Secreto; mikayuu.

Capítulo 9

Capítulo 9: Rechazado 2/2

"Esta noche quiero ser egoísta y que esa vista sea solo mía, ver cómo brillas en lo alto de los cielos cómo el más inalcanzable lucero, enamorando a más de un alma solitaria en este encierro".

Yuu

—No te vi entrar —dije encontrándome con sus ojos, sus bonitos ojos azules. Mi corazón latía como loco.

—Estabas muy concentrado en tus pensamientos.

—Supongo que si —respondí vagamente, plante mi mirada al piso. Mi cuerpo entero sucumbía ante los nervios, si supiera que en lo que pensaba era en él.

No obstante sentí un suave toque en una de mis manos y me sorprendí, alzando instantáneamente mi rostro, pidiéndole con la mirada una explicación a Mika, quien tomaba firmemente mis dedos y los entrelazaba con los suyos.

Me sonrojé y trate de mirar a otro lado que no fuera en él.

—Yuu-chan, sobre el bes-

Abrí los ojos sorprendido y antes de que pudiera arrepentirme lo interrumpí:
—No importa, no fue intencional ¿cierto?

Era un tonto. Un gran tonto.
Me hubiera golpeado a mi mismo si no fuera que estaba aún Mika observándome atento.
Era lo mejor, ¿no?
Igual le había ahorrado a Mika una explicación innecesaria; después de todo, ambos somos hombres. No deberíamos sentir algo uno del otro.

¿No es así?

No obstante el simple pensamiento de Mikaela con alguna chica, dolía y no sabía porqué.
¿Qué había mal en mi? Toda esa confusión y sentimientos no deberían ser normales. Y menos hacía tu mejor amigo. Estaba mal, sin lugar a dudas.
Sin embargo, no podía dejar de darle vueltas al asunto. No podía dejar de lado el como mi corazón bombeaba con velocidad al verlo, al escucharlo, al tocarlo. Por más que quisiera o tratara de ocultar.

—Lo siento, tienes razón. No volverá a pasar.

Mis ojos se abrieron por inesperadamente. Mi corazón se sintió atravesado e involuntariamente mis ojos comenzaron a llenar de lágrimas.
¿Por qué mi cuerpo reaccionaba así? Mi mente aún ni siquiera digería aquellas palabras.
¿Por qué espere a que dijera otra cosa?
Sentía mi cuerpo temblar, y no podía salir alguna sílaba de mis labios.
Observaba su perfil, como observaba por el gran ventanal iluminado su piel  blanca la luz de la luna. Trazando líneas por su cuerpo.

—Ya veo.

Logre mascullar mientras sentía como en mí cuerpo le hubieran arrancado una parte muy importante, sentía un vacío. Muy estúpidamente no logre mantenerme fuerte ante él, y las lágrimas bajaban con velocidad, cayendo por mi mentón hasta el suelo, casi sin poder respirar.

—¿Yuu?

Mordí mi labio inferior y sonreí como pude. Sintiéndome estúpido y patético.

—Que raro, ¿no?

Subí mis manos tapando mi rostro, mi vergonzoso rostro.

No obstante, sin previo aviso, sentí los brazos de mi mejor amigo rodearme.

—¿M-mika? —susurré sorprendido, mis piernas comenzaron a temblar y me permití ser débil de nuevo, lo rodeé con mis brazos y me aferré con fuerza a su cuerpo.

—No me gusta verte llorar.

Me acomode en el espacio de su cuello y suspire débil ante el olor de su piel, me tranquilizaba el sonido de su respiración y en ese instante deseé que nunca me lo quitaran de mi lado, que nunca lo alejaran de mi.

Y me di cuenta por un breve momento que estaba enamorado de él.

Que siempre lo había querido y que por fin me había dado cuenta, solo aquella vez entre sus brazos.

—¿Por qué? —pregunte temeroso.

—Porque, ¿qué? — Me respondió inocente mientras subía una mano hacia mi cabeza, acariciando dulcemente mis cabellos.

—¿Por qué no sientes lo mismo que yo? —solté sin poder mirarlo, sus caricias en mi cabeza pararon.

—¿Qué?

Me mordí el labio, inseguro.
—Fue tan importante para mi, pero para ti solo fue... una broma.

Yo nunca fui bueno con las palabras, me costaba poder ordenarlas primero en mi cabeza y luego decirlas, por eso alguna veces decía cosas tontas sin pensarlo. Suelto cosas que ni siquiera hacerle caso a lo que realmente siento. Pero, esta vez trataría de ser honesto, conmigo mismo y con Mikaela. Ya había sido un cobarde suficiente tiempo.

—¿Importante? ¿qué quieres decir?

Lo tomé de los hombre y lo empujé lejos de mi. ¿Estaba seguro de esto? No, pero que importaba ya. Solo quería liberar aquella presión en su pecho.

—¡El beso! ¡De eso te estoy hablando!

Mika me observaba inerte, mis mejillas se calentaron y traté de esquivar su mirada.

—Yo me entristecía cuando no te tenía a mi lado, me enojaba porque no había manera de saber que hacías  con quién estabas, me ilusionaba pensar en que tal vez sentías... algo por mí — Tomé aire calmándome y cerré los ojos con fuerza, mi piel comenzaba a sentirse súper caliente por la pena y algunas veces llegué a tartamudear—, era muy confuso todo y tenía muchas emociones revueltas pero tenía algo en claro, todo en lo que pensaba era en ti. Siempre en ti.

Ya estaba hecho.
Me había declarado a mi amigo de la infancia. Un chico. Un semi vampiro. Estaba listo para cualquier cosa, cualquier reacción. Y sobre todo un "lo siento, no siento lo mismo"

Y en ese instante, sentí una de sus suaves manos, con cuidado tocó mi rostro y las lágrimas contornearon mis cuencas otra vez. Limpio mis lágrimas con suavidad y beso mi frente, me aferré a su pecho y escuche su respiración chocar con mi oído izquierdo.

—Yuichirou, me gustas.