•~Una enfermera y un Doctor enamorados~•

Selvi endurece su corazón así con adil🥀

En la mitad de la noche mientras aún selvi seguía durmiendo en el pecho de adil él por su parte acariciaba su cabello pues había notado qué en verdad ella ya no quería vivir de esa manera, a él le había quedado en claro la gran mujer qué era selvi pues otra en su lugar lo habría dejado hace ya mucho tiempo pero ella; ella demostró qué en verdad lo amaba pero qué él la estaba lastimando pues era ella contra todo. Aún así adil se la pasaba pensando mucho en las palabras qué selvi le había dicho horas anteriores, y lo qué más le dolió fue qué ella tenía la razón en todo.

Aún así en la mitad de la noche Leila comenzó a llorar lo qué provocó qué selvi se despertará saltando de la silla al escuchar el llanto de Leila.

Selvi: ¿Cuando viniste así mi? No te senti -decía acomodando las planillas y la birome en un lugar de la mesa-

Adil: quise hablar contigo pero para cuando baje tú ya estabas completamente dormida y a lo mejor pensé qué para qué estuvieses más cómoda te recordará en mi pecho. -le decía mientras observaba como acomodaba los papeles-

Selvi: Ah -decía levantándose de la silla- ya vengo Leila está llorando -y cuando se estaba por ir adil la detuvo-

Adil: iré yo, tú ntp sigue durmiendo -decía levantándose-

Selvi: ¿pero tú no te tienes qué ir? -le preguntaba algo confundida-

Adil: no está vez decidí quedarme aquí con ustedes -le decía subiendo las escaleras-

Por lo qué selvi noto qué sus palabras hicieron efecto al corazón y pensamiento de adil, por lo qué sólo fue a la cocina a preparar té ya qué tenía qué seguir con los papeles del hospital; así qué después de varios minutos largos el té ya estaba por lo qué lo birtio en dos tazas y las llevo a la mesa adil para ese entonces ya estaba en la mesa esperando a selvi. Así qué ella le dio su taza de té a él y la otra la estaba bebiendo ella mientras llevaba los papeles.

Adil: Será mejor qué duermas creo qué ya llenaste muchas planillas por hoy -decía mirándola-

Selvi: no puedo ahora tengo qué limpiar la casa y después darle de comer a Leila -decía ignorandolo-

Adil: ¿es necesario qué me ignores?

Selvi: ¿quién te está ignorando? -se hacía la desentendida-

Adil: tú -decía aún mirándola-

Selvi: no te estoy ignorando sólo qué estoy muy cansada y tengo qué hacer muchas cosas.

Adil: ¿La casa está sucia? -preguntaba mirando todo a su alrededor-

Selvi: -mira su alrededor- No

Adil: ¿Leila está llorando?

Selvi: no.

Adil: ¿Alguien te está pidiendo qué te esfuerces más de lo qué puedes?

Selvi: No.

Adil: ¿entonces? ¿Por qué no duermes?

Selvi: adil tengo muchas cosas qué hacer, me acabas de remarcar cosas qué ya están hechas pero en dos horas Leila se despertará.