No. 3.

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El doctor Shiang caminó inmediatamente hacia él, agarrando su muñeca bruscamente, revisando su pulso.

Xiang Yuan estornudó, su nariz picaba con el olor amargo de hierbas y cataplasma, olió a Shiang Yang antes de verlo.

El joven aprendiz apareció en su línea de visión con una sonrisa avergonzada, estaba sucio y sudoroso, entonces se mantuvo a una distancia mas larga y se inclinó tímidamente. "Lamento aparecer en este estado desordenado", Shiang Yang intentaba arreglarse el pelo, pero solo lograba erizarlo.

El médico Shiang no le dignó con una mirada, su ceño fruncido casi tocaba sus ojos. "Deja de perder el tiempo y acercate", se movió ligeramente para darle espacio.

Wei Qin buscó en sus mangas, sacó un pañuelo bordado, lo colocó contra la nariz y la boca de su joven maestro. "Respire lentamente, por favor", murmuró, asegurándose de no presionar demasiado fuerte. "Este no parece un lugar adecuado para revisar a un paciente, Shiang-laozi".

El anciano se giró, sin dejar de sostener la muñeca del pequeño beta, estiró la mano, tomando del cuello de su túnica a su aprendiz, lo arrastró hasta su lado. "¡¿Que haces ahí perdiendo el tiempo como un estúpido?!, ¡Ven a revisar al joven maestro!".

Shiang Yang miró insatisfecho a su maestro mientras arreglaba su ropa desordenada.

El médico Shiang le miró enfurrulado. "¿Qué son esos ojos de perro?, en peores fachas te trajo la primera vez a la casa del marqués".

El aprendiz le dio una mirada sucia, se limpió las manos en los pantalones y solo entonces puso sus dedos en la muñeca de Xiang Yuan.

"¿Que es esto?", preguntó, sin aliento, mirando a su maestro con preocupación.

"Revísalo bien y ve a investigar, una vez se asimile en el cuerpo, no dejará rastros, así que hazlo bien", sus palabras eran duras y sus ojos exigentes, pero no había duda en su cuerpo de que este mocoso malcriado podia hacerlo.

Shiang Yang se inclinó un poco más cerca, oliendo al joven maestro, mirando su tes, sus dedos y el color de sus uñas. "No sé ve nada extraño", eso solo aumentó su preocupación. "La temperatura es igual, sin decoloración, la piel no está más seca ni mas húmeda de lo habitual, pero siento algo mal en su pulso".

El médico Shiang soltó la muñeca del pequeño beta y se inclinó hacia su cara. "Joven maestro, por favor, abre la boca y saca la lengua".

Xiang Yuan esperó a que Wei Qin apartará el pañuelo para seguir las indicaciones. El ceño del anciano se funcio más, arrugando su frente.

"Toca tu paladar con la lengua", entrecerró los ojos para ver con más claridad. "No hay decoloración en la boca o la lengua, sin olores extraños, ¿Te duelen los dientes?".

Xiang Yuan cerró la boca, tragó. "No", estornudó, su cuerpo entero se sacudió pero Shiang Yang lo sostuvo.

El anciano se retiró, murmuraba tan bajo que no podía distinguir lo que decía.

Shiang Yang lo soltó, también murmuraba, sus ojos estaban distraídos mientras se giraba y caminaba, el médico Shiang iba delante de él, aun murmurando.

Xiang Yuan los vio irse sin explicación. "Prepara mi baño, Wei Qin".

"En seguida".

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Quiero seguir vivo en dos añosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora