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Olivia solo cerraba sus ojos al escuchar los gritos de Pablo, sus lágrimas salían sin parar ante la escena tan desagradable que estaba viviendo, deseaba con todo su corazón ver a su hermano entrar por esa puerta de la habitación pero sabía que era...

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Olivia solo cerraba sus ojos al escuchar los gritos de Pablo, sus lágrimas salían sin parar ante la escena tan desagradable que estaba viviendo, deseaba con todo su corazón ver a su hermano entrar por esa puerta de la habitación pero sabía que era imposible.

Su mejilla ardía y su cuello estaba muy rojo ante los golpes que le había dado, sus manos temblaban y su pecho dolía.

—¡Tienes que decirme las cosas antes de tomar una decisión carajo! — le gritó —¡Y no irás a ningún lado porque yo no puedo ir!

—Es el cumpleaños de Oliver, quiero estar con él — le pidió —Déjame ir Pablo.

Negó y se acercó a ella para agarrarla del brazo.

—No irás a ningún lado, ¿por qué quieres ir sola?, ¿es para que veas a algún hombre? — se rió amargamente —Eres una zorra, siempre eres una buscona.

Lo miró dolida.

—Te vas a quedar aquí en Italia y es mi última palabra, vas a cancelar ese vuelo porque mañana iremos con mi familia para estar estos días con ellos.

Ella negó.

—Iré con él, es mi...

No la dejó seguir hablando al sentir la cachetada que nuevamente le dió, cerró sus ojos y se recargó de la pared.

—¡No me hagas enojar Olivia!

Se alejó asustada y llevó su mano a su mejilla.

—Ya basta, ya no me pegues — le pidió —Me asustas Pablo.

—Amor...

Se alejaba del chico hasta que llegó a la otra pared, quería salir huyendo pero sus piernas no respondían.

—Linda, perdón — quiso acercarse —Pero es que tú me haces enojar, si no hubieras planeado ese viaje sin consultarme nada de esto estaría pasando pero tú tienes la culpa.

—¿Yo?

—Si, tú me haces enojar y haces que reaccione así, por eso me gusta que me obedezcas para que no pase nada de esto — logró agarrar sus manos —Perdóname, no lo haré de nuevo.

Tragó en seco.

—Te llevaré a cenar para que me perdones, solo ponte maquillaje para evitar comentarios — la besó y Olivia sintió tanto asco —Te amo.

Volteó su cara y asintió.

—¿Tú me amas?

No le respondió.

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