El Oráculo otaku

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Los ensayos para la obra habían avanzado considerablemente. Con la orientación de Vil y el apoyo de otros miembros del club, los integrantes del elenco se sentían más seguros con sus guiones. Todos estaban inmersos en sus papeles, y la emoción por el festival de recaudación de fondos crecía cada día. Los clubes estaban organizando actividades, cada uno con su propio enfoque creativo y ese espíritu de competencia, que a pesar de que no había un premio, el solo hecho de poseer el título de ganador hizo que todos se esforzaran a pesar de sus limitaciones financieras.

Rook decidió visitar a Floyd, que había organizado un show de magia para su club. Al llegar, notó que la atmósfera era bastante distinta a la del bullicioso club de baloncesto. Los gritos de entusiasmo de los niños y el tintineo de las campanas de la magia se mezclaban con la risa de los miembros, Ace tenía por completo el poderío del gimnasio, y se podría decir que, gracias a él, tendrían equipamiento nuevo muy pronto.


—¿Cómo va todo? —preguntó Rook, acercándose al puesto de dulces que había montado Jamil.


Floyd se encogió de hombros, luciendo aburrido. —Quiero irme. Jamil no me deja salir. Dice que tengo que cuidar el gimnasio y el puesto de dulces.


Rook se sentó en una silla junto a él, intentando animarlo. —Vamos, estas rodeado de dulces, nunca te vi tan desanimado cuando se trata de golosinas. Y aprovecha porque una vez inicie los ensayos, Vil no te dejara consumir azúcar en su presencia.


Floyd frunció el ceño, claramente poco entusiasmado con la idea. —¿Estás bien con la idea de que sea el sapo que va a besar Riddle?


Rook soltó una risa suave. —Es solo actuación, mon amour. Si él te besa, no es el fin del mundo. Mira a Vil, que ha tenido que besar a Neige en escena. Es solo parte del papel.


Floyd hizo una mueca, sus dudas claramente visibles. —No sé, Rook. No me siento a gusto con la idea.


Sin previo aviso, Rook se inclinó hacia adelante y le dio un ligero beso en la mejilla a Floyd. —¿Ves? No es tan malo. Solo actúas.


Floyd lo miró, su rostro tornándose más rojo. —¡Sácame de la obra antes de que asesine a alguien!


Rook volvió a reír, disfrutando del momento y las expresiones de la anguila junto a él. —Olvida eso. Si tanto te preocupa el beso, ¿por qué no lo practicas conmigo ahora?


Floyd lo miró incrédulo, pero no tardo para que una pequeña risa acompañara la de Rook. —¿En serio? —preguntó Floyd, con una duda fingida.


—Solo es actuación. —respondió en un notorio coqueteo.


—Gaviota estas siendo muy atrevido~


ambos intercambiaron miraditas de deseo y de obvias intenciones de besarse. Los niños que asistieron al show de magia estaban completamente distraídos, el puesto no tenía ni una sola visita, pero no llegaron a nada más que acercarse a los labios ajenos, a nada de tomarse y abrazarse para cortar ese distanciamiento de las sillas. Jamil roció con un atomizador a Floyd, había regresado de su visita para asegurarse de que su hermana no anduviera por ahí diciendo información de más y para guiar a sus padres que acompañaban al padre de Kalim a visitar la atracción montada con el club de Estudios cinematográficos. El rociador solo lo llevaba por si acaso surgía algo con su hermana menor.

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