy de acuerdo jefa. -la voz de Anubis parecía más nerviosa de lo normal.-
Anubis tiene razón. -Hela parecía aún más enojada cuando me veía.-
No pienso discutir más con eso, usted dos lo vieron ella, ya lo acepto. -las manos de Eris se sentía cálidas mientras acariciaba mi cabeza- además nos puede ser utilidad.
Aún no entendía lo que pasaba no parecía ser nada bueno, para mí. Cuando los zumbidos en mis oídos se detuvieron por completo.
Logré entender de que hablaban, al parecer Eris propuso la idea de que yo fuera entrenada para ser un miembro de la pandilla, Hela y Anubis no estaban de acuerdo con esa idea.
Tal parece que ellos dos serían quienes me entrenarián y eso era lo que no les agradaba de la idea.
Eri -deje de hablar al ver la mirada irritada de Eris.- ama puedo decir algo?. -levante un poco la mano esperando.-
Por supuesto que si pequeña. -su sonrisa parecía sincera.-
Yo prefiero no entrenar. -mi voz era un pequeño susurro, me daba miedo la respuesta de Eris-
Ya es algo tarde para eso, tu ya lo aceptaste. -coloco si dedo en mi nariz como si fuera un perro.-
Yo no podía escuchar lo que me dijo. -estaba segura de que ella sabía eso pero no le importaba.-
Ummmm igual ya es muy tarde, Anubis y Hela ya aceptaron entrenarte. -volteo hacia ambos.-
Por su parte Anubis asintió de forma obediente, hela por otro lado hizo "tch" con su lengua para luego salir de la casa, era obvio que no le agrada la idea.
Mientras yo seguía sentada en el regazo de Eris, Anubis empezó a explicarme un poco acerca de las otras tres pandillas que había en la zona.
Al parecer Valhalla fue fundada por uno de los antiguos miembros de God's mistake, su nombre era Gungnir <que nombre más extraño> al parecer eran pocos los miembros que lo siguieron pero segun Anubis.
"Son los más fuertes físicamente" luego de decir eso podía sentir la mirada de Eris cambiar de una tranquila y despreocupada a una más fría y sería .
Aún no entendía por qué la actitud de Eris cambio lo que si sabía era que ese tal Gungnir tenía algo que ver con eso, luego de eso la explicación de Anubis continuo.
Poco me dijo sobre la pandilla que se llamaba el décimo círculo, con la último fue todavía menos aparte de su nombre que era pandemonium, solo me dijo que poca gente conoce a su líder.
Me parecía algo asombró, después de todo eran una pandilla que nadie supiera de ellos a parte de su nombre era fascinante.
Ama tu conoces a su líder?.
Por desgracia no pequeña, ella nunca va a las reuniones. -por un momento su voz parecía distante.-
Asi pasaron las horas, Anubis me seguía explicando algunas cosas sobre las pandillas y las distintas reglas que había.
Según lo que me dijo en cada territorio hay una forma diferente de resolver los problemas, en el Roque se lo hacía patinando, en el gallo así se llamaba el lugar que controla Valhalla. Las cosas se resolvían con carreras de autos o motos.
<Eso suena emocionante>, regrese aver un poco a Eris a ella no le parecía agradar mucho esa idea, en cambio en el norte, así fue como lo llamo Anubis el décimo círculo resolvia las cosas en peleas a muerte.
Escuchar eso me hizo temblar, el pensar en como la gente debe de vivir con ese tipo de reglas me hizo tener náuseas. Antes de mudarme ví algun tipo de pelea en la televisión, vomité cuando ví la sangre de unos de los competidores.
Pensándolo bien, no soporto la sangre, con pandemonium, la explicación de Anubis fue más escasa está vez al parecer no se sabía el nombre del territorio que estos controlaban, o de como arreglaban las cosas.
Cada vez se me hacía más fascinante esa pandilla, digo pueden ser igual de malos que los del décimo círculo, pero el hecho de que nadie conozca nada de ellos es muy fascinante. Ahí termino la explicación de Anubis, le dió una mirada de desaprobación a Eris, antes de darse la vuelta y salir de la casa.
<Al parecer Eris esta feliz con ese resultado> en ese momento lo pensé sin darle muchas vueltas ya que pude sentir como las manos de Eris bajaban a mi estómago para acariciar lo.
Aún que eso provoco que soltara algunos gemidos, los intente reprimir pero era algo complicado, después de todo sus manos eran muy suaves apesar de lo ásperas que parezcan.
Aún que quisiera alejarla, era prácticamente imposible, sus fuerzas eran por mucho superiores a las mías.
Las manos de Eris seguián jugando en mi estómago ella, se estaba divirtiendo, viendo como yo intentaba aguantar los gemidos que esu tacto me provocaban, era muy complicado hacerlo.
Cuando por fin se detuvo logré respirar con tranquilidad, aún que era difícil hacerme a la idea de que estaba siendo amenazada por la líder de una pandilla y me había convertido en su mascotas.
La actitud de Eris aveces parecía ser la de una chica de mi edad, solo que con más problemas de los que debería tener.
Ama, puedo hacerle una pregunta. -empeze a frotar mi cabeza contra su mejilla-.
Eres muy curiosa pequeña, pero lo permitiré está vez dime tú pregunta.
Quería saber su edad.
Oh, pues no la gran cosa tengo. -se detuvo un momento antes de mirarme a los ojos- tengo 18 al igual que tú.
Al parecer tenía razón, pero algo no se sentía bien, en ese momento no sabía que era, pero en los ojos de Eris podía notar como algo no era verdad, talvez me mintió sobre su edad?.
Era raro, si apariencia y actitud si eran la de una chica de dieciocho años, pero aveces actuaba más mayor.
De seguro solo era mi imaginación aún así es triste ver a alguien tener que llevar en sus hombros con el estrés de algo que no debería. <Talvez por eso me obliga a actuar como un perro, necesita de alguien con quien ser ella misma>.
Me di la vuelta en el regazo de Eris para quedar cara a cara las dos, empeze a lamer su mejilla como si de verdad fuera un perro. <De seguro esto la a ayudar>, cada vez lo hacía con entusiasmo, pero no parecía haber reacción alguna en Eris.
GUA GUA!. -Saque mi lengua dejándola colgando fuera de mi boca.- GUA GUA!
cuando empeze a ladrar una sonrisa apareció en el rostro de Eris, al parecer eso le hacía feliz, aún que era vergonzo y muy humillante, la quería ayudar.
Así empeze a ladrar mientras frotába mi cabeza contra su mejilla, esto sabía hacer el perro de un amigo cuando quería ser acariciado, pensé que podía funcionar también conmigo.
Por suerte parecía que mi plan funcionó, Eris me empezó a acariciar me la cabeza mientras sonreía. Aún que lo intentará ignorar su sonrisa me debaa escalofríos.
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los huesos rotos del amor
ActionNo pensé que todo terminaría de esta forma, yo siendo controlada como a una mascota, lejos de mis amigos en el lugar más peligroso que alguna vez conocí, parecía un sueño, ojalá y lo fuera (Portada hecha por misaky_hosyizora en Instagram)