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Nicholas dió un revuelo de ojos tan intenso que casi se le van de órbita. Cinco meses siendo la única persona presente en la vida de Euijoo, fueron suficientes para que el menor desarrollara una dependencia para nada sana.

Al principio no lo culpaba, porque era cierto que lo único que tenía Ej era a su padre y lo perdió. Pero ahora el chico se había transformado en una mezcla de una esposa celópata, un niño malcriado, consentido, mimado, un chico en plena etapa de rebeldía y una sensible adolescente en sus frescos 16 años.

Sí. Casi como si tuviese trastorno de la personalidad múltiple. El chico variaba según el contexto alrededor suyo, y todo recaía en Nicholas.

Se quería quejar de algo, buscaba a Nicho. Quería algo, buscaba a Nicho. Estaba molesto, era por Nicho. Alguien se acercaba a Nicho y se ponía como una fiera.

Era casi... Asfixiante.

── Euijoo, cállate ya. Me tienes con dolor de cabeza ──dijo finalmente el mayor con voz dura, palmeando sobre la mesa de su despacho.

El chico sentado frente a él dio un saltito en su silla y luego lo miró con el ceño fruncido.

── Pero te estoy diciendo ──Nicho lo interrumpió.

── Escucha, tengo demasiadas preocupaciones en mi cabeza como para estar estresándome también porque la chica de la tienda no te trató bien ──le explicó.── Euijoo, joder, tienes que aprender a madurar. Si te trata mal, la tratas peor, o te quejas con su gerente, no conmigo. Yo no puedo ir allí y  regañarla por eso. No soy su jefe ──

── Pero es que esa zorra dijo que yo ──

── Cállate, y escúchame ──dictó tan serio que el menor tragó con dificultad.── Ya te dije cómo va esto. Has venido a quejarte con la persona equivocada ──

── ¿Y qué pasa si ella me agrede físicamente? ──

── No creo que lo lleve tan lejos. Pero si eso llegara a pasar le pondría una bala entre los ojos. Pero como no ha pasado, por ahora la solución no es esa ──culminó sacándose la corbata que ya le estaba apretando demasiado el cuello.── ¿Entendiste o no entendiste? ──

── Entendí ──murmuró en voz baja, con las mejillas sonrojadas.

── Perfecto. Ahora vete de aquí. Estoy trabajando ──señaló hacia la puerta sin siquiera mirarlo, ya que estaba enfocado en los papeles que tenía sobre el escritorio.

Euijoo fregó uno de sus ojitos y se puso de pie, sin embargo, en lugar de retirarse sólo caminó detrás del escritorio para acercarse al mayor.

Cuando el primer sollozo escapó de sus labios, Nicholas palmeó los papeles y luego suspiró visiblemente enojado, alejándose un poco de la mesa.

Miró a Euijoo y este le devolvió la mirada con esos lindos ojitos grandes, y las mejillas empapadas en lágrimas.

── Tienes que dejar de hacer esto ──murmuró cansado, y el menor negó, antes de avanzar hacia él y tomar asiento en su regazo.── En serio ──

Wang no se sorprendió, porque Euijoo hacia esto muy a menudo. Y muchas otras cosas.

── Tú no me quieres ──murmuró el castañito con vocecita lastimera, aferrándose al cuello ajeno.

── Yo sí te quiero. Pero tienes que crecer. No puedes ser así toda tu vida, o sino nadie te va a aguantar ──dijo resignado, viendo al menor llorar en su hombro, empapando la tela negra de la chaqueta de su costoso traje.

Entonces el menor dejó de esconderse allí y levantó la carita para mirarlo a los ojos.

── No me gusta cuando te enojas conmigo ──dijo con un puchero, en voz baja.

── Entonces deja de comportarte así. Sabes que me pone de malas ──Nicholas le respondió en el mismo tono de voz.

La escena parecía tan íntima, que cualquiera que los viese creería que eran pareja. Sin embargo no era así. Y no por falta de intentos, Ej un millón de veces lo intentó, pero Nicholas definitivamente no estaba interesado en él.

── Pero es que la gente me molesta ──

── ¿Y qué? Tienes que aprender a defenderte. No siempre puedes venir a mí. No soy tu papá ──

── Pero. Pero Nicho ──y ahí de nuevo estaba su puchero.

── No lo intentes. Sabes que eso no va a funcionar ──el menor lo miró enfurruñado, sin alejarse de él.── Vete a casa. Se está haciendo tarde. Le diré a Fuma que te lleve ──

── No quiero ──

── Euijoo ──advirtió.

── No me iré de aquí si no es contigo ──

── Te estás portando como un niño ──

── No me importa. No me iré con Fuma. Esperaré por ti ──

── Por supuesto que no lo vas a hacer ──intentó alejarlo pero el menor se aferró más a su cuerpo.── Suéltame ──

── No ──

── Suéltame, Byun ──

── No lo haré. Tendrás que matarme si quieres que de verdad te suelte ──entonces una vena saltó en la frente del mayor, quién se puso de pie, sosteniendo al castañito al estilo nupcial con un sólo brazo, mientras que con el otro sacaba de su bolsillo su teléfono celular para marcar el número del otro hombre.

Euijoo seguía aferrado al cuello ajeno. Con una mueca en su carita.

── Prepara el auto ──dijo Wang apenas Fuma contestó.

── Vi a Euijoo entrar. ¿Necesitas que lo lleve a casa? ──

── Sí ──respondió seco, dándole una mirada seria al chico que empezó a negar con la cabeza.── Iré con ustedes para cerciorarme de que me obedezca ──

La risita de Murata se escuchó a través de la línea.

── Está bien. Dame un minuto ──

Nicholas colgó y guardó su teléfono. Recogió el bolso de Byun, se lo colgó en el hombro libre y luego lo sostuvo con ambos brazos, para caminar hacia afuera.

Se llevaron un par de miradas de los guardias que luego volvieron a su asunto al notar que sólo se trataba de otro de los innumerables berrinches de Euijoo.

Y este en cambio iba divino en el agarre del taiwanes, hasta que llegaron a la entrada donde Fuma les esperaba recostado al Rolls Royce negro de cristales blindados.

── ¿Juju otra vez te has portado mal? ──preguntó el mayor con una sonrisita burlona.── Nicho luce muy enojado ──

── Déjame en paz ──chilló molesto y se escondió en el cuello del pálido.

Nicholas se subió al auto cuando Fuma abrió la puerta trasera, y se acomodó allí, todavía con Ej sobre sus piernas.

── Déjalo, a ver si se le quita la ñoñería esa ──pidió esta vez el pelinegro, relajándose un poco contra los asientos.

── No tengo ninguna ñoñería ──se defendió bajito el menor de los tres, acomodándose mejor en el pecho ajeno.

── Oh, sí que la tienes ──opinó Murata comenzando a conducir.── Si no fueras tan lindo hace mucho te habrían pegado un tiro por insoportable ──

── ¡Cállate! ¡Nicho mira lo que me dijo! ──sí, definitivamente Euijoo tenía 22 años por gusto.

── Fuma ──murmuró Nicholas en aras de detener la discusión.

Ya tenía suficiente con tener que llegar a casa, obligar a Euijoo a cenar, tomar un baño e irse a la cama. Y sólo después de que el castañito se durmiera, podría volver al trabajo.























les prometí que en algún momento volvería y aquí me tienen, ¿les gustó el capítulo?

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⏰ Última actualización: Oct 15 ⏰

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2002 [Nicholas x Ej] NichojooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora