Capítulo 169 ~ Planes frustrados

71 10 0
                                    

Breston miró el rostro del mestizo, oscurecido por una visera.

— Sé que enviaste a tus caballeros a Balto -dijo Breston con absoluta convicción —. Nos hiciste creer que iban al estrecho de Hoover a recuperar los navíos incautados a Anatol, cuando ése era tu objetivo desde el principio.

— No veo por qué exiges mi respuesta cuando ya pareces convencido — bromeó burlonamente Calypse antes de dirigir su caballo hacia la derecha.

Como si notaran la llegada de tropas frescas, los dullahans de la puerta empezaron a desplegarse a izquierda y derecha. Sus movimientos parecían menos una estrategia coordinada bajo las instrucciones de alguien y más un reflejo ante un avistamiento enemigo.

Después de observar detenidamente a la confusa caballería, Calypse indicó a sus caballeros que avanzaran. Probablemente quería aprovechar esta oportunidad para cargar y abrir una brecha en la puerta.

Breston se movió rápidamente para bloquearlo. Los malditos monstruos eran la menor de sus preocupaciones cuando su ansiada ambición estaba a punto de desmoronarse.

— ¿Por qué elegir ser el sabueso del Papa? — gruñó —. Entiendo por qué Leon o Aren se aferran a las viejas convenciones, pero ¿por qué tú? ¿Tan contento estás con ser el perrito faldero del rey Reuben?

— ¿No haces tú lo mismo? — replicó Calypse con rotundidad —. Si estabas en contra de una vida así, nunca deberías haberte convertido en caballero.

— Heimdall no se parece en nada a tu rey sin carácter. Vamos a traer de vuelta la gloria del Imperio Roemiano.

— ¿La gloria del Imperio Roemiano? — Los ojos negros de Calypse se desviaron lentamente del campo de batalla para posarse en Breston. Había burla en su voz cuando añadió —. ¿No estás repasando un poco de historia? Quizá deberías empezar por la Era de los Estados Antiguos.

El rostro de Breston se contorsionó al comprender la implicación.

— Los territorios del sur de Balto formaron parte de Guin — continuó burlón Calypse —. Si quieres romper el armisticio, aunque sea a costa de destrozar tu reino, adelante. Inicia una nueva era de guerra. Veremos qué bando corre hacia la ruina.

¿Estaba sugiriendo el mestizo que su camino conduciría a una guerra civil en Balto? Breston apretó el puño hasta que los nudillos se le pusieron blancos. Observó cómo se acercaba el estandarte de la Confederación del Sur. Cuando el desagradable impacto de haber sido superado, varias posibilidades empezaron a formularse en su mente.

Si los antiguos territorios de Guin habían decidido apoyar el armisticio, sería peligroso disolver ahora el acuerdo de paz. Un movimiento descuidado podría desencadenar una guerra civil en Balto. Y si Wedon, Livadon y Osiriya aprovecharan la oportunidad para unir fuerzas e invadir Balto, el Norte no saldría indemne.

Llegando a una conclusión a regañadientes, Breston torció los labios.

— Tiene razón. Puede que me haya confiado demasiado.

Mientras ellos se esforzaban por encender una guerra en el Sur, parecía que los partidarios del armisticio tampoco habían estado ociosos. Breston apretó los dientes mientras contemplaba los refuerzos que habían marchado justo delante de ellos. La tierra temblaba mientras miles de caballos de guerra chocaban con el ejército dullahan. Pronto, el estridente clamor de la guerra resonó por todo el campo de batalla.

Esta vez, Breston no sintió ninguna emoción. Hirviendo de fría rabia, mantuvo la mirada fija en la espalda de Calypse. Se resistía a admitir que había sido burlado.

*****

Maxi intentó mantener la calma a pesar de las rocas que se precipitaban. Intentó desesperadamente seguir a Kuahel, que avanzaba a toda velocidad. Los monstruos no muertos que merodeaban por la ciudad se habían apresurado a defender la muralla del asalto de la coalición, lo que les permitió a ella y a Kuahel deslizarse por las calles sin ser vistos. Sin embargo, también significaba que la muralla estaba plagada de enemigos.

Debajo del Roble ~ Libro 11 [Temporada dos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora