Iba en camino a casa, muy entristecido por todo lo que había dejado atrás en New York, mis amigos y todos esos lindos momentos, pero por sobre todas las cosas... Ash, odiaba que no pude despedirme de él, y sé que pasaría mucho antes de que volviera a verlo, sin embargo, tenía la esperanza de que él tomaría el vuelo y nos reencontraríamos lo más pronto posible, ansiaba ver a mi lince y poder decirle lo mucho que lo quería, emprender una vida junto a él lejos de las desgracias, de los conflictos y ayudarlo a superar su doloroso pasado... Esas eran mis esperanzas, sin embargo, el cruel destino me tenía algo muy diferente preparado.
Michael llamó a Ibe-San para darle la noticia que me desgarraría y me haría sufrir de por vida
-Sí, hola Michael- Respondió Ibe-San al teléfono con la sonrisa que lo caracterizaba
Inmediatamente noté que su sonrisa se desvaneció y tomó un rostro de seriedad y preocupación, yo también me preocupé, pero esperaba recibir la información cuando terminara la llamada. Observé que varias lágrimas comenzaron a salir de sus ojos y comencé a desesperarme, ¿De que podría tratarse? Finalmente terminó la llamada e inmediatamente le pregunté a Ibe-San qué sucedía. Él comenzó a llorar, su rostro reflejaba una pena inmensa y con esos sentimientos encima solo me abrazó, sentí como si se derrumbaba entre mis brazos, por fin decidió hablar y entre palabras entrecortadas dijo:
-Eiji... Ash, está... Él, lo encontraron en la biblioteca... Sin signos vitales- Y se quebró en llanto.
-¡¿Que?! No puede ser posible, no, esto no puede ser verdad- entré en un trance, realmente no me podía creer lo que acababa de escuchar de Ibe-San -Tengo que... Verlo, debo verlo- Le imploré, puse mis manos sobre mi cabeza e inconscientemente comencé a llorar, Ibe-San volvió a abrazarme, pero no era lo que quería, quería tomar el vuelo más próximo a Estados Unidos y encontrarme con Ash, confirmando que era mentira todo lo que había acabado de escuchar.
-Lo siento... Ei-Chan- Fue lo único que escuché.
-Por favor Ibe-San, déjame partir a Estados Unidos ahora mismo- le supliqué con los ojos llenos de lágrimas
-Pero Eiji... Tu familia va a preocuparse, te están esperando con ansias desde hace tiempo-
-Pero quiero volver... Por favor-
-Sé cómo te sientes, pero por favor dale un tiempo a ellos, tú les importas demasiado, te lo suplico, no los hagas esperar más-
¿Que significaba eso? ¡¿Que no los hiciera esperar porque yo les importaba?! Yo le importo a Ash y él a mí, ¡Y mírame! La imposibilidad de verle la cara y abrazarlo ¡¿Acaso esto sí es justo?! ¿De esto trata el amor? Porque si es el caso, es muy doloroso más de lo que puedo soportar.
En una sucesión rápida de escenas, llegué a mi casa con el ánimo por el suelo, le regalé los abrazos más vacíos a mis familiares y me fui a mi habitación. No podía dejar de pensar en Ash, ¿Acaso era cierto? ¿Cómo podría? Alguien tan fuerte como Ash no podía morir así por así, en el tiempo que pasamos juntos había recibido varios impactos de bala e incluso apuñaladas, no podía... Simplemente no podía y no quería creerlo, ni siquiera podía contactar a alguno de nuestros conocidos en común porque no tenía su número ni alguna otra forma de contactarlos, solo me quedé pensando...
¿Al menos leyó mi carta? Eso no tiene importancia, lo único que quería era verlo.Después de estar llorando durante horas viendo las fotos que tenía de él y recordando los momentos que vivimos juntos, finalmente caí rendido a dormir.
[...]
Ya había pasado una semana desde que regresé a casa y estaba decidido a volver a New York no me importaría lo que dijera mis padres o incluso Ibe-San, busqué en línea los boletos disponibles y compré el más próximo, el trayecto sería de aproximadamente 13 horas.
-El tiempo no importará si al final estoy contigo Ash- Me dije a mi mismo
Partí con una leve llama de esperanza en mi corazón hacia Estados Unidos. Estaba en el andén esperando el avión cuando observé a un chico rubio de ojos verdes con un ramo de flores en la mano, no pude evitar que mi corazón se estremeciera, pero mi mente intentó calmarme, ya que la triste realidad me golpeó, en ese momento, llegó otro chico pelinegro y se sorprendió un montón al verlo, salió corriendo y lo abrazó y besó, eso me hizo saber que no tenía nada que ver con ese momento.
-¡Hisashi! Gritó el pelinegro yendo al encuentro de su amado
-¡Mao! El rubio lo recibió y ambos se fundieron en un abrazo
No pude evitar que se me escaparan algunas lágrimas en aquella escena tan emotiva... Por alguna extraña razón me recordaban a Ash y a mí, mientras seguía perdido en mis pensamientos, me llamaron, el avión estaba por despegar.
ESTÁS LEYENDO
Versos de un alma adolorida
شِعرSoy de ese gran grupo de personas a las cuales se les rompió el corazón viendo Banana fish, y este fanfic no es para apaciguar el dolor si no para echarle mas sal a la herida y llorar con ganas... Son básicamente los pensamientos y algunos versos de...