Amiguitos, me borraron la anterior historia y la de inútil humana :(
Bueno, este será el nuevo libro, ahora las aclaraciones:
•si alguien quiere pedir un one-shot, vaya a la parte que dice "PEDIDOS ABIERTOS" ahí estará todo lo que se necesita.
•La c...
ADVERTENCIAS- +18, mención de groserías, comportamientos indebidos/groseros, nombres/apodos de mascota, lenguaje explícito, alcohol, comportamientos tóxicos y contenido que puede ofender,lastimar, incomodar a los lectores.
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Shinjuro era un hombre que era conocido por ser tóxico, grosero, básicamente, todo lo malo.
Y a pesar de eso, a tu familia le importo un carajo y te caso con el.
Eso era obvio, o al menos de eso te enteraste cuando tú madre te llamo, y ahora mismo te enseñaba un papel que mostraba el permiso que tenía tu familia para casarte con el mayor de los Rengoku.
—Vaya...—te incorporaste nuevamente, y tú madre guardo la hojita. —¿Apenas me dicen..?
—Queríamos avisarte con más tiempo, pero..- —tú madre fue interrumpida.
—Te la pasabas todo el tiempo con Hiro, y por cierto, déjame decirte que en la tarde que nos vengan a visitar no quiero que estes con el. —tu padre exclamó, tú solo te le quedaste mirando, sintiéndote inferior al tener ganas de reclamarle, quejarte o algo pero sabías que tu palabra no importaba.
—Hija, recuerda que esto es por tu bien....incluso el de tu familia. —tu madre te sonrió, tratando de tranquilizarte aunque al parecer no funcionó.
—Solo espérenme...necesito un tiempo a solas...todavía no puedo procesar que mañana me voy a casar..—en cierta parte lo dijiste molesta, antes de levantarte e irte de ahí, cerrando la puerta en el proceso.
¡Ni siquiera se molestaron en decirte hasta ahora! Dios sabe desde cuando llevan planeando esta boda, pero conociéndolos, seguro más de una semana, y en ningún día de esa semana te quisieron decir.
—En fin...y ahora, por órdenes de mi padre no nos podemos ver hasta Dios sabe cuando..—le dijiste a Hiro, si, ese mismo al que tu padre no le gustaba para nada pero bueno, ni siquiera te importaba.
—Oh...bueno, no te preocupes, después de todo estoy seguro que tú madre aceptará que nos sigamos viendo. —el se encogió de hombros, aunque se confundió cuando tú negaste con la cabeza.
–Yo no creo...ella...ella le tiene miedo a mi padre, en estas ocasiones está consciente que opinar no le conviene, así que no... —negaste lentamente con la cabeza, el mayor solo te miró con lastima, queriendo consolarte pero tú te levantaste antes de que siquiera te tocara. —En fin...si ellos no me ven ahí para la cena se molestarán, y mucho, así que aquí me despido.
