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Los días habían pasado muy rápido en realidad. Todas las tarde Osman había ido a casa para poder verme, esta vez sí había entrado por la puerta principal, mi madre lo había permitido raramente, pensé que no lo haría ya que aún seguía molesta conmigo, una parte de mi la entendía, pero se que una parte de mi sabía que necesitaba decirle aquello.
Estábamos esperando la decisión que iban a tomar los profesores con nosotros. No quería que expulsaran a los chicos, no quería. Eran mis amigos, eran importantes para mi, y Osman… él era …no sabía explicarlo, era difícil de explicar.
Hace unos años atrás había perdido a alguien que pensé que sería para siempre, era muy pequeña. Lo quería, quiero creer que lo llegué a amar. Y cuando se fue, me dejó totalmente vacía, rota, como si una parte de mi también hubiera desaparecido con él. Hasta que él llegó, hasta que Osman llegó.
Lo conocí a él, conocí mucho mejor a Osman… y todo fue diferente. Al principio me negaba en aceptarlo, porque no quería traicionar lo que una vez sentí, lo que alguna vez prometí. Pensaba que, si llegaba a querer u amar a otro, era como olvidarlo.
Pero no es así, no es olvidar. Es como si mi corazón hubiera encontrado una nueva forma de latir. Ya no es el mismo latido, es otro, más suave, pero igual de real. Este chico... él me hace sentir viva otra vez. Y es extraño, porque me asusta sentir tanto. Pero lo quiero. Lo quiero de verdad, y me sorprende darme cuenta de eso, como si mi corazón se hubiera abierto de nuevo, después de haber estado cerrado por tanto tiempo.
Suspiré con una pequeña sonrisa. Los miré.
Eda estaba dibujando en el brazo donde Isik tenía su venda.
Mientras yo estaba sentada en medio de ellas. Mientras que el brazo de Isik estaba apoyado en mi muslo, y Eda dibujaba. Kerem estaba detrás de nosotras. Y Sinan Y Osman delante sentados.
—¿Qué pasará ahora?— pregunta Isik. La observé con una mueca.
—No tengo idea— le responde Eda.
—¿Qué creen? Estamos jodidos— exclama Kerem.
—La verdad…es que yo creo que sí. Muy jodidos— comenté mirando el suelo. Sentí las miradas de los chicos en mi.
(...)
Nos quedamos en total silencio. Los minutos pasaban lentamente. Yo tan solo miraba el suelo. No quería, no quería que expulsaran a los chicos. Yo no quería eso.
El profesor Nected entra, haciendo que Isik y yo nos levantemos inmediatamente.
Este se nos queda mirando. Hasta que habla.
—Once a uno— nuevamente esa cifra. Apreté los labios— Por mayoría de votos está decidido que se disculparan.
El profesor estaba enojado. Totalmente enojado. Se da media vuelta y se va.
