𝐁ℛᑌ🅃𝗔𝕃

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Siempre había pensando que su adolescencia sería como las películas de Disney le habían dicho, aunque tampoco era tan estúpido como para pensar que cantaría y bailaría en la escuela en medio del pasillo sobre lo increíble que sería el verano, pero tenía la genuina esperanza de que todo fuera diferente una vez en secundaria y preparatoria.

No lo fue.

Siempre estaba molesto, siempre gritaba, parecía que su cuerpo se había separado de su raciocinio porque nada de lo que hacía tenía sentido o lo hacía bien, nada le salía bien, el verano solo era una época jodida donde hacía calor y no se podía disfrutar de absolutamente nada porque sus amigos tenían cosas que hacer. Entonces esos viajes en auto hasta la playa también eran una mierda de mentira porque no había nada de eso en su estúpida etapada de adolescente.

Y ahora tenía problemas con su madre, esa mujer que le pidió hasta el cansancio dar lo mejor de sí mismo, llevándolo a su límite con sus palabras de reproche y quejas constantes que lo obligó a agarrar un vaso de vidrio y arrojarlo al piso con fuerza hasta que los vidrios del objeto salieron volando por todo el piso del comedor y su madre gritando le dio dolor de cabeza.

-¡¿Qué carajo SeongHwa?! - le gritó, alejándose todo lo que podía del desastre para evitar pisar los restos de vidrio.

-¡¿Qué carajo?! ¡Más bien piensa qué carajo sucede contigo! ¡Hago todo el tiempo el maldito esfuerzo de entregar lo mejor de mi para que todo el mundo me acepte y así es como me pagan! ¡Trato de traerte las mejores calificaciones y nada es suficiente para ti! ¡¿Entonces qué carajo quieres?! ¡¿Quieres que me mate?!

-¡Cállate, no digas tonterías! - le gritó, llevándose una mano a la frente para calmarse, respirando de forma acelerada mientras veía el piso como si tratara de pensar en algo -Eres apenas un adolescente, no sabes nada de lo que te espera en la vida, es normal que estés así, pero tienes que controlarte, esto no es sano.

-Bien, entonces quédate con tu estúpido consejo de mierda - le reclamó, tomando su chaqueta del respaldo del sofá para acercarse a la puerta -Pero si me corto las venas es tu culpa.

-¡SeongHwa! ¡SeongHwa ven acá te estoy hablando!

No la escuchó, salió azotando la puerta para dirigirse a un parque cercano donde pudiera estar solo sin que nadie lo moleste, sin que la voz de su madre siguiera sonando en su cabeza, y que la culpa le comenzará a golpear sin que nadie lo viera.

Era jodido, y era todavía más jodido el hecho de que su enojo no podía controlarlo y terminaba diciendo estupideces como las que acababa de decir, porque era claro que no lo haría, era demasiado cobarde como para hacer eso, pero el susto nadie se lo quitaba a su pobre madre, esa mujer que intentaba traer la comida a la mesa todos los días con ayuda de sus tres trabajos porque el odioso de su padre se largó y nunca volvió a aparecerse, hasta un año atrás que intentó tener una mejor relación con su hijo hasta que este lo mandó al carajo.

Se sentó en la banca más alejada de los juegos infantiles, tanto griterío le lastimaba la cabeza; rebuscó entre sus bolsas un encendedor y un cigarrillo, encontrando este pero no el primero y se quiso arrojar de cabeza desde un quinto piso. Suspiró sonoro, cerrando los ojos y con el cigarro en la mano pese a ser menor de edad.

Aunque no por mucho tiempo.

-Hey...

Pensó que estaría solo, pensó incluso en quedarse dormido en la banca para olvidarse de su mierda mental, sin embargo se recompuso asustado cuando notó a alguien a su lado. Cabello naranja brillante, un tatuaje en el cuello y sonrisa bonita, además de un estilo de vestir demasiado peculiar y libertino para su gusto. Tenía frente suyo a Kim HongJoong, el tipo más problemático de toda su preparatoria, teniendo un récord de quince reportes y cuatro exámenes extraordinarios por lo que iba por mucho atrasado que los demás.

SOUR (HONGHWA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora