El primer destello

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Capítulo 1: El Primer Destello

Ruth siempre había sido una chica tranquila. Su vida, aunque sencilla, estaba llena de pequeñas alegrías: el sonido de la lluvia golpeando el techo, los libros apilados junto a su ventana, y el aroma del té que su madre preparaba todas las mañanas. Pero en el último año, algo más había comenzado a llenar sus pensamientos, algo que la hacía sentir una emoción que aún no entendía del todo. Ese “algo” tenía un nombre: Anthares.

Anthares era la clase de chico que brillaba sin siquiera intentarlo. Con su cabello desordenado, su sonrisa fácil y su habilidad para hacer amigos con un simple saludo, siempre parecía ser el centro de atención. Para Ruth, él era como un sol inalcanzable, una estrella distante que ella solo podía admirar desde lejos.

Desde el primer día de clases en la preparatoria, Ruth había sentido una conexión inexplicable con él, aunque nunca habían hablado mucho. Se sentaban a unas cuantas filas de distancia, compartían clases, pero para Anthares, ella era una chica más entre el montón. Y eso, era lo que más le dolía.

**“Siempre lo mismo,”** pensó Ruth mientras caminaba hacia la escuela, apretando la correa de su mochila. **“Siempre mirando desde lejos, sin poder acercarme más.”**

Ruth no era ingenua. Sabía que Anthares tenía a muchas chicas interesadas en él. Las veía en los pasillos, hablando y riendo con él, y aunque él nunca parecía darle atención especial a ninguna, Ruth sabía que ella era diferente. No porque Anthares la mirara de una forma distinta, sino porque en su interior, ella creía que tenía algo que ofrecerle. Algo más allá de las charlas superficiales o los momentos fugaces.

Cuando llegó a su salón, Anthares ya estaba ahí, inclinado sobre su escritorio, hablando con Hanna, una de las chicas más populares. Ruth sintió una punzada en el pecho, pero trató de ignorarla. Se sentó en su lugar habitual y sacó su cuaderno, pero sus pensamientos no podían centrarse en las lecciones que empezaban a llenar la pizarra. Todo lo que veía, todo lo que escuchaba, giraba en torno a él.

**"No puedo seguir así,"** se dijo a sí misma, apretando los puños. **"No puedo seguir esperando que las cosas cambien por sí solas."**

El timbre que anunciaba el final de la clase resonó, y mientras todos comenzaban a recoger sus cosas, Ruth se armó de valor. Decidió que hoy sería diferente. Hoy, ella no se limitaría a observar desde lejos. Haría que Anthares la notara, que la viera más allá de la chica callada que siempre estaba al margen.

Cuando Anthares se levantó, Ruth dio un paso adelante, bloqueando su camino.

—Anthares… ¿puedo hablar contigo un momento? —Su voz sonó más temblorosa de lo que había esperado, pero al menos había logrado pronunciar las palabras.

Anthares la miró con una ligera sorpresa en sus ojos, pero asintió con una sonrisa.

—Claro, Ruth, ¿qué pasa?

El simple hecho de que él conociera su nombre la sorprendió, pero no tenía tiempo para pensar en eso ahora. El corazón de Ruth latía tan rápido que temía que él pudiera escucharlo, pero respiró hondo.

—Quiero… conocerte mejor. Siempre estamos en el mismo lugar, pero nunca hemos hablado mucho. ¿Te gustaría que fuéramos… amigos?

La sonrisa de Anthares no cambió, pero Ruth notó una ligera vacilación en su mirada.

—Ruth, eres una chica genial, de verdad —comenzó, y al instante, el estómago de Ruth se hundió. Sabía lo que venía a continuación—, pero ahora mismo no estoy buscando ese tipo de relación. Estoy ocupado con otras cosas, y... no estoy interesado en algo más allá de la amistad.

Sus palabras eran amables, pero golpearon el corazón de Ruth como una tormenta. No estaba interesado en ella. Era una declaración clara, sin matices. Anthares no la veía como alguien especial, ni siquiera un poco.

—Entiendo… —murmuró Ruth, esforzándose por mantener la compostura—. Pero me gustaría intentarlo. No tiene que ser ahora… pero no quiero rendirme.

Anthares la miró, sorprendido por su sinceridad. No esperaba esa respuesta. Con una sonrisa más suave, asintió.

—Está bien, Ruth. No sé qué decir, pero… no cambies. Eres increíble tal como eres.

Mientras él se alejaba, dejándola sola en el aula vacía, Ruth sintió cómo las lágrimas amenazaban con escapar, pero se negó a dejarlas caer.

**"No me rendiré,"** pensó, con una nueva determinación encendiéndose en su pecho. **"Voy a luchar por esto. No importa cuánto tiempo me tome, voy a conseguir que Anthares me vea de verdad."**

Ruth sabía que el camino sería difícil, que el rechazo de hoy era solo el comienzo de su batalla. Pero por primera vez, no sintió que estuviera simplemente esperando algo imposible. Estaba dispuesta a luchar, y Anthares... Anthares la vería algún día como ella lo veía a él.

Ese fue el primer destello. El primer paso en su lucha por un amor que parecía tan lejano como las estrellas, pero que Ruth sabía que podría alcanzar, si no se daba por vencida.

Kimi Kara Tōku Hanarete (Susurros de un amor silencioso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora