~Destrucción y Amor~

Capítulo X

Narrador Omnisciente: 

"Tú sabrás donde encontrarlo"

"Tú sabrás donde encontrarlo"

"Tú sabrás donde encontrarlo"

Esas palabras se quedaron clavadas en la cabeza de San. Resonando una y otra vez hasta que se cansara de escucharlas. ¿Como hacerla parar? Esa voz que lo controlaba a caminar por el bosque, en plena noche, sin nadie protegiendo su espalda. 

Luego de tanto cominar, San llego a ese lugar que tanto lo llamaba. Ese lugar en el que encontraria a su amado. 

"Tú sabrás donde encontrarlo" 

Pero nada de eso fue cierto. San espero por horas a que su amado llegara. Esperaba verlo frente a el con una gran sonrisa en sus labios. Que corriera donde el y lo recibiera con un gran abrazo. ¿Cuanto lo estrañaba? Esos abrazos que tanto lo calmaban. Esos que lo hacian sentir amado, incluso en sus peores momentos cuando el era su propio peor enemigo. 

Añoraba esas noches donde con solo mirar a Wooyoung una vez, todo su enojo y dolor desaparecian. Necesitaba a Wooyoung... Necesitaba verlo por una ultima vez...

El tiempo pasó tan rápido como las semanas, las cuales llevan separados. San esperó sentado en una piedra, frente al lago, por horas y horas. Deseando que en algún momento llegara a aparecer su amado Wooyoung.  Tristemente, eso no fue así. 

La luna roja se posó en lo más alto del cielo. Reflejándose, tan hermosa como siempre, en el agua del lago. Esto le informó a San de que ya era hora del volver al palacio. Si el rey se enteraba de su salida, tendría un gran problema con él. 

Por el príncipe Hongjoong no se preocupaba mucho, ya que esté estaba muy enfocado en cuidar de su preciado dragón de la luz.

San pasó el rato admirando el lago y la naturaleza a su alrededor.  Tomando rocas en sus manos para luego tirarlas al agua y que estas rebotaran en ella.

La noche se heló,  a San lo estaba matando el frío.  Así que recogió su chaqueta y con un gran vacio en el corazón se alejó de ese lugar que tanto amaba ver. Pero tan solo dió un paso, sintió una briza de viento atras de él. El chico que tanto había esperado esa noche, al fin había llegado.

"Lamento la demora, tuve un inconveniente con Mingi y teníamos que resolverlo antes de-..." El dragón fue interrumpido por el acto de amor de su pareja.

San no lo pudo contener más y corrio a los brazos de su amado. Tal como lo esperaba, este lo recibio con los brazos abiertos. Wooyoung lo tomo en sus brazos, mientras le susurraba palabras de amor. 

"Aqui estoy, amor... No me he olvidado de ti. Jamas me olvidaria de ti. Te he extranado mucho como para olvidar nuestro dia especial. Hoy se cumple un ano desde que nuestros corazones se juntaron como uno. ¿Recuerdas esa noche en la que aceptastes bailar conmigo, mientras la luna roja nos iluminaba a ambos?" 

"Recuerdo ese noche como si hubiera sido ayer..." 

Sin duda, una gran noche para ambos. La noche en la que ambos descubrieron que estaban destinados a estar juntos. La noche donde su ser se convirtio en uno solo. Prometiendose amarse hasta el final del mundo. 

"Ya estoy aquí, amor... No pienso irme pronto..." afirmó Wooyoung, cubriendo a San con sus enormes alas azules. 

"Quiero pasar toda la noche contigo..." susurró San. 

"¿Qué pensara el  rey de eso, mi querido San?" 

"Lo que piense el rey sobre esto, no me importa. Él sabe lo que ocurría en el momento en que los dragones invadieron su reino." 

"Creí que él ya había olvidado ese día..." 

"Para un rey como él, será imposible olvidar ese día. El día que obtuvo poder gracias a tres dragones que se adentraron en su reino. Ahora que puede contener más poder bajo su control, será horrible olvidar a esos tres dragones especiales." aclaró San, temblando contra su abrazo. 

"Esa fecha deberá ser eliminada de los libros de historia..." chisteo Wooyoung. 

San lo admiro por unos segundos. Sus ojos llenos de lagrimas. "Te extrañe tanto... No tienes ni idea..." 

"Y yo a ti, amor mío..." 

Wooyoung se inclinó hacía San para tomar la chaqueta que descansaba sobre su hombro derecho. En un suave movimiento, rodeo a San con esta, para brindarle calor. La noche estaba muy fría, para que un humano anduviera por el bosque.

"Conozco una cabaña cerca de aquí, podriamos quedarnos a pasar la noche ahí." informó Wooyoung, tomando la mano de San para llevarlo a tal lugar mencionado.

Pronto la hermosa pareja llegó a tal dicha cabaña.  Pero algo no estaba bien... Notaron como una gran nube de humo volaba encima de los árboles. Lo que les preocupaba, era que estaban muy cerca del pueblo. Las personas se alteraran con la llegada del fuego a su hogar.

"Tenemos que detenerlo antes de que trapaze la barrera entre los árboles y el pueblo", rápidamente habló Wooyoung. 

En un segundo, abrió sus alas y se esfumó en el cielo, dejando a San perdido. Este solo tomó valentía y corrió.  Corrió tan rápido como pudo. Escondiéndose entre los árboles del bosque.

"Solo tú sabrás donde encontrarlo"

"Solo tú sabrás donde encontrarlo"

"Solo... tú sabrás... ¿donde encontrarlo?"

Esas palabras ya lo tenian mal... Ya habia encontrado a Wooyoung.  Pero... ¿porqué tenia ese sentimiento de que algo andaba mal?

San corrió y corrió hasta que llegó al lugar donde el fuego crecía. Su corazón se paralizó al ver lo que tenía ante sus ojos.

Una letras marcadas en fuego ardían ante él.

DESTRUCCIÓN Y AMOR

"¿Qué significa esto?...", susurró San observando como las letras poco a poco se apagaban con el viento.

Sí el fuego crecía aquí... ¿a donde fué Wooyoung? Miedo creció en su ser. ¿Dónde se había ido su amado?

"¿Wooyoung?...", sus palabras se las llevó el viento. Un fuerte golpe de dolor llegó a su corazón. Y así calló de rodillas al suelo. Tras un gran golpe en la cabeza, quedó inconsciente ante el.

El fuego... Wooyoung desaparecido... Él golpe... Cada imagen y sentimientos aparecía en su mente como un reflejo.

Ahora entendía...

Todo había sido una maldita trampa...