Capítulo 7

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Capítulo 7: ¿Qué haré?

Mika

Cuando llegue a la ciudad y el sol ya había salido. Y por un breve instante imaginé que tal vez alguien se habría percatado de mi ausencia, trate de ir lo más rápido posible hacia la mansión de Krul porque intuía que ella entre todos los vampiros iba a ser la primera en sospechar.

Cuando me encontraba por la gran entrada principal noté que alguien estaba ahí, recargado sobre una pared. La única "persona" la cual sabía realmente el porqué de mi rapidez.

—Oh, Mikaela ¿cómo te fue en la noche? —tarareó burlón seguido de un guiño.

—Ferid, ahora mismo no estoy a tiempo para tus bromas subidas de tono — Traté de ignorarlo y seguir avanzando cuando inesperadamente me jaló de un brazo—. Suéltame.

Ferid sonrió entretenido y me soltó acompañado de un breve levantamiento de hombros.

—No te enojes y calma esos humos —alzó una ceja—, nadie sospecha de que hayas salido anoche. 

—¿Cómo estas tan seguro?

—Cuando preguntaban por ti decía que te necesite para unos favores.

Suspire ante su respuesta y relaje los hombros. Me saque ese peso de encima rápidamente.

—Pero tengo una duda —interrumpió el conde—, ¿qué hiciste con tu novia que te hizo tardar tanto?

Mi puño fue directamente a su rostro pero lo esquivo entre risas fuertes. Tomó mi brazo con fuerza, fruncí las cejas.

—Primero, Yuichirou no es chica y segundo —respondí mientras me zafaba de el agarre de Ferid—, no es mi novio.

—Podría apostar a quisieras que lo fue-

No soporte más su irritable voz y lo agarre fuertemente de la ropa. Acerque mi rostro con notable incomodidad y enojo.

—¿Quieres que te golpee? —escupí antes de que pudiera detenerme.

Me observo sorprendido.

—Wow, ¿es enserio? —sonrió de lado— Mikaela Hyakuya está enamorado.

Puse los ojos en blanco y solté bruscamente su camiseta.

—¿Saldrás esta noche también? —preguntó Ferid.

Lo pensé un poco y asentí mientras volteaba hacia otra parte.

—Le mandas saludos de mi parte a tu enamorado —dijo mientras se daba la vuelta.

No le preste mucha atención y sólo seguí caminando hacia mi destino.

Ferid

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Ferid

¿Mikaela está enamorado? ¿De verdad?
Era muy difícil de creer.

Sin embargo, el comportamiento de él cada vez que mencionaba al chico lo hacía ver muy notorio.

Seguía caminando sin rumbo por las calles pensando en ello, hasta que de repente y sin aviso sentí un punzante dolor por mi espalda baja. Tuve que recargarme un momento de una pared cercana. Tanto fue el dolor que me saco de mis pensamientos.

—Estúpido Crowley —maldije al aire.

—¿Me estas hablando? —dijo el pelirrojo sacándome un pequeño susto mientras me abrazaba por la espalda agarrando mi cintura al momento.

—Suéltame estamos en publico —mire alrededor—, ¿acaso no te satisficiste lo suficiente ayer?

—Sinceramente... no, no lo hice —respondió muy cerca de mi oído izquierdo, provocándome un pequeño cosquilleo que recorrió toda mi piel.

—Pues te vas a tener que aguantar —dije retorciéndome en sus brazos para que me liberara — ¿Estas ciego o qué? ¿No notas como estoy?

—Yo te veo bien —contestó coquetamente mientras se enterraba en mi cuello.

—Por supuesto que me veo bien —fruncí el ceño—, ¿qué creías? ¿Que iría por ahi temblando? No seas estúpido. Me duele aún pero debo de actuar bien ante los demás.

—Entonces... ¿hasta cuándo ?

—Hasta cuándo, ¿qué?

—Tú sabes —ronroneo dejándome un beso en el cuello— ¿cuándo voy a volver a hacerte mío?

—Hasta que yo diga —respondí secamente y me separé bruscamente de él.

En la densa oscuridad de la noche, las estrellas y la luna brillaban suavemente, el viento no era fuerte pero movía las hojas de los árboles con dulzura

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En la densa oscuridad de la noche, las estrellas y la luna brillaban suavemente, el viento no era fuerte pero movía las hojas de los árboles con dulzura. Y el silencio que invadía la ciudad era distinto, casi terso casi hermoso.
Yuichirou con sus ojos verdes observaba detenidamente el espacio, el alrededor. No podía dormir.
Si era sincero consigo mismo, esperaba a Mika, lo esperaba con tanta ansia y deseo que lo asustaba. ¿Qué le dirá cuando lo vea? ¿Hablarían sobre el beso? ¿El porqué?
Él no sabia que iba que hacer cuando sus ojos se encontran pero su corazón no dejaba de latir fuertemente y no podía de dejar de pensar en algo más que no fuera Mika, estaba muy confundido.

Un toque suave lo saco de sus pensamientos, se giró y se encontró con el hermoso azul de aquellos ojos. Sus cabellos dorados. Su piel pálida.
Yuichirou no se dió cuenta que en ese instante sus mejillas se tornaron de un intenso color rojo y el aire de sus pulmones salió en un suspiro.

—Mika —susurró.

—Yuu-chan.

Secreto; mikayuu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora