Alfa Protector

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-¿Mi cachorrito esperando a otro lindo cachorrito?-El Alfa gritó y corrió a él para abrazarlo, alzandolo al aire y girando con él en brazos.

Cuando sus pies tocaron el suelo, unas gotas de agua también lo hicieron en su piel del cuello. Su padre estaba llorando a mares mientras murmuraba cuanto lo amaba.

-¿Papá?- El lobo del omega se removió inquieto, no sabía por qué su padre lloraba. Jung se separó de su hijo secando sus lágrimas con su sudadera de color cereza. Sonrió y aclaró su voz antes de hablar.

-Tengo que conocer a tu Alfa. ¡Ese jovencito ya te marcó y te embarazó, y ni lo he conocido, Jung Wooyoung.

Rió con su padre volviendo a abrazarlo. El hogareño olor a frambuesa llegó a él, ese que le hacía calmarse. No era un aroma común en Alfas, pero le quedaba a la perfección a su bello padre.

-Lo invitaré, pero, Sannie no sabe todavía de mi embarazo, así que guarde el secreto, señor Jinyoung -Señaló a su padre con el dedo y una mano en la cintura.

Él, como el Alfa serio que era, colocó su postura recta dando un asentimiento y llevando su mano a la frente como todo un soldado obediente acatando las órdenes de su superior, Wooyoung rodó los ojos divertido debido a las bromas del mayor.

-Dile que lo espero mañana saliendo del Instituto. Nada de que no. -Con eso dicho, Jinyoung se retiró de la casa con su mochila en la espalda, si no se apuraba llegaría tarde a su turno en el hospital y eso no le agradaría para nada a su estricto jefe.

-¡Oh, no!, ¿sabes lo que me estás diciendo? La única vez que le hablé a tu padre fue para pedir permiso de pasar el celo contigo, ¡para tener sexo! -Talló su cara en frustración. ¡Conocería al papá de su Omega!

El pelioreo cruzó sus brazos y miró a su pareja conteniendo su risa ante el pequeño berrinche de éste. Los estudiantes en la cafetería tenían su mirada clavada en ellos ante el grito del Alfa de sangre pura. Un color carmín se apoderó de sus mejillas por tanta atención dada, volvió la mirada al rubio.

-Solo es una comida, Alfa- Formó un puchero con sus labios, sabía que el chico no podría ante ellos.

San bufó y asintió, aunque nunca pensó en decirle que no. Él sabía que era hora de conocer al padre Alfa de su lindo bebito.

-Pero, ¿podemos pasar a mi casa antes? Hoy tengo educación física y no quiero presentarme al señor Jung oliendo a sudor.

Asintió riendo al ver la cara de asco de su pareja. Acarició su mejilla y observó como la nariz de Choi se fruncia oliendo algo,San sintió de nuevo ese olor dulzón proveniente de su Omega.

-¿Acaso entrarás en celo?- La pregunta hizo que su cabeza se ladeara en confución. -Tu olor... Es más dulce Wooyoung, llevo sintiendo ese olor en ti hace días.

Sus labios boquerón en busca de aire y palabras que dieran respuesta al Alfa. No se podía enterar de su embarazo, no aún. Rascó su nuca nervioso y le dio una sonrisa.

-Qui-quizá es la nueva fra-fragancia que uso. Si-si eso...

-Mmh, vale- alzó sus hombros -¿Quieres galletas? Voy a comprar una malteada

Wooyoung respondió un si, viendo como el cuerpo musculoso se alejaba hasta la tienda en la cafetería rodeada de estudiantes con hambre.

Suspiró y secó el poco sudor que había escurrido por su frente debido al miedo de ser cachado en su mentira.

Un cuerpo pequeño se colocó a un lado de él. EunHa sonrió mostrando sus colmillos, con la clara intención de hacer que Wooyoung se viera sumiso con ella pero el lobo de este gruñó.

-¿Sucede algo, EunHa? -Con seriedad e incómodidad, se alejó del cuerpo cerca suyo, arrastrandose por la banca hasta llegar a la orilla, la Alfa pareció no entender, ya que se volvió a pegar a él como imán.

-Solo quería verte, lindo Omega.

El pelioreo dejó ver una mueca de disgusto ante el apodo. ¡Solo su tierno Alfa podía decirle así! Trato de controlar a su lobo que quería salir para enfrentar a la chica.

-Mantente alejada de mi Omega, Eun.

EunHa frunció su ceño por las palabras del Alfa de mayor jerarquía. Wooyoung se levantó del lugar para refugiarse tras la espalda ancha y musculosa.

EunHa le había parecido una Alfa respetuosa y amable, pero luego de que invadiera su espacio personal y le llamara por apodo al que no tenía derecho, le hizo bajar sus expectativas de aquella chica.

La Alfa se cruzó de brazos y bufó para salir del lugar, tal vez amaba mucho al Omega, pero ni loca se enfrentaría a alguien de mayor rango que ella, y menos a San.

Un suspiró de alivio salió de sus finos labios y depositó un beso en la mejila suavecita de su Alfa, parandose de puntitas ya que su novio era un grandulon.

-Esa Alfa no me agrada, te lo repito de nuevo. Si se te vuelve a acercar, ve con algún grupo y actúa como si fuesen tus amigos, ¿Bien?.

Asintió sonriente.

Oh, como amaba a su Alfita protector.