Capítulo 2

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Capítulo 2: Sólo espérame.

La noche cubría la ciudad, lo único que iluminaba aquello era la luna.
Un azabache después de despertarse de cinco días en coma y de que sus amigos lo recibieran felices. Él estaba solo en su cuarto, en medio de la oscuridad, unos frágiles rayos de luz iluminaban su rostro, porque miraba por su ventana aquella luna, que por alguna razón se miraba hermosa, y él sólo deseaba que su amado rubio también la mirará, donde sea que esté.

Mika... estaba vivo.

No pudo controlar su felicidad, una sonrisa se impregnaba en sus labios y tan sólo empezaba a lagrimear, no había podido dormir por pensar en él, tal vez sea un hermoso sueño el cual no quería despertar, llegó a pensar, todavía no lo podía creer.

No pudo controlar su felicidad, una sonrisa se impregnaba en sus labios y tan sólo empezaba a lagrimear, no había podido dormir por pensar en él, tal vez sea un hermoso sueño el cual no quería despertar, llegó a pensar, todavía no lo podía creer

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Por otro lado, en el centro de la capital vampiresca se encontraba un chico de ojos azules contemplando aquella misma luna... ya habían pasado cinco dias desde la última vez que miró a su lindo pelinegro, cosa que se le hacia eterna, no soportaba estar lejos de él. Él sólo pensaba sí había una posibilidad, aunque tan pequeña sea, de volverlo a ver, la aprovecharía.
Aunque realmente no se quedaría pacientemente a esperar a que llegara esa posibilidad, él quería pensar algo ya, para mirar a Yuu lo mas rápido posible y en ese momento tan sólo lo que podía hacer era pensar.

Pero, había algo que ambos querían hacer pensando respectivamente en el otro, era lo más importante en aquel momento y por el destino los guió a decir exactamente lo mismo:

—Juro... que te salvaré.

 que te salvaré

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—Ferid... necesito hablar contigo — dijo Mika, con un poco de sonrojo en las mejillas realmente no le gustaba hablar con los demás... y mucho menos que sea él quien empiece la conversacion, pero tenia que hacerlo, era él único noble con quien podía hablar.
O algo así.

—Wow, Mikaela Hyakuya quiere hablar conmigo ¿y a qué se debe este alago? —decía el peliblanco en un tono burlón que lo caracterizaba mientras que sus labios soltaba una breve sonrisa.

—Llegare al punto, necesito de tu ayuda.

—¿Hm? ¿qué quieres decir Mika? ¿para qué necesitas mi ayuda? Debe de ser muy grave o muy importante para tragarte tu gigante orgullo —dijo Ferid un poco sorprendido pero sin perder su tono sarcástico en sus palabras, cosa que enojaba al rubio pensando que tal vez haya sido una mala idea pedirle ayuda a él.

—Necesito información.

—¿De qué?

—Como podría pasar inadvertido entre los humanos.

Ferid se quedó con la boca abierta ante tal petición. —Vas a hacer una estupidez —río el noble al pensar un poco las palabras del menor.

—¿Lo harás o no? —. Mikaela ya no soportaba aquella burla de parte del otro vampiro  tan sólo quería saber si sí valió la pena pedirle ayuda o no.

—Claro,claro. Investigaré, luego te diré que consigo — Guiño un ojo.

—Que quede entre nosotros —dijo Mika, no quería que alguien o más vampiros se interpusieran.
Mientras que Ferid sólo asintió con la cabeza, ¿realmente qué tontería hará esta vez? pensaba divertido el noble, él cual al terminar tan solo se despidió y se fue. El rubio solo miraba como se perdía en el horizonte, suspiró ante la pasada escena se dió vuelta y empezó a avanzar.

—Iré a verte Yuu-chan, sólo espérame un poco más.

—Iré a verte Yuu-chan, sólo espérame un poco más

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Yuu

Ya era de día, los rayos de sol entraban por la ventana del cuarto y me despertaron, me levanté con muy buen animo, no se porque pero pensé que algo bueno me pasaría, me estire en la cama y me iba a levantar pero en eso Yoichi y Shinoa entraron por la puerta.

—¡Yuu! ¡Todavía no puedes pararte! —gritó Yoichi al ver como iba a pararme e inmediatamente se abalanzó hacía a mi tratando de que me acostara.

—Yuichirou, no te preocupes en curarte rápido, ya te he dicho anoche, el equipo Shinoa tiene vacaciones hasta que te recuperes, así que no hay prisa —dijo Shinoa en un tono relajado y con una sonrisa, parecia que disfrutaba el no hacer nada.

—Yuu, tranquilo, si tenias hambre te hubieras esperado, que nosotros lo traemos —dijo Yoichi suponiendo de ese era el motivo del el cuál me quería levantar. Cuando me dí cuenta Shinoa tenia un tazón de... ¿sopa?

—No, no tengo hambre —replique aunque después de haber dicho eso sonó un rugido proveniente de mi estomago.

Rieron Yoichi y Shinoa ante la situación, yo solo sentí mi rostro caliente y trate de voltear hacia otro lado.
Eso realmente fue vergonzoso.

—Bueno sólo un poco no me matara.

Secreto; mikayuu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora