¡A ensayar!

2 0 0
                                    

Una vez más, el coliseo que una vez fue cede del VDC, sería ocupado para los ensayos y la presentación de la obra La Princesa y el Sapo. Todos los involucrados se presentaron, listos y con algunas cuantas líneas aprendidas, lo únicos que podían ausentarse eran los encargados del vestuario, utilería y escenografía, quienes iban a comenzar sus labores mientras el elenco ensayaba.


 Vil, con su característica actitud autoritaria, se acercó al centro del escenario, una sonrisa satisfecha en su rostro yacía en su rostro. —¡Bien, todos! Estoy encantado de anunciar que hemos recaudado una cantidad impresionante de fondos. Y gracias a las generosas donaciones del padre de Kalim y de una organización que no nombraré, podremos cubrir todos los gastos necesarios para que la audiencia sienta que está en un auténtico pantano, en cada uno de los escenarios de la obra.


La emoción no se hizo de esperar, y el equipo de efectos especiales liderado por Idia estaría trabajando para traer a la vida a espíritus del vudú y la sensación de estar en un pantano, junto a otros detalles más, como la aparición de Evangeline que en gran parte sería representada con un dron en forma de estrella luminosa, debido a la falta de diálogos de Ortho en gran parte de sus apariciones, pero teniendo un gear en el que ya se estaba trabajando, para actuar en el medio tiempo de la obra antes de la canción del Rey Luciérnaga.


Vil se giró hacia Ace, Shamato y Lilia, levantando una ceja con un aire de advertencia. —Pero lo más importante de esta obra son los números musicales, y tres de ellos son fundamentales: el del Villano, el Rey Luciérnaga y el de Mamá Odie. No tendré piedad con ustedes en esos ensayos. —luego se volvió hacia Riddle y Floyd. —Y no seré lindo con ustedes dos tampoco, porque el baile del pantano es crucial para que su amorío no se sienta forzado ni apresurado.


Floyd frunció el ceño. —No quiero bailar, —declaró con firmeza, cruzándose de brazos.


Riddle, sintiéndose igualmente incómodo, iba a oponerse de cualquier modo —Deberíamos centrarnos en el Rey Luciérnaga y Evangeline. La canción trata sobre ellos, no sobre un baile forzado.


A su lado, Shamato se sonrojó, aunque no pudo evitar intervenir. —Espera, la obra es sobre la Princesa, —dijo, señalando a Riddle—. Y el Sapo, —añadió, señalando a Floyd—. es sobre ellos.


—¡Cambia la escena! —ambos protagonistas hablaron al unísono, con el mismo tono decidido.


Vil se cubrió un oído antes de hacer sonar una bocina para tener silenció. —No se cambiará la escena. Esta es la parte más crucial de la obra, —se giró hacía Shamato—.  Y más te vale no hacer algún cambió para evitar declararte.


Shamato se retorció en su asiento, buscando una salida. —Momento, no es una declaración, ¿quién dijo que es una?


—¡Cállate, Shamato!, —lo interrumpió Vil, su tono claro y directo. —Esto no es momento para discutir interpretaciones. Necesitamos que todos estén enfocados y listos para el ensayo.


El grupo se dispersó ligeramente para tomar sus lugares e ir hacer sus actividades, pero la tensión en el aire era evidente. Floyd miró a Riddle, sintiéndose un poco más aliviado por el apoyo, aunque la idea de bailar seguía causando inquietud en su interior. Rook sería el encargado de enseñarles a bailar, ¿qué sentiría todo ese incomodo rato? Floyd en verdad pensaba demasiado en los sentimientos de Rook, no quería hacerlo pasar un mal rato, aunque le inquietaba saber cómo actuaría en momento de celos. Reconocía que era muy apasionado, incluso cuando estaban siendo acompañados, esa energía tan vibrante era contagiosa que no quería evitarla, en especial cuando la intimidad se presentaba entre ambos.

Propuesta en escenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora